04 14 pilcomayo

Tras la crecida histórica del río Pilcomayo en marzo pasado, su cauce cambió de forma preocupante. Aunque las modificaciones en su curso son habituales, esta vez el río golpea con fuerza y de manera constante la margen salteña a la altura de Misión La Paz, generando una situación crítica.

El anillo de contención construido por Recursos Hídricos para proteger la zona prácticamente ha desaparecido, y las comunidades locales temen que el agua atraviese la defensa. De ocurrir, las consecuencias podrían ser desastrosas tanto para los pobladores como para las instituciones asentadas en el lugar.

"Desde el 11 de abril corre peligro la defensa de Misión La Paz, en los tramos de los kilómetros 1 y 2. El río está llegando, se está desmoronando. Ahora corre peligro toda la gente que vive acá y además Gendarmería, la Aduana y el Senasa", alertó Hugo González, vocero de las comunidades indígenas.

Misión La Paz se conecta con Pozo Hondo, en Paraguay, a través de un puente internacional. La zona es estratégica no solo por la presencia de comunidades indígenas, sino también por las oficinas de organismos nacionales que operan en esta ruta internacional.

La situación es especialmente preocupante porque el avance del río no se da con una crecida violenta y puntual, sino con un desgaste constante que va erosionando la defensa poco a poco. Hoy, esa línea de contención se encuentra a menos de 100 metros de la ruta 54 y a solo 900 del puente que une ambos países.

“El problema es que no es una crecida que choca y pasa. Es un desgaste constante que va comiendo la defensa. Así va a llegar al puente internacional”, explicaron vecinos de la zona.

La última crecida del Pilcomayo provocó terribles consecuencias dentro de un territorio paraguayo, desde donde el agua retorna con más fuerza hacia Argentina, empujando el cauce contra la margen salteña.

Ante la emergencia, la Municipalidad de Santa Victoria Este envió equipos de contención el pasado fin de semana.