El Teleférico San Bernardo se afianza como uno de los productos turísticos más destacados del país y tiene previsto ampliarse. Un orgullo salteño que cumplirá 35 años el próximo 12 de diciembre.
La majestuosa naturaleza de Salta es contemplada a medida que uno se eleva en el Teleférico. Los cerros, el imponente cielo y el aire fresco del norte se perciben mientras se asciende a la cumbre del Cerro San Bernardo, que ofrece una panorámica de la ciudad.
Fue inaugurado en 1988 y meses atrás se aprobó en el Concejo Deliberante su ampliación: el nuevo tramo irá desde el Cerro San Bernardo hasta el Cerro Ala Delta. La iniciativa fue planteada por Teleférico Salta - Sociedad del Estado, empresa que explota actualmente el servicio. En esta ampliación está previsto la construcción de una base para la torre y la infraestructura destinada a sostener y hacer correr dos góndolas para 15 personas cada una.
El presidente del Teleférico San Bernardo, Martín Miranda, en diálogo con Punto Uno, se mostró optimista con el nuevo tramo y señaló que el balance de este año es muy positivo. “El turismo en general se ha recuperado y eso se reflejó en el teleférico, estuvimos repasando nuestros registros y hasta noviembre hemos superado con un gran número las visitas en relación al 2019, que fue el último año que estuvo activo antes de la pandemia”.
“Es un orgullo y se destaca primero porque es cabinado, no es aerosilla, segundo por el nivel de mantenimiento y seguridad, se respeta al cien por cien los protocolos que tienen que ver con reemplazo de piezas fundamentales, de mantenimiento y la seguridad de transporte de personas por el aire y eso no lo decimos nosotros, sino que surgen de muchos informes y estudios en materia de seguridad; en tercer lugar, porque es un teleférico ubicado en un cerro que está inmediato a la ciudad. En otras provincias o lugares del mundo suelen estar alejados de la ciudad, por lo cual los turistas tienen que desplazarse hasta el lugar. Aparte, los otros atractivos que encuentran en el cerro, por ejemplo la cascada, le da otro tipo de entorno, de frescura y ruido; permanentemente están recirculando 600 mil litros de agua, eso no lo tiene cualquier cerro del país. Los turistas destacan el mantenimiento y la belleza del lugar”, comentó Miranda.
Por su parte, el director del Teleférico, Angel Causarano, en una entrevista con nuestro diario, destacó: “las actividades que tenemos no se limitan al ascenso y descenso de la góndola, tenemos gastronomía en el cerro, espacio de juego para niños, un gimnasio al aire libre donde se practica entrenamiento funcional con profesores que provee la Secretaría de Deportes de la Provincia, también hay un paseo de artesanos, baños modernizados, parques mantenidos y miradores para aprovechar la vista hermosa del Valle de Lerma y el inicio de lo que sería la pre cordillera. También estamos trayendo a jóvenes del interior, todo de manera gratuita”.
Sobre la relación con el sector privado, Martín Miranda explicó que el restaurante que funciona en la cumbre del cerro “hasta hace menos de un año estuvo bajo la administración del teleférico porque habíamos concluido las concesiones anteriores, en esta gestión lo que se hizo fue la infraestructura, se terminó la confitería vidriada que está más cerca del mirador y se puso en valor el restaurante, ahora está Baqueano, se hizo una licitación internacional, se buscaba un producto que posicione a Salta desde lo gastronómico, si bien acá hay una gran oferta sobre todo en comidas regionales, queríamos levantar la vara con una propuesta gastronómica diferente, para otro tipo de público. No necesariamente hablo del valor, del costo, sino una propuesta diferente, es otra alternativa que quizá abra la posibilidad a que quieran invertir en Salta y nos posicionemos en gastronomía no solo desde lo regional”.
Para finalizar Angel Causarano proyectó: “Tenemos un desafío importante hacia el futuro, que es la ampliación del cerro San Bernardo al cerro Ala Delta, venimos a paso lento pero seguros. Es una propuesta ambiciosa pero importante, nos permitiría ampliar la propuesta deportiva como el parapentismo. Se puede potenciar el lugar e incrementar el tiempo que el turista está arriba”.
Historia
El teleférico fue construido por el suizo Karl Garaventa Soehene y está en funcionamiento desde fines de la década del 80. Cesar “el oveja” Álvarez fue miembro del primer directorio y contó cómo se gestó: “El teleférico se hizo gracias al enorme volumen de autoridad y voluntad de Roberto Romero. La plata nos la da una financiera de Japón, con eso fuimos a Vancouver (Canadá) donde se realizaba la Feria Internacional de Transportes Elevados y se lo compramos a una empresa de Suiza, vinieron ellos mismo a instalarlo acá”.
“Demoró un año en terminar de construirse. Ahí se murió un operario que quiso saltar de una columna a otra y no llegó. Las empresas que ayudaron a construirlo fueron una salteña y otra de Bs. As. que se llamaba Proyectar. La empresa de Bs. As. esperó hasta último momento para cobrar, el pago se lo hice yo 2 días antes que asuma Hernán Cornejo, en el tercer subsuelo del Banco América. Fue un trámite largo desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la noche y cumplimos con todos los proveedores”, recordó en una charla con Punto Uno.
“Hubo mucha campaña política muy negativa, sobre todo fake news, decían falsedades, muchas familias de la zona se quejaron y por suerte no prosperaron. El día de la inauguración hubo una pileta de natación, vino un clavadista de México. El teleférico significó un ícono de la voluntad política sin igual en una época donde Salta no estaba considerada como un lugar turístico. Roberto pensaba que se debía subvencionar al turismo y eso lo consideró una forma de subvención”, dijo para terminar.
