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Las definiciones electorales son el eje de los principales frentes y recalientan las internas a menos de un mes del cierre de listas.

Por Natalia Aguiar

La tensión es innegable tanto en el Frente de Todos como en Juntos por el Cambio. El oficialismo atraviesa una feroz interacción de sus referentes, discusiones permanentes, armados y reconfiguraciones que podrían incluso incluir la redenominación del espacio. Lo que los kirchneristas definieron como repensar la Argentina, buscar nuevos líderes entre los jóvenes y presentar nuevas propuestas.

Las negociaciones pasan esencialmente entre el kirchnerismo y el massismo ya que Alberto Fernández, desapareció o lo desaparecieron de posibilidad de diálogo y mucho menos, negociación. De hecho, el jueves pasado, mientras Cristina Kirchner enarbolaba la fiesta patria y recordaba que un 25 de mayo de hace 20 años, Néstor Kirchner, ganaba las elecciones y más tarde pagaría la deuda del Fondo Monetario Internacional “taca, taca”, Alberto Fernández se encontraba a 400 kilómetros en un acto mucho más humilde.

En el acto del 25 de Mayo secundaron a Cristina Sergio Massa, Eduardo “Wado” de Pedro, y Axel Kicillof. Allí se centran las negociaciones y desde el oficialismo aseguran que el Frente se reacomodará pero no se romperá. En todo caso, se ampliará, se acomodarán las nuevas fichas, pero no se desintegrará. Lo que no descartan es un cambio de nombre, como si se tratara de un “refresh estético”, analizan desde adentro. Aunque otros kirchneristas admiten que aún no tienen un candidato firme, pero ya piensan en cambiar la denominación como si se tratara de un resurgimiento frente al cambio necesario analizado por la mismísima Cristina Kirchner.

Varias fechas importantes a considerar en el trayecto de los 29 días que restan para cerrar filas. Una de ellas es la del 10 de junio, cuando se reúna el Frente Renovador, con Sergio Massa a la cabeza. La otra, es la del 14, cuando se haga el cierre de los Frentes. Para la mayoría de los oficialistas será importante sentar las bases definitivas del movimiento frente al año electoral. Si van a una interna en las PASO, Sergio Massa dará pelea. Para el albertismo, quedado ya sólo en declaraciones, “sería muy bueno participar en una PASO que dé respaldo al más votado, no sólo al peronismo, sino a la sociedad”.

En esta postura se alinean Agustín Rossi, Daniel Scioli, que aspira a la presidencia y hasta “Wado” de Pedro. Cristina Kirchner, se sustenta en señales ambiguas. Todo puede pasar de la mano de “Ella”.

 

En Juntos por el Cambio, la cuestión no es más fácil

Todo lo contrario. Así pues, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich intentan seducir, cada uno por su lado, a referentes del radicalismo.

El jefe de Gobierno porteño se mostró con Cornejo y el candidato que desafía a Omar de Marchi en Luján de Cuyo. Mientras Bullrich, se alineó con los correligionarios heridos por el cierre de listas de Luis Juez. Por su parte, la provincia de Buenos Aires sigue en disputa para ambos candidatos.

La interna se dificulta, en territorio bonaerense. Allí, Rodríguez Larreta como Bullrich recibieron la demanda del presidente de la UCR bonaerense de tener un candidato único para poder ganarle a Axel Kicillof. Si bien ya fueron anunciados Diego Santilli y Néstor Grindetti en la lista para gobernador, Maximiliano Abad confía en que todavía se puede lograr la unidad. En su argumento está el escenario de los tercios, lo mismo que planteó Cristina Kirchner. Es decir que analizan que para poder ir tras el voto útil, se debe salir primero o segundo, y ganar la elección en la segunda vuelta. Si se sale tercero, se es perdedor.

Otras voces de Juntos por el Cambio consideran que en estos días, “todo podría pasar”. Se trata de las mismas voces que sostienen que las puntas de las boletas son las definitorias, es decir, que lo que importan son los postulantes presidenciables y los intendentes. En caso de no poder colarse a la lista de Santilli, todo indicaría que acompañarán al candidato de Bullrich.
Para Morales, y en su armado bonaerense, la cuestión es diferente. Son los que le insistieron a Rodríguez Larreta para que descartada de plano la posibilidad de armar listas. Y en tanto, las autoridades del Comité Nacional de la UCR buscan arrinconar a Abad para que defina a qué armado nacional apoyará. “El acuerdo de Maxi es para él mismo, lo que proponemos nosotros es más amplio para la UCR”, planten los radicales definidos como “moderados”.

 

El ocaso del sol del 25

¿Qué dirían los patriotas de aquel histórico día si vieran la Argentina de hoy?

En todo este contexto político nacional, el pasado jueves 25 de mayo conmemoramos el 213º aniversario de la Revolución de Mayo, una de las fechas más importantes para la Argentina que sirvió para sentar las bases de una nueva realidad política.

Una “revolución” porque fue un proceso revolucionario con todas las letras, fue un proceso extenso, poco pacífico, marcado por un clima de época que demandaba liberarse de los reyes de España, un territorio que estaba dispuesto a luchar por su identidad, y una revolución donde los protagonistas eran grandes hombres y mujeres que no le dieron la espalda a las necesidades del pueblo y que defendieron los valores de la independencia y la libertad. Dos valores innegociables para todo Estado que aspira a ser realmente soberano.

Pero lo más importante es que aquel 25 de mayo de 1810 se sentaron las bases para la futura independencia que llegó 6 años más tarde, pero que marcó el nacimiento de nuestra nación. La gesta de mayo nos desafía cada año a superar las dificultades y encontrar los consensos que nos permitan crecer individualmente y como nación. A su vez, nos inspira para que aquellos ideales que gestaron la revolución de mayo de 1810 nos sirvan de inspiración para estos tiempos, y para consolidar nuestra patria. En especial en una año electoral tanto a nivel nacional como provincial.

Hoy la realidad nos plantea sólo incertidumbres. Los candidatos a presidente, cualquiera sea su color político parecen haberse quedado sin propuestas. Una Argentina en la que los indicadores económicos y sociales empeoran día a día, como la caída de reservas, el precio del dólar, la inflación, la pobreza, la indigencia y la inseguridad, los candidatos siguen sin poder explicar sus propuestas para revertir esa situación si resultan elegidos. Por eso hoy, es difícil saber o predecir lo que puede suceder a nivel nacional. Por el contrario, y hasta el momento en las provincias que decidieron despegarse de las elecciones nacionales y adelantar sus comicios, los oficialismos parecen haber retenido el poder. Pensemos en Salta, Jujuy, en La Rioja, en La Pampa, entre otras. En estas provincias no hubo grandes sorpresas.

Sin embargo, a nivel nacional todo puede suceder. La ausencia de propuestas de los precandidatos presidenciales dificulta analizar o predecir lo que sucederá. Claro que ante la ausencia de líderes, o de patriotas dispuestos a defender nuestra Nación como lo hicieron los protagonistas de la Revolución de Mayo, las opciones que emergen asustan. Candidatos como Javier Milei, con sus propuestas de dolarización o de comercializar la donación de órganos, no sólo inquieta a los oficialistas, sino también a los opositores. Porque el riesgo sino es, como está ocurriendo, que algunos se dejen seducir por el canto de sirena de la emocionalidad que, elevando la voz, tan bien manejan los demagogos populistas de izquierda y de derecha.

Ojalá que en este 2023 atravesado por elecciones provinciales y la nacional, los dirigentes se inspiren en los valores que sustentaron la revolución de mayo y se conviertan en verdaderos patriotas que hagan uso de sus virtudes para poner a nuestro país de pie. Porque si sus funcionarios y gobernantes no la practican diariamente, para en cambio servirse de la función pública, la consecuencia será la degradación moral del ciudadano, donde lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto se mezclan y donde todos y todo termina siendo lo mismo.

Porque los patriotas de mayo como Saavedra, Moreno, Paso o Castelli no especularon su lucha ni su patriotismo apelando a conseguir un cargo o un puesto para perpetuarse en él. A estos patriotas los movían fuertes convicciones que justificaban sus infatigables luchas en beneficio de los ciudadanos. Por un 2023 electoral con convicciones y propuestas que lleven a Argentina a ponerse de pie frente al mundo. Argentina duele, Argentina para todos.