Lionel Messi marcó el primer gol, de penal, y luego desplegó todo su repertorio en el Lusail Stadium de Doha. Julián Álvarez anotó los otros dos, el primero con una corrida desde media cancha, y el segundo asistido de manera excelsa por el capitán. Ahora se enrentara en la final con el ganador de Francia-Marruecos, que se jugará mañana miércoles.
Argentina formó con un 4-4-2, con Molina y Tagliafico de laterales y la zaga ya conocida: Otamendi-Romero. Los volantes: Leandro Paredes se posicionó como mediocampista central soltando a Enzo Fernández como mediocampista interno, De Paul y Mac Allister estaban abiertos en esa línea de 4. Adelante, Leo Messi y Julián Álvarez.
Frente a la desconfianza que genera la radicalización del gobierno libertario y su alineación casi bélica con Estados Unidos, conviene analizar que los vínculos de Milei-Mondino con Trump y Biden tienen fisuras y que, si este último gana en noviembre, corremos el riesgo de quedar “aislados del mundo”, como le gusta repetir a la derecha argentina. 
Por Franco Hessling
El domingo 24 de marzo volvió a abrirse una grieta que muchos pensábamos que estaba casi cerrada: la teoría de los Dos Demonios como una manera de resolver la discusión sobre el rol del Estado y de la guerrilla en ese período terrible que comenzó poco tiempo antes del golpe de Estado de 1976.
