Por Natalia Aguiar
En la argentina de los últimos días el ataque brutal a los trabajadores, a los más vulnerables, a los desprotegidos que cada vez son más, es atroz. Los índices de pobreza escalaron a 52,9% en el primer semestre de 2024, la peor cifra en 20 años. Unos días después el foco está en agredir a la clase media al vetar la ley de financiamiento universitario, público y gratuito. ¿Dónde está la oposición?
Atacar a la educación superior pública es intentar socavar, eliminar al corazón de la ciudadanía argentina: la clase media. La más golpeada de este país.
Milei parece dispuesto a tropezar dos veces con la misma piedra, ya que cinco meses atrás estaba en juego la supervivencia de la universidad pública y ahora el panorama se basa en la reivindicación salarial.
La clase media argentina es la que ha sacado al país a flote con emprendimientos, el impulso de pymes, inversiones, trabajo profesional, científico y académico. Intentar estrangular a la educación pública es asfixiar a la clase trabajadora y media. Es limitar el crecimiento, las posibilidades. Lo que se resume en la frase “Mi hijo el doctor”.
La marcha de hace cinco meses fue más genuina en la concepción y en el significado que tiene para la ciudadanía poder acceder libremente a la universidad pública. Donde la única distinción entre los estudiantes es la capacidad. El esmero, el esfuerzo. Y todos son iguales ante la mirada del futuro, donde cada uno forja su propio destino sin privilegios. Sólo con el esfuerzo y el sacrificio de aprender y ser mejor cada día.
El miércoles de la semana pasada, el reclamo fue salarial, por lo que la marcha si bien fue masiva fue menos interpelante. De hecho, los protagonistas fueron los sindicatos. Explican los afectados que el sueldo de un docente de la UBA diplomado con una maestría, con dedicación exclusiva y 20 años de antigüedad pasó, en términos reales, de 2.973.646 pesos, en noviembre de 2023, a 2.286.009 pesos en julio de este año. Es importante destacar que cada universidad cuenta con una escala salarial propia y con sueldos superiores a la UBA, sobre todo las privadas. Lo cierto es que los docentes con 20 años de antigüedad cobran, promedio, 1.000.000 de pesos por mes. Lo que antes parecía una fortuna hoy no alcanza para nada.
La consultora del reconocido sociólogo Hugo Haime, efectuó una encuesta en la que se detalla que el 69% de los consultados está en desacuerdo con que Javier Milei vete la ley que garantiza estabilidad presupuestaria a las universidades nacionales y preferirían que los recortes se hagan en otras áreas del Estado. Es que la educación superior pública y gratuita es un valor que los argentinos están dispuestos a resguardar y custodiar, sobre todo, los sectores medios. El clima de la marcha no era el mismo que el de la convocatoria de abril porque pese al recorte presupuestario, el Gobierno cambió de posición y giró los fondos para cubrir los costos de funcionamiento que, en otoño, pronosticaban una hecatombe.
Javier Milei, encapsulado en su planilla de Excel, al día siguiente de la marcha, publicó en el Boletín Oficial el veto a la ley de Financiamiento Universitario. Ahora habrá que analizar las consecuencias que esto tendrá sobre los diputados y senadores que deben decidir si reúnen los dos tercios para doblegar el veto del presidente o hacen frente a la cuestión, haciéndose eco de un reclamo masivo que hace a la esencia de la sociedad argentina.
¿Habrá promesa de asados para los representantes de las cámaras? ¿Habrá agasajos? ¿Habrá rosqueo profesional? ¿Habrá promesas de cargos, de nombramientos, de tarjeta Banelco? Quizás esta vez Milei deba ser paciente ante la postura del Congreso. Pero si hay algo de lo que carece es de paciencia.
Los radicales, históricos defensores de la educación pública, votarán entre ellos qué conducta adoptar y los que pierdan acatarán la decisión de la mayoría. Se estima en los pasillos del Congreso que ganará la oposición al veto y eso complica las proyecciones del Gobierno. El método radical será utilizado también con el tema de la privatización de Aerolíneas Argentinas, pero en este caso apoyarían al oficialismo. Habrá que ver dónde se colocan los radicales y los diputados del PRO que están dispuestos a cruzarse a las fuerzas del cielo. Ya lo dijo Javier Milei al señalar a Martín Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió como integrantes de una coalición opositora de la que también participan, Cristina Kirchner y Sergio Massa. Una ironía de Milei y de la política liberal autoritaria.
El Gobierno está obsesionado con la cuestión fiscal, por eso la razón de hacer frente a la Ley universitaria se debe a conseguir ese equilibrio fiscal que observan con cautela los mercados. Los mercados pretenden déficit cero, mientras el electorado no llega a fin de mes, mucho menos los asalariados.
Las cifras para los salarios de los docentes universitarios
Según la actual inflación, no sería significativa, pero el Gobierno resiste para mantener su relato y no dar brazo a torcer. El costo del destrato a los jubilados, a la educación pública, y a los índices de pobreza será alto para Javier Milei. No podrá capitalizar en medio del descontento social, y el malestar de la gente.
Un desafío: construir credibilidad
El gran desafío de Milei es lograr mayor credibilidad ya que su imagen está en picada. Es que la promesa de campaña se basó en que fuera la casta quien soportara los ajustes y no la gente como está ocurriendo ahora. Su relato pierde legitimidad ante el cuestionamiento de la opinión pública.
Ahora el ambiente transita entre la desconfianza y la conflictividad política, fuera del Gobierno, con la gente y puertas adentro con las significativas diferencias entre los funcionarios libertarios. Además, Milei colecciona diferencias con los radicales, y sobre todo con Mauricio Macri. El Gobierno tiene por delante la aprobación del Presupuesto 2025 y esto los obliga a estrategias más inteligentes para lograr sus objetivos, sobre todo en la política económica, de la que depende la calidad de vida de los argentinos, su futuro.
Milei fue desafiado el miércoles pasado por una multitudinaria movilización en favor de la universidad pública. Lo que puede generar un conflicto entre los poderes, porque el Congreso insistirá en sancionar la norma a favor de las universidades.
Otro frente que enfrentará el oficialismo se remite al sistema de boleta única para las elecciones nacionales, ya que sus consecuencias o efectos sobre el sistema político se verán paso a paso. Pero es una preocupación para el Gobierno. Un problema es que se harán por separado y en distintos momentos las elecciones de la Nación con las de las provincias. Las consecuencias pueden ser malas. También se analiza a los candidatos nacionales que harán empobrecer las ofertas en las provincias. Serán los intendentes, cada uno son su peso, los que podrán imponerse en el armado de las listas de diputados y senadores de las legislaturas locales. También de la candidatura a gobernador, llegado el caso. El sistema impide que se vote a un partido en todas las categorías, así que el mayor temor es que prioricen los votos cruzados. Lo que antes permitía el corte de boletas, ahora bastará con marcar a los cabezas de cada representación.
Mientras la imagen de Javier Milei decae minuto a minuto porque más del 50 % de la población considera que el ajuste está siendo soportado por la gente, tal como lo afirman varias consultoras, Karina Milei va a por todo. Además de impulsar el partido de la Libertad Avanza a nivel nacional y en cada rincón del país, ya se organiza a través de una fundación para recolectar fondos y capitales para afrontar la campaña 2025.
Así pues, los integrantes de la mesa chica de Milei apuestan a lograr expandirse a nivel nacional no sólo desde la doctrina liberal, sino para reclutar cuadros técnicos y eventuales candidatos, además de recaudar fondos a través de esta fundación, cuyo nombre aún no trascendió, pero no es nueva, ya existe y se estaría reformulando para estos fines. El super poderoso y asesor presidencial Santiago Caputo coordina los trámites jurídicos, proyecta ya organiza el manejo de los primeros aportes privados, mientras Karina recorre el país, a la espera de que la justicia federal oficialice ya al partido político nacional de La Libertad Avanza (LLA).
Milei y su gente trabajan contra reloj, con las tablas de Excel bajo el brazo, sin empatía ni consciencia de lo que está padeciendo la ciudadanía argentina con una economía casi paralizada y sin proyección cierta. Además de las tácticas políticamente incorrectas y deshumanizadas de Javier Milei, la oposición deja mucho que desear. Parece anestesiada mientras, Milei avanza sin obstáculos. La democracia, los derechos, las garantías ciudadanas, la vida, la salud, la educación de los argentinos debe ser respetada y defendida por todos, sobre todo por la oposición que parece aletargada y resignada a los vientos de La Libertad Avanza.
Reacción. Acción. Es momento de actuar, denunciar, oponerse, hacer defender la letra constitucional y demostrar de qué se trata la democracia. Sino serán cómplices y mendigos.