05 27 aguiarPor Natalia Aguiar

¡Viva la Patria! ¡Viva la Patria! Pero a lo libertario, según los parámetros de Javier Milei, sus antojos y caprichitos como si se tratara de un adolescente rebelde. Modo Milei para cada accionar de la administración.

Todo el cortocircuito interno en el seno del poder Ejecutivo se ve que lo genera el mismísimo presidente con sus malos modos, destrato y desaires a los que se atreven a pensar diferente a él, o peor, lo enfrentan.

Ahora la térmica saltó por el lado del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien parece que ya tiene la salida asegurada del Gobierno, pese a ser amigo personal del presidente desde hace más de 20 años.

Si bien Posse participó del Tedéum en la catedral el día sábado como en el acto en la provincia de Córdoba, la relación con el presidente estaría cortada desde hace semanas. Pareciera que Milei le exigió resultados en la aprobación de la Ley Bases, pero no se lograron los esos resultados. De hecho, la ley sigue empantanada en el Senado y es factible que esta semana vuelva a Diputados. Posse y Milei trabajaron durante años en Corporación América, junto a Guillermo Francos, ministro del Interior, cuyo nombre resuena fuerte como su reemplazante.

Ante las consultas a fuentes cercanas, ninguno negó la tirantez del vínculo, unque los rumores de su salida son cada vez más fuertes en el Gobierno. Sin embargo, el presidente aún no le comunicó nada al respecto. Cercanos a Posse advierten que si la decisión estuviera tomada por Milei, ya se lo habría comunicado.

Lo cierto es que ni en la catedral de Buenos Aires, ni en la provincia de Córdoba, Milei saludó a su Jefe de Gabinete, el cual se encuentra opacado por la figura de Karina Milei, quien asumió su rol como el de su hermano en algunas cuestiones muy importantes del Gobierno. Lo cual es inconstitucional, porque la figura de la jefatura de Gobierno, surge como una forma de garantizar operatividad a la gestión presidencial, con la reforma constitucional de 1994. Sin embargo, Milei, acostumbrado a pasar por alto las normas, parece descreer de esa figura de tal talla.

En el Gobierno hay quienes sostienen que Posse logró enfadar a Karina Milei y el vínculo se desgastó, al igual que con Santiago Caputo, el asesor presidencial y hombre de extrema confianza del presidente. Caputo, que arrancó como un consejero presidencial, tiene cada vez más funciones, y, por ende, más influencia. Ambos personajes, son “intocables” para Milei, así que las rispideces habrían llegado por ese lado.

Karina Milei estaría enojada con Posse por dilaciones en designaciones y en el tratamiento de determinados temas y expedientes. Pese a ello, ella nunca dejó de hablarle a Posse y cree conveniente no arrojar más leña al fuego en la crisis interna del gabinete.

Para otros que pueden leer bajo el agua turbia de la política, podría haber enfrentamientos por cajas claves del Gobierno.

Lo cierto es que en la administración Milei, su modo es autoritario y contrario a lo que debería destacarse en un líder libertario, capaz de aguantar críticas, cuestionamientos, y funcionarios que opinen diferente a él. Parece que no existiera la posibilidad de disentir con el presidente, porque devine la horca política para aquel que se atreva a desafiarlo.

 

El fracaso del Pacto de Mayo

Desde Córdoba, Milei buscó relanzar el Pacto de Mayo, sin gobernadores que lo apoyaran, salvo Martín Llaryora, que lo recibió en la docta. Su accionar lleva al presidente a estar cada vez más alejado del diálogo democrático. Los gobernadores, por ahora, le dieron la espalda.

En plenas negociaciones por la Ley Bases empantanadas, el mandatario redobló su apuesta, y con mensajes a la oposición y informó sobre la creación un Consejo de Mayo.

“El 1 de marzo nos paramos frente a la dirigencia política argentina. Sin distinguir ideologías ni con revanchismos, les ofrecimos a todos sentarnos a una mesa y refrendar los principios que nos hicieron grande como Nación”, dijo Milei desde el escenario, rememorando aquel fuerte discurso que dio en el Congreso para la inauguración de las sesiones ordinarias.

Fue entonces que hizo el anuncio más saliente del sábado: anticipó la conformación de un comité estable para trabajar proyectos de ley.

“Vamos a seguir trabajando cuando el acuerdo de mayo sea una realidad. Cuando estén sancionadas la Ley Bases y el paquete fiscal, se creará el Consejo de Mayo”, afirmó el jefe del Ejecutivo.

Esta nueva iniciativa con tintes de innovadora, estaría integrada por un representante del Gobierno nacional, uno de las provincias, uno de la Cámara de Diputados, uno del Senado, uno de las asociaciones sindicales y uno del empresariado. Sería una especie de órgano de “la casta” que tanto detesta, porque sus integrantes la representan ciento por ciento. Lo que aún no aprende el presidente es que no podrá seducir a “la casta” tan fácilmente. Mucho menos con la altanería y soberbia de un presidente outsider, un hombre que viene de otro sector ajeno a la política tradicional. El Consejo de Mayo "tendrá la responsabilidad de trabajar en los proyectos de ley que materializarán los principios adoptados en el Acuerdo de Mayo", añadió Milei.

"Estoy aquí bajo el sol de mayo en la docta, Córdoba, corazón productivo de nuestra Nación, para reiterar esa convocatoria, para volver a extender los brazos fraternalmente e invitarlos a todos a que tomemos conciencia del enorme desafío que tenemos por delante: sacar a nuestra nación de la decadencia y volver a ponerla en el camino de la prosperidad. Eso es lo que estoy haciendo hoy", exaltó Milei confiado en que podrá seducir a la clase política que le pone frenos y contrafrenos a sus proyectos. Ofrece este Consejo de Mayo porque se le quemaron los papeles con “la casta” rebelde, tan rebelde como él. La diferencia es que “la casta” es experta negociadora, mientras que Milei pretende imponer.

Como era de preveer, este Consejo se pondría en marcha una vez que se apruebe la Ley Bases.

Ese grupo de trabajo tendrá la misión de analizar e impulsar proyectos de ley sobre las reformas económicas, políticas y sociales que fueron incluidas en el decálogo. Hasta ahora, la Casa Rosada no pudo avanzar, como esperaba, en la discusión sobre esos ítems. De hecho, la Educación Pública es uno de los puntos que deberían considerarse para los radicales.

El presidente considera bajar impuestos, y así lo estableció en su discurso patrio: “No hay destino posible para nuestra Nación si no le quitamos el peso del Estado de encima a los argentinos de bien”, subrayó.

Milei explicó que en primer lugar avanzará con la eliminación del impuesto PAIS, con una incidencia clave en el nivel de recaudación del Estado. Ese gravamen, que tiene vigencia hasta fin de año, es estratégico para Milei, ya que se convirtió en una de las razones que le permitieron lograr el superávit fiscal durante cuatro meses consecutivos. Tal es la cuestión, que a principios del corriente mes, el Presidente extendió el alcance de ese tributo a la compra de divisas destinadas al giro de utilidades y el pago de dividendos de las empresas. Todo esto con el objetivo de seducir inversiones, reactivar la economía, e intentar apaciguar la recesión ante el traumático e inhumano ajuste fiscal para bajar la inflación.

Milei remarcó que el Impuesto PAIS es “distorsivo” y “atenta contra la producción y el crecimiento económico”Admitió que la baja de impuestos “será difícil para las arcas del Estado”. “Al igual que estamos atacando la inflación, cada peso recaudado será devuelto a través de reducción de impuestos”, señaló Milei ante los cordobeses afines, aunque los organizadores no lograron llenar la plaza. Esto pone de manifiesto, que la gente está desilusionada y no lo acompaña como antes.

El frustrado Pacto de Mayo deja en evidencia a un Milei alejado de las tácticas democráticas del diálogo con las fuerzas oponentes, con las que le guste o no, deberá consensuar y analizar el futuro de Argentina.

Se lo dijo muy claro el arzobispo porteño, Jorge García Cuerva: “No podemos hacernos los tontos, hay que acompañar con hechos y no con palabras los esfuerzos de la gente. Por eso siguen doliendo algunas acciones de la dirigencia contra la ciudadanía de pie como los autos aumentos de sueldos de algunas semanas atrás”, fue una de las frases críticas del cardenal primado de la Argentina contra el mandatario.

Cuerva exigió "tomarse en serio las parálisis del pueblo" y no postergarlas "en nombre de un futuro prometedor", al tiempo que alertó sobre los graves indicadores sociales que sufre el país. 

El pueblo argentino atraviesa un ajuste inhumano, sufre penurias, y las promesas ya no alcanzan. Se necesitan hechos y humanidad.

Basta de egocentrismos, rock and roll, autobombo como en la presentación de su libro en el Luna Park. Milei debería salir a caminar los barrios pobres de Argentina. Calle, cordón y vereda.