Frente a más de 100.000 mandatarios, fieles y miembros del clero, el flamante Pontífice ofició su primera misa como máximo líder de la Iglesia Católica.
Tras casi dos semanas del humo blanco que marcó su elección como nuevo líder de la Iglesia Católica, León XIV inició ayer domingo oficialmente su papado en el Vaticano oficiando su primera misa como Pontífice frente a más de 100.000 mandatarios, fieles y miembros del clero de todo el mundo. Una y otra vez llamó a la unidad de la Iglesia para poder servir en un mundo marcado por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo y una realidad económica "en la que se explotan los recursos de la Tierra y se marginaliza a los más pobres."
Durante su mensaje que realizó desde la Plaza de San Pedro, le guardó un lugar especial a Francisco. "Después de la muerte del papa Francisco, nos sentimos como ovejas sin un pastor. Sin embargo, tras haber recibido su última bendición el domingo de Pascuas y con esperanza y alegría en la mirada, recordamos cómo el Señor nunca abandonó a su pueblo", aseguró.
El nuevo Pontífice, elegido el pasado 8 de mayo tras el cónclave, inauguró su ministerio petrino con esta misa en la que recibió el palio y el Anillo del Pescador, símbolos del poder papal. En su homilía, llamó a la Iglesia a superar sus divisiones y a tender puentes con las otras religiones y ramas del cristianismo, ejerciendo como un reducto de “comunión y fraternidad”.
La entronización del papa León XIV marca un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica, en medio de una amplia expectativa global por su visión y rumbo espiritual. En su primera misa en la Capilla Sixtina del Vaticano, el nuevo Papa confirmó que continuará con la visión y las reformas de su predecesor Francisco, tras asegurar que el difunto pontífice dejó un "precioso legado" que debe seguir.
El mensaje del sucesor de Francisco: las señales del nuevo rumbo de la Iglesia
El estadounidense con nacionalidad peruana Robert Francis Prevost realizó su primera misa oficial como León XIV y sostuvo que fue "elegido sin ningún mérito". Además, afirmó: "Con temor y trepidación vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría, caminando con ustedes por el camino del amor de Dios que nos quiere a todos unidos en una única familia".
El nuevo representante de la Iglesia Católica aseguró que el Papa no puede ser "un líder solitario o un jefe por encima de los demás", ya que "Dios, quiere a todos unidos en una única familia". Y dijo: "Pedro debe apacentar el rebaño sin ceder nunca a la tentación de ser un líder solitario o un jefe que está por encima de los demás, haciéndose dueño de las personas que le han sido confiadas, por el contrario, a él se le pide servir a la fe de sus hermanos, caminando junto con ellos".
El papa León XIV recibió la promesa de obediencia de 12 personas durante la misa de inicio de su pontificado. El rito cambió en los últimos años y no fueron los cardenales los que prometieron obediencia, sino representantes de la Iglesia católica. Tras recibir el palio y el Anillo del Pescador, los doce representantes se acercaron al pontífice. Por parte de los cardenales fueron el canadiense Francis Leo, en representación de América del Norte, el brasileño Jaime Spengler, en representación de América del Sur, y el de Papua Nueva Guinea, John Ribat, por Oceanía.
Sensibilizado con la justicia social, el Sumo Pontífice, de 69 años, advirtió: "Vemos aún demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres".
En ese sentido, llamó a “construir un mundo nuevo donde reine la paz” y aseguró que “amor y unidad” son “las dos dimensiones de la misión que Jesús confió a Pedro”, es decir, los pilares en los que se basará su pontificado. A su vez, señaló que, aunque la misión de Pedro es la de “pescador de hombres” y, por tanto, la de la Iglesia católica, “no se trata nunca de atrapar a los demás con el sometimiento, con la propaganda religiosa o con los medios del poder, sino que se trata siempre y solamente de amar como lo hizo Jesús”.