El jefe de Estado, Daniel Noboa, y su contrincante, la correista Luisa González, cerraron sus campañas con promesas de lucha contra el narcotráfico. Los ecuatorianos elegirán el domingo 9 a un nuevo presidente, 151 asambleístas y cinco parlamentarios andinos.
Los candidatos a la Presidencia de Ecuador cerraron sus campañas rumbo a los comicios del domingo. Daniel Noboa y Luisa González, los principales contendientes según las encuestas, reunieron a una multitud en Guayaquil y Quito, respectivamente.
El presidente en funciones y candidato de Acción Democrática Nacional combinó su rol gubernamental con la campaña electoral, destacando su gestión en materia de seguridad y desarrollo. Pese al fallo de la Corte Constitucional que declaró inconstitucional su intento de delegar funciones, Noboa sostuvo que no necesita licencia para hacer campaña.
En los últimos días visitó varias provincias acompañado de su equipo, su madre y su esposa. Para su cierre de campaña, organizó una caravana en Guayaquil en la tarde y posteriormente un mitin en Quito, donde reiteró su compromiso con la lucha contra la delincuencia y la modernización del Estado.
El modelo correísta
Luisa González, candidata de la alianza Revolución Ciudadana-RETO, cerró su campaña con un acto masivo en la avenida 9 de Octubre de Guayaquil, en el que defendió el legado del ex presidente Rafael Correa. Durante la última semana, intensificó su recorrido por diversas provincias, donde prometió reactivar la inversión en infraestructura, educación y salud.
En Quito, a pesar de la lluvia, González instó a sus seguidores a resistir las políticas del actual gobierno, que califica de neoliberales. Entre sus propuestas destacan la construcción de nuevas cárceles, la reforma del sistema penitenciario y la mejora de hospitales y carreteras. En su discurso final, enfatizó su intención de restablecer programas sociales y fortalecer la economía con un modelo de mayor intervención estatal.
La sombra de la violencia
Mientras avanza la campaña, la crisis de inseguridad que golpea al país desde hace más de un año sigue sin dar tregua. El incremento del crimen organizado y el narcotráfico ha derivado en una ola de secuestros y asesinatos que sacude a la población. Según expertos, la escalada de violencia armada ha generado una profunda sensación de inestabilidad en Ecuador.
En 2023, el país alcanzó la tasa de homicidios más alta de la región, lo que obligó al Gobierno a decretar estados de excepción, desplegar operativos con fuerzas armadas y militarizar las cárceles en un intento por contener la crisis. Sin embargo, los hechos de violencia continúan conmocionando a la sociedad.
Uno de los casos más impactantes en las últimas horas fue el hallazgo de una bebé de ocho meses gateando sola por una carretera desolada en Santa Elena, luego de que su madre fuera asesinada. La mujer, de 29 años, fue hallada a 500 metros del lugar con varios impactos de bala en la cabeza. El caso, ampliamente difundido en redes sociales, refleja el nivel de inseguridad que enfrenta el país, donde la violencia no discrimina edad ni condición.