La Cuesta del Obispo es uno de esos destinos que todo amante del turismo de aventuras debe experimentar al menos una vez en la vida. Esta impresionante ruta de 20 kilómetros bordea la Quebrada del Escoipe y ofrece un recorrido lleno de paisajes deslumbrantes, historia y adrenalina.

La Cuesta del Obispo debe su nombre a un evento histórico que data de 1622, cuando Monseñor Cortázar, la máxima autoridad eclesiástica de la época, tuvo que pernoctar en la mitad de la subida durante un viaje desde la ciudad de Salta hacia Cachi. Originalmente conocida como “Cuesta de la dormida del Obispo”, el nombre se simplificó con el tiempo, pero la historia sigue viva en cada curva de esta ruta.

El camino comienza en el Valle de Lerma y asciende hasta alcanzar los 3.348 metros sobre el nivel del mar en el punto conocido como Piedra del Molino. Este mirador ofrece una vista panorámica impresionante de la región, con montañas que parecen tocar el cielo y un mar de nubes que se extiende hasta donde alcanza la vista. Es un lugar perfecto para detenerse, respirar el aire puro de la montaña y tomar fotografías que capturen la majestuosidad del paisaje.

El recorrido es conocido por su zigzagueante ruta de cornisa, llena de curvas y contracurvas que desafían incluso a los conductores más experimentados. La carretera, que es en su mayoría de ripio, está bien mantenida, pero requiere precaución debido a su estrechez y a las condiciones climáticas que pueden cambiar rápidamente en la montaña.

Para los amantes del trekking y el senderismo, la Cuesta del Obispo ofrece numerosas rutas que permiten explorar la flora y fauna autóctonas de la región. Los visitantes pueden encontrarse con una variedad de animales, desde cóndores majestuosos que sobrevuelan la zona hasta llamas y vicuñas que pastan en los pastizales de altura. La vegetación también es diversa, con cardones y otras plantas típicas de la puna que añaden un toque de color al paisaje árido.

Aventura

Además del trekking, la Cuesta del Obispo es un destino popular para el ciclismo de montaña3. Los ciclistas pueden disfrutar de un emocionante descenso desde los 3.348 metros de altura, siguiendo el serpenteante camino que ofrece vistas espectaculares en cada curva. Esta actividad no solo proporciona una descarga de adrenalina, sino que también permite una conexión más íntima con el entorno natural.

Otra actividad popular es la observación de aves. La región es hogar de una gran variedad de especies, incluyendo el cóndor andino, que es uno de los símbolos más emblemáticos de los Andes. Los observadores de aves pueden pasar horas explorando la zona y capturando imágenes de estas majestuosas criaturas en su hábitat natural.

La Cuesta del Obispo no solo es un destino de aventura, sino también un lugar rico en cultura y tradición. A lo largo del camino, es común encontrar puestos de artesanos locales que venden productos hechos a mano, como tejidos, cerámicas y alimentos típicos de la región. Estos puestos no solo ofrecen una oportunidad para adquirir recuerdos únicos, sino también para interactuar con los habitantes locales y aprender más sobre su forma de vida.

Uno de los aspectos más interesantes de la Cuesta del Obispo es la presencia de antiguas rutas troperas, caminos que fueron utilizados durante siglos para el transporte de mercancías entre los valles. Aunque hoy en día la mayoría de los viajeros utilizan vehículos modernos, estas rutas históricas aún pueden ser exploradas a pie o a caballo, ofreciendo una visión fascinante del pasado de la región.

Con su impresionante paisaje, rica historia y una variedad de actividades al aire libre, el lugar ofrece una experiencia inolvidable para todos aquellos que buscan explorar la belleza natural y cultural de Salta. Ya sea que prefieras el trekking, el ciclismo de montaña o simplemente disfrutar de un paseo escénico, la Cuesta del Obispo tiene algo para todos. Así que prepara tu equipo, ajusta tu cámara y prepárate para una aventura que te dejará sin aliento.

Consejos para los viajeros

Para aquellos que planean visitar la Cuesta del Obispo, es importante estar bien preparados. Debido a la altitud, es común experimentar síntomas de mal de altura, por lo que se recomienda llevar hojas de coca o medicamentos específicos para prevenir el apunamiento. También es esencial llevar ropa adecuada para el clima, ya que las temperaturas pueden variar significativamente a lo largo del día. Es recomendable comenzar el viaje temprano en la mañana para aprovechar al máximo la luz del día y evitar las horas de mayor tráfico. Además, es importante llevar suficiente agua y alimentos, ya que no hay muchos lugares para abastecerse a lo largo del camino.