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Así lo indicó Miriam Guzmán, referente del sector Pyme, en diálogo con Punto Uno. Cuestionó el comportamiento de algunos actores del mercado frente al anuncio del Gobierno de eliminar el cepo cambiario. Alertó sobre la falta de intervención estatal y el impacto directo en los precios.

La semana pasada cerró con anuncios del Gobierno en materia económica, en un contexto de creciente tensión cambiaria. Entre las medidas más resonantes, se destacó el final del cepo al dólar, lo que generó un clima de especulación e incertidumbre que podría tener su reflejo inmediato en los precios al consumidor.

Miriam Guzmán, contadora pública y figura destacada del sector Pyme —Presidenta de FIAL, Directora de ICQ y referente de la Mesa Nacional Monapy—, expresó su preocupación: “Esto ya lo vimos, son los vivos de siempre aumentando el precio porque no saben qué va a pasar”. Según Guzmán, la falta de certezas sobre el rumbo económico y el papel del Banco Central agrava el panorama.

“Con todo lo que venimos escuchando sobre el tema, es bastante incierto. Hay que ver cuántos dólares tiene el Banco Central y cuántos circulan entre los ciudadanos. Si esto se llega a salir de control… es algo que asusta”, advirtió.

El nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional incluye un régimen de tipo de cambio flotante dentro de una banda de entre $1.000 y $1.400. Para algunos analistas, se trata de un paso hacia la normalización del mercado; para otros, una “devaluación encubierta”.

Desde el oficialismo aseguran que no hay motivos para un nuevo salto inflacionario, pero Guzmán discrepa en los hechos: “Sí, coincido en que no debería pasar, pero tienen que darse las condiciones para que estemos todos tranquilos. Cuando hay corridas y el dólar se dispara sin intervención, todo puede pasar”, dijo.

Respecto al inicio de semana, las expectativas están lejos del optimismo: "Esperamos poder trabajar. Que vuelva la cordura en quienes gobiernan. Nos ofrecían libertad, pero lo que menos tenemos es libertad. No hay reglas claras para nadie”, sentenció la dirigente salteña.

Mientras el país se prepara por un nuevo periodo marcado por la volatilidad, desde el sector Pyme el reclamo es claro: previsibilidad, reglas estables y un freno a los aumentos especulativos.