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Luciana Rossi, coordinadora general de TECHO en Salta, pasó por el streaming de Punto Uno y compartió la labor que realiza la organización en los barrios más postergados de la ciudad y la provincia. Además, lanzó un llamado a la comunidad para que más personas se sumen como socios solidarios.

“Trabajamos con la emergencia habitacional en contextos de extrema vulnerabilidad”, expresó Luciana Rossi, referente de TECHO Salta, una organización que tiene cómo norte la mejora en habitat y vivienda con presencia tanto a nivel nacional como latinoamericano.

La problemática habitacional no espera y desde TECHO lo saben: “Respondemos a la urgencia con la acción, con la construcción de viviendas de emergencia o con la articulación de proyectos comunitarios”, enfatizó.

La organización trabaja activamente en los barrios San Justo, Floresta, San Javier (cerca del vertedero), ARA San Juan, La Ciénaga y Virgen de Urkupiña, lugares donde las necesidades básicas no siempre están garantizadas. En San Javier, por ejemplo, se ejecutó recientemente un proyecto de iluminación que implicó la instalación de 28 luminarias, una iniciativa impulsada por el reclamo de los vecinos ante la creciente inseguridad. “Hacemos mesas de trabajo con los vecinos, así pensamos en los proyectos. Ellos relevan la problemática y tratamos de responder en conjunto”, explicó Rossi, refiriéndose a la metodología de diagnóstico participativo que la organización implementa.

Pero la tarea es compleja y, como aclaró la coordinadora, es fundamental la articulación con el sector privado y con el Estado: “Es muy necesaria la articulación con todos los sectores”. Sin embargo, enfatizó que sin políticas públicas de fondo, la intervención territorial queda limitada. Aun así, TECHO logra tejer redes comunitarias sólidas que dan respuestas concretas y transforman realidades cotidianas en Salta.

En este contexto, la organización lanzó una campaña para invitar a la ciudadanía a involucrarse. “Ahora estamos con una campaña para que más personas se sumen como socios de TECHO, con una mínima donación mensual a través del débito automático. El monto lo decide la persona. Hay beneficios como descuentos en algunas cadenas”, detalló Rossi. Se trata de un gesto simple, pero con gran impacto: con cada nuevo socio, TECHO gana herramientas para llegar a más familias y sostener el trabajo comunitario.

Los jóvenes voluntarios de la organización dejan un mensaje claro: nadie puede solo. TECHO convoca a construir un futuro más justo desde el compromiso cotidiano, con el aporte de quienes creen en la posibilidad de transformar la realidad. Sumarse como socio no es solo un acto de solidaridad, sino una forma concreta de involucrarse con quienes enfrentan todos los días la urgencia de no tener un techo digno.

Para más información sobre cómo colaborar, seguir a la organización en redes sociales @comunidadtecho_salta.