11 22 loscardones

Se celebró un nuevo aniversario de uno de los tesoros naturales más emblemáticos del noroeste argentino: el Parque Nacional Los Cardones, que cumplió 29 años desde su creación oficial el 20 de noviembre de 1996.

Este santuario natural, ubicado entre los departamentos de Cachi y San Carlos, protege más de 64.000 hectáreas de biodiversidad, historia y paisajes únicos que lo convierten en un destino imperdible para quienes buscan conectar con la naturaleza y la cultura ancestral de los Valles Calchaquíes.

El parque es famoso por su Recta del Tin Tin, un tramo de camino perfectamente recto que atraviesa la inmensidad del valle y se extiende por más de 19 kilómetros. A ambos lados, los cardonales se pierden en el horizonte, creando una postal inolvidable que combina la aridez de la altura con el cielo azul profundo y el aire puro de la montaña. Este escenario, moldeado por miles de años de procesos geológicos y climáticos, sorprende a cada visitante con su sencillez agreste y su belleza imponente.

Los cardones, protagonistas indiscutibles del parque, son testigos silenciosos del paso del tiempo. Con edades que oscilan entre los 250 y 300 años, custodian caminos, vestigios arqueológicos y paisajes que parecen detenidos en la historia. Su crecimiento es lento: apenas entre 1 y 5 centímetros por año. Solo después de medio siglo de vida producen sus características flores blancas, efímeras y delicadas, que al marchitarse dan lugar a la pascana, un fruto del cual se desprenden hasta 80.000 semillas. Esta capacidad reproductiva asegura la continuidad de la especie, aunque durante décadas estuvo amenazada por la tala indiscriminada. Hoy, gracias a la protección legal, su explotación está terminantemente prohibida.

 

Un refugio de biodiversidad

El Parque Nacional Los Cardones no es solo un paisaje de cactus y montañas. Su riqueza natural se organiza en cuatro ambientes principales, cada uno con características propias y especies adaptadas a condiciones extremas:

Reserva de la Puna (3500-4500 msnm): clima seco, temperaturas bajo cero y humedad casi nula. Aquí prosperan especies como la tola, añagua, rica-rica, cortadera, muña-muña y diversas gramíneas.

Prepuna (2200 msnm): un ambiente más benigno donde crecen los churquis, formando pequeños bosques conocidos como “churcales”.

Monte occidental: hábitat de los cardones y las jarillas, arbustos que protegen a los cactus jóvenes hasta que alcanzan su porte definitivo. En época de lluvias, las flores amarillas del amancay iluminan las laderas del cerro Tin Tin y la Quebrada de Cajoncillo. También abundan breas y retamos, arbustos de tallos verdes y flores amarillas que no superan el metro de altura.

Pastizal alto andino de neblina: con menos de 200 milímetros de lluvia al año, predominan gramíneas, leguminosas y algunas especies de hongos.

La fauna es igualmente diversa. Guanacos, zorros colorados y grises, chinchillones, pumas, pericotes andinos y quirquinchos chicos conviven en este ecosistema. Entre las aves destacan la gaviota andina y el carpintero de los cardones, aunque el verdadero símbolo es el cóndor andino, cuyo vuelo majestuoso sobre las quebradas provoca admiración y respeto. Además, el parque protege especies en peligro de extinción como la vicuña y la taruca o huemul del norte, ambas fundamentales para la conservación de la biodiversidad de altura.