Una gran cantidad de fieles se dio cita ayer en la procesión en honor a la Virgen del Perpetuo Socorro, uno de los eventos religiosos más significativos de la provincia de Salta. La procesión, que comenzó a las 15:30 horas, recorrió las calles Leguizamón, Sarmiento, Belgrano y Balcarce, hasta llegar frente a la Legislatura provincial.
La jornada estuvo marcada por la presencia de una multitud de devotos, entre los cuales destacó la participación de los guachos de Güemes, que llegaron de diferentes agrupaciones locales. Estos seguidores de la tradición gaucha se sumaron con gran fervor a la celebración, lo cual la devoción hacia la Virgen del Perpetuo Socorro, patrona de los gauchos.
El clima no fue impedimento para que los fieles se unieran a esta tradición. A pesar de la ola de frío polar que afectó a la región, el padre Javier Roldán, párroco de la iglesia, destacó la impresionante respuesta de la comunidad durante la novena. “Es lindo ver la perseverancia de los devotos, que a pesar de los días crudísimos de frío, vinieron. Tenemos nueve misas diarias, hay mucha gente, sobre todo en estos días fríos. Esperamos una mayor afluencia el sábado y el domingo, como es habitual”, expresó Roldán.
En tanto, durante su mensaje, el arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello, agradeció a los padres redentoristas por invitarlo a compartir la fiesta y subrayó: "Todo el fenómeno de la presencia de los gauchos que marca la vida de nuestra Salta está ligado con la devoción a la Virgen del Perpetuo Socorro".
Cargnello señaló que "la esperanza es hablar de vida, de fuerza para vivir y de apoyo para caminar". Y agregó: "La nobleza de vida es la primera virtud de un buen gaucho. No nace de la sangre, sino del compromiso, del respeto por el otro y del testimonio de vida".
El arzobispo también remarcó el rol de la familia como base de la esperanza. "El gaucho cuida su familia con trabajo, honradez y amor por la vida. Es un modelo de padre, esposo, hermano e hijo".