06 01 saltafinaEn medio de un panorama económico atravesado por tensiones múltiples la noticia, sin ser espectacular, resulta valiosa: una renombrada agencia internacional confirmó su calificación de largo plazo con perspectiva estable. También reafirmó una posición adecuada para los compromisos inmediatos.

La noticia fue comunicada por el Ministerio de Economía y, si bien no implica una mejora respecto a evaluaciones anteriores, sí representa una continuidad lo cual no es menor en el actual contexto.

Según FIX –la filial local de Fitch Ratings para Argentina, Paraguay y Uruguay–, la calificación se sostiene gracias a una serie de factores, entre ellos: una gestión fiscal que viene mostrando superávit primario en los últimos ejercicios; una deuda considerada moderada en relación con los ingresos corrientes; un entorno institucional y financiero con cierto grado de previsibilidad, al menos en el ámbito provincial.

La nota ubica a la actual gestión dentro del rango de grado de inversión, aunque en su límite inferior. En la jerga financiera, esto implica que la provincia aún es vista como un tomador de deuda aceptable, aunque con márgenes acotados. La perspectiva estable, por su parte, sugiere que no se esperan cambios drásticos a corto plazo, siempre que no se alteren los factores estructurales que sustentan la evaluación actual.

 

Un dato que suma

Aunque estas calificaciones pueden sonar lejanas para el salteño de a pie, en la práctica tienen peso: afectan las condiciones bajo las cuales la provincia puede acceder a financiamiento, renegociar deudas o atraer inversiones. En un país donde el acceso al crédito es limitado y costoso, mantener una evaluación crediticia razonable no deja de ser un activo.

En comparación con otras jurisdicciones, Salta se mantiene entre las mejor calificadas del país. Esa posición, aunque no garantiza inmunidad frente a los vaivenes económicos, sí puede traducirse en cierto margen de maniobra para afrontar gastos o impulsar proyectos estratégicos.

 

Entre el equilibrio fiscal y la inversión

Desde la administración provincial señalan que este reconocimiento internacional refleja un esfuerzo sostenido por ordenar las cuentas públicas, administrar con prudencia y planificar con una visión de mediano y largo plazo. Pero también admiten que el desafío no es menor: mantener ese equilibrio sin resignar inversión en áreas sensibles como obra pública, educación o salud, sobre todo en un contexto donde la inflación y la caída de ingresos reales presionan sobre la demanda social.

La clave, probablemente, esté en sostener ese delicado equilibrio. Porque si bien el reconocimiento de FIX SCR suma puntos a la reputación financiera de Salta, los problemas estructurales de fondo –dependencia de la coparticipación, vulnerabilidad frente a shocks macroeconómicos, limitaciones para ampliar la base productiva– siguen estando presentes.

La ratificación de FIX es una señal positiva, pero no una solución en sí misma. Refleja una gestión prudente, sí, pero también marca un techo: la calificación no mejora, se mantiene. Y eso también dice algo sobre los límites estructurales que enfrentan las provincias argentinas, incluso aquellas que, como Salta, logran cierto orden.