Por César “Oveja” Álvarez
La ciudad de Salta, ubicada en el noroeste de Argentina, es atravesada y limitada por varios ríos importantes.
Entre ellos:
- Río Arenales: Es el río más relevante que pasa por la ciudad de Salta. Nace en la Quebrada de San Lorenzo, al oeste de la ciudad, y fluye hacia el este, bordeando la zona sur de la capital salteña. Al llegar a la ciudad, el río Arenales marca una especie de límite natural y divide algunos barrios.
- Río Vaqueros: Al norte de la ciudad se encuentra el río Vaqueros. Si bien no pasa directamente por el centro de Salta, forma un límite en la zona norte y bordea el municipio de Vaqueros, cercano a la ciudad. En los años 70 hemos visto la bravura y la violencia cuando este rio se enoja, en esa oportunidad movió el puente e inundó todo lo que ahora es El Huayco (derrame natural del cause de Vaqueros), pasó sobre la Ruta N° 9, inundó el complejo del B° El Milagro y salió por los viejos causes del río Mojotoro. En esos tiempos los barrios linderos a esta costa, de complicado asentamiento urbano, no existían. Como dice un viejo adagio “desgraciadamente los ríos tienen memoria”.
- Río Mojotoro: Este río corre más al noreste y, aunque no limita directamente a la ciudad de Salta, forma parte del sistema de cuencas que alimentan la región y eventualmente conecta con el río San Francisco, que desemboca en el río Bermejo.
Estos ríos no solo sirven como límites naturales, sino que también son fundamentales para el sistema de drenaje y contribuyen al sistema hídrico y a la ecología de la región. No obstante ello, hace mucho tiempo se les dio la espalda. Gobiernos y pueblos abandonaron de una forma increíble a estos y otros ríos que tenemos, como el río Arias, que antes pasaba por nuestra ciudad y que luego fue desviado debido al crecimiento urbano y al riesgo de inundaciones.
Estos ríos forman parte de los sistemas de drenaje que ayudan a controlar el flujo de agua y evitar desbordes en la zona urbana de Salta. Con tamaña relevancia es inaudito ver cómo fueron tan descuidados y deteriorados en su conformación geológica, ambiental y forestal.
¿Qué ha ocurrido? Desde mi perspectiva, considero que por lo menos, existe la falta de control y responsabilidad de los Gobiernos y de los mismos ciudadanos. Son y fueron tan desprotegidos que se les ha depositado por distintas formas, líquidos cloacales, residuos industriales, y tantas otras cosas. Demás está decir, que son cuestiones de enorme gravedad.
No podemos dejar de remarcar (denunciar) que la desembocadura de los piletones de líquidos cloacales que se encuentran en la planta depuradora que administra la empresa Aguas del Norte, encargada del servicio de saneamiento en la región, que además son un tipo de sistema de tratamiento de aguas que permite el procesamiento biológico de las aguas servidas, ayudando a reducir la contaminación antes de que los efluentes tratados se viertan en cauces naturales, se ubican cerca del río Arenales. Sin embargo, han sido motivo de preocupación por los malos olores, el riesgo de desbordes en épocas de lluvia y el impacto ambiental en los alrededores, especialmente en el propio río Arenales, que recibe el agua tratada y que después desemboca en el dique Cabra Corral, embalse en el que muchos años atrás se podía ir a pescar, pasear, y hasta bañarse. Hoy eso es imposible sin el riesgo de enfermar por el aumento en los niveles de contaminación en el lago, en el que hay elementos contaminantes como metales pesados, materia orgánica, el lixiviado (un líquido residual que se filtra de los vertederos y que, por lo general, es tóxico. Se trata de una sustancia densa, de color negro o amarillo, con un olor desagradable y que a veces puede presentar espuma) y sustancias químicas que afectan la calidad del agua y a la vida acuática.
Los álamos, algarrobos, y talas que bordeaban las laderas de los ríos Arenales y Vaqueros desaparecieron, la ausencia de los mismos le ha privado a los salteños de placenteros fines de semanas. Son los grandes temas que el pueblo y gobierno deben pensar y actuar para mejorar el futuro de la vida de nuestra querida ciudad.