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Se consumó una ruptura inevitable. Como se había anticipado, finalmente la mayoría que responde al ex presidente Mauricio Macri en la Asamblea del PRO resolvió desconocer acuerdos previos y marginó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de la conducción de ese cuerpo deliberativo.

La decisión terminó en lo previsible: gritos, quejas y el portazo de los dirigentes que responden a la dirigente alineada sin matices con Javier Milei.

Fue en los hechos un escándalo. Más allá que lo extraño hubiera sido que no se produjera un choque, en el encuentro que se dio en la zona del Abasto porteño, tuvo ribetes insólitos, con gritos, acusaciones y reproches entre la primera línea de conducción del partido. De fondo está que la relación entre el líder del PRO y el Presidente de la Nación entró en un terreno de aspereza indisimulable. La aprobación de la Ley Bases marcó un punto de inflexión en el vínculo que los dos dirigentes habían cultivado. Aun dentro de un mismo horizonte ideológico, esta semana puso sobre la mesa las diferencias que distancian al ex presidente del Gobierno libertario.

La Asamblea, además de elegir autoridades tomó una decisión clave que está incluida entre los tres puntos de la orden del día: “Somos el cambio. El PRO no se fusionará con otros partidos. Apoyamos al gobierno de Javier Milei y todas las iniciativas que acompañen el cambio que la Argentina votó”. El rechazo a la disolución del partido en La Libertad Avanza explica todo el resto.

Antes de que se concrete esta fractura, Patricia Bullrich difundió un carta donde explicó su posición: “El debate que quiero dar en el PRO no es un debate de cargos, es mucho más profundo: es un debate de rumbo. No vamos a dar marcha atrás. Decidimos apoyar a Javier Milei porque si el cambio no se daba ahora, nos hundíamos. Y en 6 meses ya vemos un cambio inédito, conseguido contra viento y marea”.

Y amplió: “Hoy quiero contagiar al PRO del valor que se requiere para encender los motores e ir a toda máquina. La Argentina no puede perder esta oportunidad de ser protagonistas del cambio más atrevido y necesario de las últimas décadas”. Pero la frase más fuerte que planteó y que llegó a los títulos de los diarios: “No podemos quedarnos, una vez más, a mitad de camino”.

Fue el aviso de que la situación se iba a poner tensa. En la reunión en el Hotel Abasto, los cruces se agravaron cuando se confirmó lo que era un secreto a voces: que la mayoría absoluta que responde a Macri iba a postular al diputado y ex intendente de Pinamar, Martín Yeza, desconociendo que iba a ser alguien propuesto por Bullrich para ese cargo. Hubo gritos, discusiones, quejas y un portazo.

Se fueron los representantes al bar de la esquina de Corrientes al 3.200 y allí esperaron a Bullrich, que venía de interiorizarse sobre los resultados de una pericia en la investigación por el caso Loan. La ministra llegó, estuvo unos minutos, y se fue. “Se quedaron con un partido chiquito”, dijo Pablo Walter, uno de los operadores que resumió el sentimiento de ese sector.

 

El contraataque

Además, y en una nueva critica a la falta de gestión del gobierno de Javier Milei, el macrismo advierte que "el PRO es consciente del sacrificio que están realizando los argentinos y entiende la complejidad social y económica del momento. Por eso, seguimos trabajando para proponer las mejores soluciones y conformar los mejores equipos que aseguren la libertad de cada argentino para elegir su proyecto de vida y prosperar".

Macri no solo rechazó la invitación de Milei a fusionar el PRO con la Libertad Avanza. El jefe del partido amarillo considera que el Presidente está aislado de su propio Gobierno. "Tres personas que fueron a verlo, salieron sorprendidas porque no le suena el celular. No lo consultan para tomar decisiones. Los ministros no lo ven, gobierna por Whatsapp", relata un integrante de la mesa chica de Macri.

Tras la aprobación de la ley Bases, Macri le advirtió a Milei que se abre una nueva etapa y que el apoyo del PRO será a la carta, dependiendo de cada proyecto. Esta semana, el ex presidente intensificó su ofensiva contra Milei primero a través de la difusión de un documento de la Fundación Pensar a cargo de María Eugenia Vidal. Allí se criticó la situación social y el aumento de la pobreza pero también hubo un capítulo especial sobre el aumento de los piquetes, dedicado especialmente a la Ministra de Seguridad.

 

El reclamo

El miércoles en un posteo en redes sociales, Macri advirtió que para lograr los "cambios" que necesita el país "hay una condición anterior aún más importante que crear nuevas leyes, y es cumplir con las existentes, en especial, cumplir con los fallos irrevocables dictados por la Corte Suprema".

"Ese es el caso de la deuda de coparticipación que la Nación mantiene con la Ciudad de Buenos Aires. No tengo dudas de que cumplir los fallos es la voluntad del Presidente, porque todos sabemos que sin instituciones (y no hay instituciones si no se cumplen las reglas), no habrá justicia, ni progreso, ni crecimiento, ni bienestar, ni inversiones", agregó el ex presidente en un abierto reclamo de fondos a Milei para CABA.

La última conversación presencial entre ambos fue áspera y era contacto solo siguió a través de Whatsapp: "Si nos vamos a reunir otra vez, que sea para decirnos la verdad, sino no perdamos más tiempo", se despidió el jefe del PRO.