04 21 papa014El futuro de la Iglesia está en el “fin del mundo”.

Fue así como el argentino Jorge Mario Bergoglio confesó en el balcón de San Pedro con pudor y modestia la extraordinaria sorpresa que le causó la designación como sucesor de Benedicto XVI.
Aquel día, el argentino dedicó a Joseph Ratzinger sus primeras palabras, además de pedir a los feligreses que abarrotaban la Plaza de San Pedro, quienes compartieron un Padre Nuestro en homenaje al “obispo emérito”, testigo de la proclamación de Francisco I desde las habitaciones de de Castel Gandolfo.
En ese momento eligió llamarse Francisco como el que representó su papado, en homenaje a San Francisco de Asis, que fue diácono y fundador de la Orden Franciscana.