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Cinco de los ocho acusados de la muerte de Fernando Báez Sosa fueron condenados en la ciudad de Dolores a prisión perpetua como coautores del crimen cometido el 18 de enero del 2020 a la salida de un boliche de la localidad de Villa Gesell. Los otros tres recibieron la pena de 15 años de prisión por haber sido considerados partícipes secundarios.

La condena fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores, que consideró por unanimidad que Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi fueron coautores del delito de "homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves", cuya única pena posible es la prisión perpetua.

Además, los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia entendieron que Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi fueron "partícipes secundarios" del mismo delito y se les aplicó una pena de 15 años de prisión.

La presidenta del tribunal, María Claudia Castro, consideró que "conforme la descripción de los hechos que tuve por demostrados, corresponde calificar los mismos como constitutivos de los delitos de homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía en Concurso Ideal con Lesiones Leves reiteradas". "De acuerdo al rol desempeñado en el suceso -agrega la sentencia-, resultan ser coautores penalmente responsables del mismo, los acusados Máximo Pablo Thomsen, Luciano Pertossi, Ciro Pertossi, Matías Franco Benicelli y Enzo Tomás Comelli, en tanto Lucas Fidel Pertossi, Ayrton Michael Viollaz y Blas Cinalli deberán responder en calidad de partícipes secundarios de tal hecho. Ello, en un todo de conformidad con lo establecido por los artículos 80 incisos 2 y 6, 89, 54, 45 y 46 del Código Penal. La figura prevista en el artículo 80, inciso 6, del Código Penal agrava el homicidio merced a que la pluralidad material y subjetiva de agentes disminuye la posibilidad de defensa de la víctima, potencia el poder de los ofensores y, de esa manera, tiende a asegurar el resultado delictivo".

El tribunal aseguró que "ha quedado acreditado, con el grado de certeza que requiere este pronunciamiento, que Fernando Báez Sosa murió como consecuencia de brutales golpes recibidos durante el breve ataque propinado por múltiples agresores luego de haber quedado inmovilizado, semi inconsciente, tras recibir los primeros golpes".