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En su habitual columna, la doctora Josefina Medrano destacó la importancia del cuidado de la piel frente a la exposición solar y aclaró una duda que muchos tienen: ¿los protectores solares son productos cosméticos o deberían ser considerados medicamentos?

"Lo más importante para cuidar la piel es la protección y la hidratación", afirmó. Y si bien el sol puede ser beneficioso en ciertos momentos del día, es fundamental evitar la exposición durante las horas en las que sus rayos son más dañinos, generalmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m.

La doctora Medrano explicó que es saludable exponerse a los rayos solares por breves periodos durante el día, ya que nuestro cuerpo necesita luz solar para sintetizar vitamina D, un nutriente esencial para la salud ósea, el funcionamiento del sistema inmunológico, y la regulación de los estados de ánimo. "La energía solar incluso influye en nuestro bienestar emocional; los países nórdicos, por ejemplo, tienen altas tasas de depresión debido a la falta de luz solar, algo que está directamente vinculado al clima", señaló Medrano. Por lo tanto, la clave está en encontrar un equilibrio: aprovechar los beneficios del sol sin exponerse a sus efectos nocivos.

¿Qué son realmente los protectores solares?

"Es fundamental entender que los protectores solares son productos médicos", enfatizó la doctora Medrano. Estos productos contienen filtros químicos o físicos que actúan como una barrera para proteger la piel de los efectos dañinos de los rayos ultravioleta (UV). Los filtros químicos absorben los rayos solares, mientras que los físicos los reflejan.

Lamentablemente, muchas obras sociales solo cubren el costo de los protectores solares en personas con enfermedades preexistentes, como el lupus o ciertos tipos de cáncer de piel. "El problema es que, desde una perspectiva médica, los protectores solares son considerados productos cosméticos, como un lápiz labial o una máscara de pestañas, cuando en realidad su uso es fundamental para la prevención de enfermedades graves", aclaró Medrano.

Para la doctora, un factor de protección solar (FPS) de 40 es suficiente para la mayoría de las personas, siempre y cuando se recuerde reaplicarlo cada dos horas o después de nadar, sudar o secarse con una toalla. Además, recomendó complementar el uso de protector con medidas de protección física, como sombreros de ala ancha, gafas de sol con protección UV y ropa adecuada para proteger la piel de los rayos directos.

La necesidad de políticas públicas y accesibilidad

Uno de los puntos más importantes que destacó la doctora Medrano es la necesidad de que los protectores solares sean accesibles para toda la población. "Si algo no es accesible para todos, no está cumpliendo con su función preventiva en salud pública", expresó. En particular, se refirió a los segmentos de la población de bajos recursos que, por razones económicas, no pueden acceder a productos de protección solar de calidad.

"Es necesario caminar hacia una equidad en salud pública", afirmó Medrano, instando a que se trabajen políticas públicas que faciliten el acceso a estos productos esenciales. Según la doctora, se debería considerar a los protectores solares como una herramienta preventiva al igual que las vacunas. "Así como nos vacunamos para evitar enfermedades, deberíamos aplicarnos protector solar para prevenir afecciones serias en la piel, como el cáncer", concluyó.

Medrano también sugirió que, idealmente, las obras sociales deberían reconocer los protectores solares como medicamentos preventivos y cubrir su costo, al menos parcialmente. "Es difícil que quieran financiar algo preventivo, pero hay que comenzar por algún lado", reflexionó, y destacó que esto sería un paso clave para avanzar hacia la equidad en el acceso a productos de salud, comenzando por los más vulnerables.

La entrevista completa en el canal de Punto Uno en Youtube @puntounosalta.