En diálogo con Punto Uno el abogado, ex dirigente político y escritor compartió su experiencia marcado por la pasión en las ideas y la búsqueda de preguntas.
Desde joven creyó que “el salteño era poco curioso” pero con los años, tanto en el ejercicio público como en los vínculos personales, descubrió lo contrario. “Me encontré con muchas personas con un deseo enorme de saber, de entender. Eso me pareció admirable de la gente de esta tierra”, dijo.
Criado en una familia política creció entre discusiones apasionadas. “En casa se hablaba mucho de política. En lo de mi abuela, donde se reunían los nueve hermanos Caro, se armaban líos tremendo, mi mamá tenía que poner orden golpeando con los cubiertos sobre la mesa”, recordó en el programa “Yo Profundo” que se emite los jueves en el streaming de nuestro diario.
A los 16 años ya había terminó el colegio secundario en el colegio Nacional. A los 19 se recibió de abogado. “Tenía un acelerador adentro. Me parecía que todo debía resolverse rápido”, reconoció.
Como estudiante lideró movilizaciones. Como abogado joven, fue presidente del Centro de Estuantes de Derecho en Tucumán, luego ingresó al Poder Judicial como secretario de juzgado, y más tarde desarrolló una vasta carrera en Derecho Laboral.
“Mi gran maestro fue un juez, Ernesto Zamar. Me enseñó a trabajar, a resolver, a tratar con respeto a todos. Eso me marcó más que la universidad, me vio y me mando a un sastre a que me hicieron un saco”, rememoró.
Y aunque creció en un contexto de ortodoxias, su pensamiento fue cambiando. “La ortodoxia era un lema de mi época juvenil. Hoy me parece una pérdida de tiempo. Nada es inamovible, nada es definitivamente cierto”.
“La curiosidad. La inquietud. El deseo de no conformarse con lo que se ve es lo más importante para las nuevas generaciones”, indicó.
Paso siguiente dijo que el paso por distintas responsabilidades políticas, tanto en el gobierno de Menem, De la Rua o con el español Felipe González fue siempre “para aportar”. Prefirió recordar lo aprendido y salir del poder sin escándalos y en busca de otros rumbos en la actividad privada.
“Trato de inculcarle a mis nietos que hay que ser curioso, que hay que preguntar, investigar, sospechar. Las cosas no son como aparecen a primera vista”, finalizó.