12 15 lamas

El miércoles 13 de diciembre, Salta perdió no solo a un comunicador prolífico, sino a la inconfundible voz y personalidad que durante décadas resonó en el éter. Javier Lamas, reconocido periodista, falleció a los 57 años después de una valiente lucha contra una enfermedad a la que se interpuso con absoluta entereza.

La carrera de Javier no fue solo un conjunto de logros profesionales, sino un ejemplo apasionante sobre una radio pionera en la modernización como fue FM Aries, donde su creatividad y carisma se manifestaron a través del inolvidable personaje Alfonso Peña. Su trayectoria, sin embargo, no se limitó a las frecuencias radiofónicas; se extendió a la televisión, consolidándose en Canal Multivisión y, posteriormente, ocupando un rol clave como Secretario de Prensa y Comunicaciones del gobierno provincial.

La voz inconfundible de Javier era más que un timbre característico; era un instrumento que transmitía historias, emociones y la esencia misma de Salta. Su personalidad, marcada por la cercanía con la audiencia y un optimismo contagioso, lo convirtió en un referente querido y respetado. Salta se acostumbró a escuchar su voz, a sintonizar sus palabras que, con maestría, hilaban las complejidades y alegrías de la vida local, todo bajado al llano para que el publico amplio lo pueda entender.

La noticia de su partida dejó a la comunidad periodística conmocionada, que llenó las redes de mensajes y que participó en el velorio. Su legado va más allá de los micrófonos y las cámaras; es una historia de dedicación, pasión y contribuciones significativas a la comunicación.

El gobierno provincial, al expresar sus condolencias, reconoció la "extraordinaria labor, calidez en su trato, profesionalismo y dedicación" que Javier brindó como jefe de equipo de comunicaciones de Casa de Gobierno. Un agradecimiento que refleja no solo su contribución profesional, sino también su impacto como una figura emblemática de la comunicación en Salta.

Su despedida se materializa en un emotivo mensaje titulado "Adiós", acompañado por una foto que captura la esencia de su vida: la familia. En sus palabras, se revela la complejidad de las emociones que experimentó frente a su enfermedad, las lágrimas por oportunidades perdidas y el amor incondicional de quienes lo rodeaban.

En ese mensaje, destaca el verdadero motor de su vida, su esposa Cecilia, la compañera incansable que lo acompañó hasta el último suspiro. Sus palabras reflejan un amor puro y profundo, un vínculo que trasciende más allá de la vida terrenal.

Salta despide a un maestro de la voz, un locutor que acompañó con su voz las alegrías y desafíos del ciudadano de a pie. Su trayectoria brillante perdura en la memoria de aquellos que tuvieron el privilegio de escucharlo y seguir su carrera. Descansa en paz, Javier Lamas, y gracias por ser la voz que guió a Salta a través de décadas de historia y emociones.