El Presidente de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC) Leo Bilanski, en una entrevista con Punto Uno, realizó un repaso por los puntos centrales de la situación del mundo PYME en Argentina. Pidió que el gobierno, de manera urgente, frene la escalada inflacionaria.
Por Mariano Arancibia
En un país atravesado por una profunda crisis económica, una parte del pequeño y mediano empresariado nacional empieza a tomar conciencia de la necesidad de tener un programa. ENAC es un ejemplo de ello, una comunidad de negocios que busca potenciar al capital nacional y trabaja para evitar que la falta de medidas de protección al mercado interno erosionen la -momentánea- buena performance PYME.
¿Cuál es la situación actual del sector?
En el segundo trimestre de este año, la actividad fue buena, hubo ventas, hubo incorporación neta de empleo y hubo una capacidad operativa alta, aproximadamente del 62%. Arriba del 50% las empresas están en un punto de equilibrio, arriba del 60% están en fase normal. No están mal las empresas, pero estamos hablando de un contexto, en el segundo trimestre, con una macroeconomía compleja, donde faltan dólares para importar y con una inflación que se está disparando.
Se calcula oficialmente que la inflación será de un 100% anual, esto será un golpe para los que ganan en pesos y gastan en el mercado interno y lógicamente para los costos, sin controlar esto seguramente el momento de ventas aceptables se termine diluyendo...
Justamente, esperamos que las impericias propias del gobierno nacional no lleguen a generar problemas mayores. Lo que estamos pidiendo es que se atiendan las variables que haya que atender para que al menos lo que se hizo bien se sostenga. Hoy el deporte del empresario PYMES es remarcar precios. Pensá que nosotros somos consumidores de las grandes empresas y los monopolios nos viven remarcando las listas de precios, nos remarcan por encima de la inflación monetaria, por lo tanto, se están apropiando de una renta que no les corresponde y mucha de esa renta es utilidad nuestra y es salario de los trabajadores. Ahora, si vos querés sobrevivir sin que el Estado haga nada, cuando te suben la lista de precios te das vuelta y la subís vos. Eso es lo que están haciendo 9 de cada 10 empresarios porque es lo que viven. A la larga eso genera inflación, la práctica especulativa de cada uno, distorsiona la economía, no es una economía tranquila, no va a ningún lado.
Esa incertidumbre es palpable, pero ¿hasta cuánto pueden subir los precios?
Sin duda la situación es grave, pero el que hoy tiene que hacerse cargo de esto es el Estado nacional, debe intervenir con toda la firmeza necesaria.
Concretamente a qué se refiere?
Creemos que tendrían que haber aplicado un congelamiento en los productos difundidos y no lo hicieron. Para bajar la inflación hay que hacer lo que se necesita y eso en algunos casos es frenar los precios de los insumos que, por ejemplo, son los precios de las 1500 empresas más poderosas de la Argentina.
Con más de 40 días como súper ministro, Sergio Massa ha dado señales de atender las necesidades del campo, otorgando un dólar subsidiado, y tratando de agradar a los mercados, sin embargo, el frente interno sigue con luces de alarma...
Massa está llevando adelante un plan de estabilización de la economía, es una medida de último recurso antes de entrar en un crack, por lo tanto, la inflación ante ese panorama es secundaria. Por supuesto que el ciudadano de a pie y el micro empresario no lo ve con esta gravedad, la situación es grave y está tratando de alcanzar la estabilización de la macroeconomía, controlar el dólar, fortalecer las reservas del Banco Central.
Se lo va a juzgar -a Massa- por el bolsillo de los trabajadores, por la inflación y por el crecimiento de la economía. Eso va a pasar el año que viene, hasta el próximo año no vamos a ver impacto en el índice inflacionario, por lo tanto, este año es muy probable que lleguemos a una inflación del 100% y para el trabajador es una locura absoluta, porque no merece estar corriendo atrás de los precios todos los meses.
El empresario, en cambio, tiene más herramientas para sobrellevar la situación, pero igual es abrumador tener que remarcar todas las semanas cuando te cambian las listas de precios, en lugar de dedicarse a invertir y generar empleo.
Hay que frenar la inflación. Nosotros cada vez que recomendamos frenarla planteamos medidas estrictas de fondo y la verdad es que el FdT no lo ve, pero tampoco tienen resultados las medidas que impulsan; el FdT, Massa junto a su equipo y la Secretaría de Comercio se encuentran en una disyuntiva: hacer lo que desean los mercados o hacer lo que se necesita para que los argentinos estemos mejor.
Y cómo se sale de este embrollo?
Nosotros impulsamos una propuesta que se llama “Instituto para la Economía Pymes”, una institución que trabaja los 365 días del año para preservar las empresas PYMES; cerraron 100 mil. En Argentina, el pico de PYMES fue de 606 mil en 2011, hoy estamos en 535 mil. Pasaron 10 años y tenemos 100 mil empresas menos.
Ya no existe la monoempresa que recibe todo. En todos los países del mundo, el sector PYMES es poderoso. Lo que pasa es que hay un alineamiento entre los intereses de las grandes empresas y los intereses de las pymes. En cambio, en Argentina hay una contradicción, porque de las 500 empresas más grande, 300 son extranjeras, no trabajan para invertir en el país, trabajan para que a sus casas matrices les vaya bien, para llevar utilidades a sus casas matrices y tener trabajo de calidad en sus países. Por lo tanto, por definición tienen intereses opuestos al capitalismo nacional. Si no se genera un motor nacional adecuado que empuje el motor del país, siempre se queda corto ¿A dónde va la gente que no tiene un trabajo de calidad en una empresa? A la economía popular y a la precarización monotributista. Se está acrecentando todo el tiempo la economía social y no la economía productiva.
Pero sin eficiencia es imposible que sean tenidos en cuenta entre las prioridades...
Justamente por ser ineficientes las PYMES deben ser tenidas en cuenta porque la función que tienen es social, es dar trabajo, más trabajo por unidad productiva realizada. El 85% de las empresas tienen menos de 10 trabajadores, la función de estas empresas es dar trabajo a los argentinos, el otro 15% se tiene que ocupar de conseguir riquezas y valor: exportar, traer divisas, desarrollar estratégicamente sectores como litio, soja, aceite de soja, carne, trigo, oro, cobre, ciencia y tecnología, porque tienen otra infraestructura, porque son de mayor calibre. El tejido del mercado interno son las pequeñas empresas, las que están a la vuelta de tu casa, como el almacén, el taller… Está bien que sea así, porque sino ¿cómo incorporas a la vida social al que tiene 18 años? Nuestros defectos son nuestras virtudes.
Ahora, si no generás unidades que tomen trabajadores te vas a encontrar con un problema, porque vas a tener que pagarle un plan y no vas a fortalecer la matriz productiva nacional...
La reconversión del plan social es un puente. Tenés 6 millones de personas de un lado del puente y cero empresas que las absorban del otro ¿a dónde van cuando cruzan el puente? A la nada misma. Massa está impulsando iniciativas para formalizar en el sector privado trabajadores de la economía popular, está construyendo un puente pero del otro lado no hay nadie que las absorba, si no crean empresas, no hay nuevos puestos de trabajo. El presidente que más empresas creó en su momento fue Nestor Kirchner con 158 mil empresas. La Argentina creció mucho en términos de trabajadores registrados. Ahora nos dibujan teorías que nunca se verifican en la realidad. Necesitamos un plan impulsado por el capitalismo nacional, que es crear 100 mil Pymes y crear 1 millón de puestos de trabajos registrados privados.
Un planteo es que se implemente una defensoría Pymes.
Para crear empresas tienen que vender, no somos unidades asistencialistas sociales que viven de la plata del Estado, vivimos del mercado. Para vender tenes que desmonopolizar el mercado. Las grandes empresas le pisan la cabeza a las pequeñas empresas. Para eso es necesario una defensoría que ponga un equilibrio en las relaciones comerciales entre los eslabones de la cadena de valor. Hoy no existe, se creó en el 2015 y el macrismo la eliminó, por lo tanto estamos pidiendo que se vuelva a recomponer y que sea una herramienta de defensa del sector que produce. Los desafíos tienen que ver con ocuparse de lo que le importa a la gente, que es que lleguen a fin de mes y no veo a la política ocupándose de esa situación.
Vamos a hacer un proceso de enfriamiento de la economía en este 2022, por lo tanto los empresarios van a tener que optimizar los costos y recursos. Tenemos muchas ventas los empresarios PYMES. Ahora, si seguimos con este esquema de crecimiento a tasas chinas, de cada 10 puntos que crezca la economía son 30 puntos que crece la importación de productos de bienes intermedios y bienes final, es decir, no tenés los valores para sostener eso, tenés que regular y eso es enfriar la economía.
Si eso no se ordena y el año que viene no hay dólares para seguir importando y creciendo, ¿qué puede pasar?
Lo que puede pasar es que vayamos a una economía que se empiece a desinflar y eso es una mala señal para el kirchnerismo y para el frente de todos porque va a ser el fracaso completo de su esquema de gobierno. Una de las promesas que hicieron fue llenarle la heladera a la gente y no cumplieron.