Luego de que el oficialismo sufriera un fuerte revés en el Senado con la aprobación de los proyectos sobre jubilaciones y moratoria previsional, Guillermo Francos intentó suavizar el conflicto entre la Casa Rosada y los gobernadores. El jefe de Gabinete aseguró que las puertas del diálogo siguen abiertas, que hay mandatarios con los que ya tienen acuerdos políticos y que no todo está roto en la relación con las provincias.
“La posibilidad de conversar está siempre”, afirmó Francos ayer en declaraciones radiales, en un intento por contrarrestar la tensión creciente entre el presidente Javier Milei y los jefes provinciales, después de que el Congreso avanzara con iniciativas que el Gobierno considera nocivas para el equilibrio fiscal.
“No está todo roto, creo que hay posibilidad de conversar. De hecho, conversamos permanentemente con los gobernadores y con algunos vamos a tener acuerdos electorales”, subrayó.
El funcionario también destacó que no todos los mandatarios provinciales actúan de la misma forma respecto a la administración del gasto: “Hay algunos que se dedican a gastar y otros que son más serios con el uso de los recursos públicos”, dijo, marcando una diferencia entre lo que considera una actitud responsable y otra meramente populista.
En ese sentido, criticó duramente la sesión del jueves en la Cámara Alta, donde se aprobó el aumento a las jubilaciones y la restitución de la moratoria previsional. Francos la calificó como “irregular” y aseguró que fue autoconvocada sin el debido temario: “Eso forma parte de una maniobra del kirchnerismo que busca desestabilizar al Gobierno. Quieren golpear donde más nos duele, el equilibrio fiscal, pero no lo van a lograr”.
Además de anticipar que el presidente Milei vetará ambas leyes, confirmó que el Gobierno llevará el tema a la Justicia si el Congreso insiste: “Si insisten, judicializaremos la ley, porque no tiene recursos. Es muy fácil quedar bien en campaña diciendo ‘démosle plata a todos’, pero eso en la gestión real te rompe todo”, advirtió.
Por último, el jefe de Gabinete reiteró que más allá de las tensiones políticas, hay margen para reconstruir algunos puentes. “No todos los gobernadores son iguales. Hay diálogo con varios y algunos están alineados con nosotros en lo electoral. Vamos a seguir conversando”, concluyó.
Con Villarruel
Por otro lado, luego de que el presidente Javier Milei calificara de "traidora" a Victoria Villarruel -por presidir la sesión en el Senado que aprobó los proyectos jubilatorios y de discapacidad -, el jefe de Gabinete, intentó bajar el tono a la interna y justificó el accionar de la vicepresidenta. "Es una posición institucional muy compleja”, aseguró.
En este escenario, Francos reconoció que hay "desentendimientos entre el Presidente y la vice", aunque luego analizó que "es una cuestión de personalidades".
En detalle, la jornada del jueves marcó una dura derrota legislativa para el Gobierno. Primero, la oposición no solo logró juntar quórum para llevar adelante la sesión, sino que también aprobó la moratoria, la actualización previsional y la emergencia en Discapacidad.
En medio de la sesión que estaba siendo presidida por Villarruel, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cruzó a la vicepresidenta por estar presente y la acusó de "denigrar la institución" que representa: "Al menos siga del lado del pueblo que la votó".
La respuesta de Villarruel fue un texto extenso y contundente. En él, la vicepresidenta acusó a la ministra de haber integrado "orgas terroristas" que denigraron la democracia. "Todos los argentinos saben de qué lado estoy en lo que a kirchnerismo se refiere".
Luego de que se aprueben los proyectos - y de que Villarruel se retirará de la sesión en este proceso - el presidente Javier Milei también salió a reflotar la interna con su vicepresidenta. En un discurso por el acto 171° de la bolsa de Comercio de Buenos Aires, trató a su compañera del Ejecutivo de "traidora".
En este escenario de guerra interna, Francos afirmó que la vicepresidenta "cumplió su rol institucional" y que "no pudo suspender una reunión que se había autoconvocado".
“Si ella no entraba al recinto cuando se consiguió el quórum, la sesión la presidía Sapa", justificó.
"Ella asumió la responsabilidad de sentarse en la presidencia, pero se retiró después. Cuando nuestro bloque dijo que es ilegítimo, se retiró”, remarcó Francos quién por último calificó el rol de Villarruel como "una posición institucional muy compleja".