La minería en Argentina sigue ganando terreno, y la provincia de Salta es clave en el desarrollo del litio, un mineral fundamental para la transición energética mundial.
Aunque el mercado de este mineral experimentó una baja en los precios durante 2023, con un promedio de u$s 9.200 por tonelada, mucho más bajo que los u$s 21.000 alcanzados en los dos años previos, las proyecciones para 2025 apuntan a una posible recuperación.
A pesar de esta caída, las exportaciones de litio aumentaron en volumen, y en 2023 el país logró exportaciones por u$s 849 millones.
En este escenario, el litio argentino sigue siendo una pieza clave para las grandes potencias globales, con China y Japón acaparando más de dos tercios de las exportaciones de litio del país. No obstante, las perspectivas en el mediano y largo plazo son positivas, impulsadas por el crecimiento de los proyectos mineros.
Salta, el boom del litio
Uno de los proyectos más destacados es el de Sal de Oro, ubicado en la frontera entre Salta y Catamarca, desarrollado por la empresa surcoreana Posco. Con una inversión de u$s 1.000 millones, el proyecto tiene como objetivo producir 25.000 toneladas anuales de fosfato de litio en su primera etapa, además de establecer una planta para la producción de hidróxido de litio de grado batería.
A ellos, se suma el yacimiento Centenario-Ratones, ubicado a 3.900 metros sobre el nivel del mar, desarrollado por Eramine Sudamérica S.A., con un potencial de producción en una primera etapa de 24.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) al año.