El Alfarcito, una pequeña comunidad enclavada en la Quebrada del Toro, se prepara con entusiasmo para la 12ª edición de la Fiesta de la Papa Andina.
Este evento, que se llevará a cabo el último fin de semana de las vacaciones de invierno, no solo celebra la cosecha de la papa andina, sino que también honra el legado del Padre Sigfrido Maximiliano Moroder, conocido cariñosamente como el Padre Chifri. Padre Walter Medina resalto que “Chifri buscaba que la gente no tuviera que irse a la ciudad, sino que todo lo que necesitara lo encuentre en el cerro”.
El Padre Chifri llegó a la región en 1999, con una mochila al hombro y un corazón lleno de esperanza. Su misión pastoral lo llevó a la capilla Santa Rita, en Rosario de Lerma, donde comenzó a trabajar incansablemente para mejorar la vida de las comunidades locales. Con su carisma y dedicación, el Padre Chifri se ganó el cariño y el respeto de los habitantes de la Quebrada del Toro. Utilizaba un parapente para desplazarse entre las comunidades, lo que le permitió llegar a lugares remotos y establecer un vínculo cercano con la gente.
Una de las contribuciones más significativas del Padre Chifri fue la fundación del Colegio Secundario Albergue de Montaña El Alfarcito, el primero de su tipo en el noroeste argentino. Este colegio ofrece tres orientaciones: producción, turismo y artesanías, y una capacitación en construcciones bioclimáticas con tecnología solar. Además, el Padre Chifri fundó 21 escuelas en 27 comunidades, promoviendo el desarrollo socioeconómico y alentando a los jóvenes a quedarse en su tierra natal.
La Fiesta de la Papa Andina es una celebración que refleja la rica cultura y tradiciones de la región. Durante el evento, los visitantes pueden disfrutar de una variedad de actividades, que incluyen un desayuno popular, la milenaria costumbre del convite a la Pachamama, y diversas muestras de música y danza folclórica. La fiesta también cuenta con una feria donde se exhiben y venden productos locales, como papas, arvejas, habas, maíz y alfalfa.
El legado del Padre Chifri está presente en cada rincón de El Alfarcito. Su espíritu de servicio y su amor por la comunidad continúan inspirando a los habitantes a trabajar juntos por un futuro mejor. La Fiesta de la Papa Andina es una oportunidad para celebrar no solo la cosecha, sino también la unidad y la resiliencia de la comunidad.
La preparación para la fiesta comienza meses antes, con la organización de actividades y la coordinación de los diferentes aspectos logísticos. Los habitantes de El Alfarcito se involucran activamente en la planificación y ejecución del evento, asegurándose de que cada detalle esté cuidado. Desde la decoración de los espacios hasta la preparación de los alimentos, todo se realiza con esmero y dedicación.
El día de la fiesta, la comunidad se viste de gala para recibir a los visitantes. Las calles se llenan de color y alegría, y el ambiente festivo se contagia a todos los presentes. Los niños participan en juegos y actividades recreativas, mientras que los adultos disfrutan de las presentaciones artísticas y las muestras culturales. La música y la danza son elementos centrales de la celebración, con grupos folclóricos que interpretan canciones tradicionales y bailes típicos de la región.
Uno de los momentos más emotivos de la fiesta es el homenaje al Padre Chifri. Durante la ceremonia, se recuerda su vida y su obra, y se destaca su legado de amor y servicio. Los habitantes de El Alfarcito expresan su gratitud y su compromiso de continuar trabajando por el bienestar de la comunidad, siguiendo el ejemplo del Padre Chifri.
“En toda la comunidad estamos contentos porque es la 12° fiesta que realizamos para homenajear a la gente que eligió vivir en este lugar, en los cerros, en un lugar en donde los climas son tan bajos que la papa en su concepción tradicional no crece y por eso surge la papa andina, un cultivo que necesita condiciones específicas para crecer, en este caso temperaturas bajo cero, el traslado es a lomo de mula, los productores viajan días enteros para participar de esta fiesta”, resaltó el Padre Walter Medina y recordó: “Chifri buscaba que la gente no tuviera que irse a la ciudad, sino que todo lo que necesitara lo encuentre en el cerro”.