Gobierno de Salta
Banner central top 1 separador

10 05 hessling

Luego de que las PASO obligaran a reconocer que las chances de Milei son serias y que el oficialismo nacional quedó tercero y el provincial segundo con menos de la mitad de los votos de la Libertad Avanza, se reactivó la campaña electoral para remontar terreno perdido.

Por Franco Hessling

El oficialismo provincial ha puesto en marcha un fuerte cambio de actitud con respecto a la campaña previa a las PASO, cuando había cierto relajamiento y hasta una subestimación de lo que podía pasar con Javier Milei. Tras su sobrecogedora victoria, la maquinaria se reactivó con mayor presencia en actos, publicidades, declaraciones públicas e incluso como centro político para la campaña de la fórmula nacional de Unión por la Patria.

Basta con mencionar la visita de funcionarios nacionales, como Victoria Tolosa Paz o el propio Juan Grabois, y sobretodo el Pacto de Güemes, a través del cual el mismísimo Sergio Massa desembarcó en Salta, donde también se hicieron presentes gobernadores de todo el norte argentino, algunos de los cuales no forman parte de la plataforma política de Unión por la Patria, pero que igualmente formaron parte del evento. Entre ellos, el jujeño Gerardo Morales.

Luego del 13 de agosto, con la inminente posibilidad de que Milei llegue a la Casa Rosada, los movimientos dentro del oficialismo nacional y provincial fugaron hacia distintos frentes y posibilidades. La política, cuando hay años de elecciones tan trascendentales, hierve en gravitaciones de un lado a otro, con reuniones, llamadas, mensajes, fotos, rumores y un largo etcétera de actividades febriles.

Sin embargo, la actitud pública del oficialismo provincial fue en línea con la del oficialismo nacional, eso está fuera de discusión. Entonces, a partir del resultado de las PASO, Massa empezó a aparecer públicamente cada vez más como el candidato que como el ministro de Economía, aunque, igual que antes de las PASO, sigue ocupando ambos roles. El activismo en redes, pero también en las calles, cobró otro relieve para los oficialismos.

Massa se ha posicionado como candidato definitivamente y la convocatoria a aliados como el gobernador salteño, Gustavo Sáenz, fue inminente. El salteño fue su compañero de fórmula en 2015 y supieron estrechar una amistad que trascendió lo político. Sin embargo, antes de las PASO no se lo había visto tan resueltamente involucrado en la campaña. Se sabe sobre el carisma de Sáenz y el afecto que concita en la población. Su participación más enfática, se anticipa, seguramente redundará en mejores resultados para Unión por la Patria.

De igual modo, hay que preguntarse si el efecto será igual para la fórmula nacional que para los candidatos locales. Salta es una provincia históricamente peronista y el actual candidato del oficialismo a diputado nacional es un hombre fuerte del PJ, sin embargo, los números de las PASO obligaron a poner las barbas en remojo. Tras acusar el golpe con unos días de pasmo, en las últimas semanas Pablo Outes ha reaparecido resueltamente en las actividades de campaña.

Para que los oficialismo provincial y nacional consigan en la provincia revertir el pálido papel que hicieron en las PASO será clave la reactivación de lazos en las cuartas, quintas y sextas líneas de dirigentes, muchos de ellos barriales o comunales, que ayuden a incrementar la participación electoral y revitalicen ese histórico peronismo que se le conoce a la provincia. El cambio de actitud es una primera señal positiva para quienes confían en eso.