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La adrenalina que viven los ciudadanos argentinos es realmente única y de verdad adrenalínica, de la buena, de la de deveras…

Por Natalia Aguiar

Mientras los europeos están preocupados por el consumo de gas y electricidad en medio de la guerra Rusia-Ukrania, e índices inflacionarios del 5 por ciento anual, al igual que Estados Unidos, los argentinos se dan el lujo de cambiar de ministros de economía en un lapso de tres semanas como si se tratara de zapatos, o medias. Casi como si nada, acostumbrados a caminar en el abismo con los ojos tapados.

Pero a no preocuparse porque llegó el super ministro, Sergio Massa, bueno, aspirante a ministro porque aún no juró, jurará el próximo miércoles una vez que renuncie a la presidencia de la Cámara de Diputados y según el mismo dice, también renuncie a la banca.

Además de haber despedido a Daniel Scioli en una sorpresiva conferencia de prensa, en la que finalmente deja solo al “compañero”, Massa emprende el desafío de su vida. Sacar a la Argentina del pozo. Si lo lograra, sería uno de los candidatos presidenciables de Cristina. Esto es a todo o nada.

Ante las expectativas generadas, la baja de Silvina Batakis de un plumazo, y la designación del flamante ministro de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Massa, la cosa está que arde. Desde todos los sectores el ambiente es irritable. Quizás eso haya llevado a Massa a pedir “tranquilidad”, el sábado a la tarde: “No demos nombres o medidas para no generar incertidumbre ni falsas expectativas”. Así utilizó su cuenta de Twitter para adelantar algunas acciones que tomará cuando desembarque en el Palacio de Hacienda, el próximo miércoles.

Quisiera transmitir una hoja de ruta clara para evitar versiones, especulaciones o falsas medidas en supuesto estudio. El lunes y martes voy a comunicar los nombres de quienes me acompañaran en esta nueva responsabilidad que me toca enfrentar”.

“Además, el día martes está acordada la sesión especial donde presentaré mi renuncia como presidente de la Cámara de Diputados y se designará mi reemplazo al frente de la Cámara”, detalló en un segundo mensaje.

“El miércoles el presidente Alberto Fernández me tomará juramento y luego en conferencia de prensa voy a comunicar el plan de trabajo, objetivos y ejes a abordar, así como también la mecánica de los primeros 10 días que van a darnos un camino a recorrer y los desafíos a encarar como país”, adelantó.

“Con mucho respeto les pido que no demos por supuestas cosas previamente en términos de nombres o medidas para no generar incertidumbre ni falsas expectativas. Muchas gracias”, esgrime en su mensaje final.

 

Mercadeo, dólar y otras yerbas

El anuncio de la designación de Massa el jueves último repercutió de manera positiva en el mundo financiero, ya que el riesgo país descendió a 2395 puntos básicos del índice que elabora el JP Morgan y que había llegado 2943 puntos básicos el lunes.

El dólar contado con liquidación bajó a 288,28 pesos (con un descenso ese día de $33,62), el dólar MEP a $282,37 (una baja de $15,79 ayer) y el “blue” a $296, esto es 18 pesos menos que el jueves pasado.

Es que el mundo de las finanzas necesitaba saber quién es el que daba las órdenes, si Alberto o Cristina. Usted lo dijo. Es Ella.

“Hay un acuerdo político sellado, aunque Cristina no se referirá a los ajustes”, expresó una fuente cercana a Ella. Cristina maneja la información de todas las maniobras que analiza Massa y lo que hará. El diálogo es constante. Resguardo que necesitaban los hombres del mercado financiero para bajar las ansiedades y la incertidumbre.

El vínculo Massa, Cristina es fluido y mantienen diálogo constante. Ahora, más unidos por el espanto, las encuestas políticas en picada libre y la inflación en alza, ante un dólar que cedió, pero amenaza.

Massa ingresa como ministro conjunto de las áreas de Economía, Desarrollo Productivo, y Agricultura, Ganadería y Pesca, en reemplazo de Silvina Batakis, Daniel Scioli y Julián Domínguez, respectivamente. En el reacomodamiento, Batakis fue designada presidenta del Banco Nación, en lugar de Eduardo Hecker; y Scioli volverá como embajador en Brasil.

Pero el primero en dar el batacazo fue Gustavo Béliz que renunció el jueves pasado a la Secretaría de Asuntos Estratégicos, con una frase en su despedida que ya hace historia: “Dios los guarde”. Fue reemplazado por Mercedes Marco del Pont, quien a su vez dejó su cargo como titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en manos de Carlos Castagneto, quien ya trabajaba como director general de Recursos de Seguridad Social en el organismo recaudador.

El viernes pasado, renunció también Martín Pollera a la Secretaría de Comercio Interior, junto a todo su equipo, quienes llegaron de la mano de Batakis. Ese mismo día el presidente dispuso que el jefe de Asesores presidencial Juan Manuel Olmos sea el vicejefe de Gabinete de Juan Manzur en lugar de Jorge Neme, quien pasará a ocupar un puesto en el Ministerio de Economía. Si bien había run runes de cambios, el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, hombres del riñón de Alberto Fernández, continuarán en sus cargos. Tampoco se consumó la unión de los ministerios de Obras Públicas y Transporte..

Un revoleo de nombres y reacomodamiento que se veía venir desde hace días.

Según confirmó Aníbal Fernández, Cristina Kirchner consensuó todas estas medidas con el presidente, créalo o no.

 

“Revoleo de bolsos con dólares”

Mientras Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina apuntó en la inauguración oficial de la entidad contra el Gobierno, Sergio Massa emprendió canales de diálogo durante el mismo sábado. “Hoy las retenciones son ilegales, e inconstitucionales... Ya sabemos lo que no funciona: no funciona el revoleo de bolsos llenos de dólares, ni el recuento de pilas de billetes mal habidos”, dijo Pino en su relato. “Exigimos, para la carne, el trigo, el maíz y para todos los demás productos, la total liberación de los mercados”. “Los especuladores no somos los productores, el mayor especulador es el Estado”, sentenció y arremetió contra la incertidumbre.

Con Massa, el ministerio de Economía será político ciento por ciento. Cuenta con aval de los gobernadores peronistas, aval del empresariado y de Ella. Aunque se perciben actitudes políticas bizarras de la década de los 90, “pizza, Ferrari y champagne”, memes, fotos simpáticas de Massa, Moria Casán en el medio, y demás pinceladas de la época menemista, al “diablito” como le dice Elisa Carrió a Sergio Massa, le queda una tarea mayúscula por delante. Enderezar la economía argentina, cubrirla de seriedad, que la moneda valga, que Argentina sea respetada en el mundo. Que lo logre es el deseo de todos. Pero deberá dejar de mentir, dejar de pretender ser querido por todos los sectores y poner límites.

“Dios nos guarde”.