El 25 de septiembre de 1976 el Comité Central del Partido Comunista Argentino emitió un elogioso comunicado sobre el discurso pronunciado por Videla en Tucumán, a seis meses del golpe.
Por Aldo Duzdevich (*)
“La opinión democrática de la inmensa mayoría del país, que rechaza el pinochetismo, apoyará decididamente aquellos enunciados programáticos formulados por el Presidente Videla en Tucumán, y que por su carácter democrático y progresista pueden contribuir a la construcción, entre todos, de la Argentina que queremos”. Es el párrafo final del documento que firman los máximos dirigentes del Partido Comunista (PC) Gerónimo Arnedo Alvarez, Rodolfo Ghioldi, Rúbens Iscaro, Pedro Tadioli, Fernando Nadra y Oscar Arévalo
Este documento forma parte de la recopilación de dos historiadores de izquierda, Horacio Tarcus y Jorge Cernadas: “Las izquierdas argentinas y el golpe del 24 de marzo de 1976. Una selección documental”.
Los documentos escritos se consideran fuentes primarias de la historia. Pero, es necesario analizarlos dentro su contexto temporal. A diferencia de los testimonios y/o recuerdos de los protagonistas o testigos, generalmente teñidos de subjetividad; los documentos escritos guardan la parte invariable o dura de la historia. Textos que luego sirven como materia de análisis e interpretaciones.
En este caso, los documentos presentados por Tarcus y Cernadas del Partido Comunista Argentino, son tan explícitos, que intentar interpretarlos sería ofender la inteligencia del lector.
Reemplazar a Isabel por un gabinete cívico-militar
En septiembre de 1975 el PC se pronunciaba a favor de crear un “gabinete cívico-militar de amplia coalición democrática” que ponga fin al gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón. Además dedicaban una elogiosa mención al recientemente designado jefe del Ejercito, General Rafael Videla. Un mes después, el 23/10/75, Videla en la XI Conferencia Ejércitos Americanos realizada en Montevideo, declaraba sin dejar lugar a dudas: "En la Argentina van a tener que morir todas las personas que sean necesarias para lograr la seguridad del país".
El texto titulado “Documento Nº 2: “Estado de ánimo de las fuerzas armadas”, que lleva la firma de Ramón Fuentes puede leerse en el Nº 114 de Nuestra Palabra. Órgano del Partido Comunista, de fecha 24/9/75.
“Documento Nº 2: “Estado de ánimo de las fuerzas armadas”
“Desde hace algunos años el pueblo y las fuerzas armadas han sabido encontrar diversidad de formas y grados de coincidencia. Tal vez la más relevante por su forma y contenido haya sido la lucha contra la expresión fascistizante del lopezreguismo -en lo que se diera en llamar tácito acuerdo cívico-militar- con las masas en la calle y el asentimiento militar a las luchas populares. A este proceso de reencuentro se suma la democratización y toma de conciencia que se sigue operando entre el personal militar”.
“Sectores de la oficialidad analizan con sentido crítico al capitalismo como formación económico-social incapaz de dar solución a los problemas del pueblo y de la Nación; precisan el enemigo fundamental en las empresas monopolistas y se desarrolla un creciente sentimiento antiimperialista; a la vez se mira a los países socialistas con creciente espíritu de investigación, estudio y comprensión”.
“En lo inmediato, se observa con seriedad -y en algunos casos coincidentemente- la salida propuesta por los comunistas de gabinete cívico-militar de amplia coalición democrática”. “Entre las masas de suboficiales y la tropa se abren paso posiciones antioligárquicas y antiimperialistas y se pone de manifiesto una creciente resistencia a ser utilizados en aventuras golpistas.”
“Ante este estado de ánimo en las fuerzas armadas, los sectores gorilas tratan de reagrupar sus fuerzas, contando con el sostén de la C.I.A. (...) Su táctica consiste en desdibujar al enemigo -los monopolios y la oligarquía latifundista-, poniendo en primer plano la lucha contra la subversión, con el propósito de poner distancia al proceso de reencuentro pueblo-fuerzas armadas”.
“Son palancas importantes de este plan, los enemigos de la democracia y de la independencia, los que siembran el caos para “desestabilizar” a la Nación, el terrorismo de las Tres A -aún no perseguido- y la guerra psicológica. Sirven a estos planes el terrorismo llamado de ultraizquierda, el que considera “revolucionario” matar militares por el sólo hecho de ser militares”.
“En este marco cobran vuelo las declaraciones del comandante, Gral. Videla, al ubicar el problema del terrorismo como un problema de dimensiones políticas, sociales y económicas, las que interpretan el sentir de vastos sectores del arma”.
24 de marzo. “El Partido Comunista considera auspicioso que la Junta Militar haya desechado una solución pinochetista”
Con el Congreso aún rodeado de tanques, el 25 de marzo de 1976, el Comité Central del Partido Comunista se reunió para emitir un extenso comunicado de bienvenida a la Junta Militar.
En el mismo, le cargan la responsabilidad del golpe al “mal gobierno peronista” y a los “jerarcas sindicales”. Aseguran que Videla es absolutamente diferente a Pinochet y no va a crear un baño de sangre. Y se manifiestan totalmente optimistas del futuro argentino. Antes que Eduardo Duhalde dijese su famosa frase “los argentinos estamos condenados al éxito”, el PC argentino, ese 25 de marzo lo superó en belleza poética : “La Argentina está embarazada de cambios profundos; nada ni nadie podrá impedir el alumbramiento”. Respecto la diferencia entre Videla y Pinochet, tuvieron razón. El bestia Pinochet llenó de presos el Estadio Nacional (como llenar la cancha de River) para que lo vea todo el mundo y fusilaba a la luz del día. Videla no. Videla fue tan vivo que a los seis meses del golpe cuando -según los registros actuales- ya había casi 3000 desaparecidos, el PC seguía diciendo públicamente que era un hombre de “carácter democrático y progresista.”
Documento Nº 4: “Los comunistas y la nueva situación argentina. Declaración del Partido Comunista”
“Ayer, 24 de marzo, las fuerzas armadas depusieron a la Presidente María Estela Martínez reemplazándola por una Junta Militar integrada por los comandantes de las tres armas. No fue un suceso inesperado. La situación había llegado a un límite extremo “que agravia a la Nación y compromete su futuro” como se dice en uno de los comunicados de las fuerzas armadas”.
“Cargan, por esta situación, inmensa responsabilidad el lopezrreguismo reaccionario y su protectora María Estela Martínez, que habían pisoteado el programa por el cual había votado el pueblo en 1973 y que en la etapa anterior habían empezado, aunque con timidez e inconsecuencia, a realizarse. Comparten la responsabilidad jerarcas sindicales que sofocaron al movimiento obrero”.
“La movilización de tropas del 24 de marzo había sido precedida de una intensa campaña que reclamaba “rectificar el rumbo”. Efectivamente, era necesario y urgente cambiar de rumbo, pero no en la dirección indicada por La Prensa y Clarín, por APEGE (ex Aciel de infausta memoria), el MID frigerista, Alsogaray y Manrique; la alianza del poder del dinero con políticos inescrupulosos sin respaldo popular”.
“En vísperas de los dramáticos sucesos del 24, bandas fascistas impunes asolaron con sus crímenes el país. La muerte rondaba calles y caminos, fábricas, universidades, hospitales; penetraba en la intimidad de los hogares. Nunca se había visto en nuestro país nada tan cruel”.
“El Partido Comunista está convencido de que no ha sido el golpe del 24 el método más idóneo para resolver la profunda crisis política y económica, cultural y moral. Pero estamos ante una nueva realidad”.
“Los actores de los sucesos del 24 expusieron en sus primeros documentos sus objetivos, que podríamos resumir de la siguiente manera: Fidelidad a la democracia representativa con justicia social, revitalización de las instituciones constitucionales, reafirmación del papel de control del Estado sobre aquellas ramas de la economía que hacen al desarrollo y a la defensa nacional, defensa de la capacidad de decisión nacional. El Partido Comunista, aunque no comparte todos los puntos de vista expresados en los documentos oficiales, no podría estar en desacuerdo con tales enunciados, pues coinciden con puntos de su Programa” (...)
“También expuso su propósito de poner fin a la subversión. Es conocido el punto de vista del Partido Comunista sobre las actividades de la supuesta ultraizquierda, que siempre repudió. La guerrilla se combate, sobre todo, suprimiendo las causas sociales que la generan, como se reconoce en documentos militares. Pero, ¿se sobreentiende también investigar y castigar con el máximo rigor a las bandas hasta ahora impunes de criminales fascistas? De no ser así, además de defraudar la expectativa popular, quedaría flotando el peligro de la guerra civil” (...)
“El Partido Comunista considera auspicioso que la Junta Militar haya desechado una solución pinochetista. Sin embargo, nadie tiene derecho a desarmarse. En el seno de las fuerzas armadas y fuera de ellas se esconden también pinochetistas. El enemigo interno y externo está en acecho. Los imperialistas y fascistas sueñan con el pinochetazo, con un baño de sangre. ¡Sepa la voluntad y la unidad democrática de nuestro pueblo impedir tales desbordes medievales!”
“El camino de la Argentina hacia su grandeza nacional sigue un curso zigzagueante. Ello no debe impedir comprobar que se han dado, a pesar de la situación aparentemente caótica, algunos pasos irreversibles. (...) La Argentina está embarazada de cambios profundos; nada ni nadie podrá impedir el alumbramiento”.
“Las fuerzas armadas justifican su acción expresando que tienen el deber de salvar la Nación. Esta no es su tarea privativa, sino la de todos los argentinos, civiles y militares. (...) El Partido Comunista reconoce el papel que juegan las fuerzas armadas en la vida nacional. Si la Junta Militar es una transición al tipo de gobierno que el país necesita, se habría dado un paso adelante. Se derrumbaría la barrera que separa las fuerzas armadas del pueblo”.
“La presencia de un militar afortunado, por más desprendimiento que tenga, es temible en los estados que de nuevo se constituyen”. O que se debaten -agregamos- en crisis profunda”.
Así, pleno de optimismo en el futuro, finaliza el comunicado citando a San Martín, que firma orgullosamente: Comité Central del Partido Comunista. Buenos Aires, 25 de marzo de 1976
“Apoyar decididamente los enunciados programáticos formulados por el presidente Videla en Tucumán”
Puede ser comprensible que a 24 horas del golpe, los dirigentes comunistas estuviesen confundidos con la imagen de un Videla progresista y democrático. Pero, seis meses después, con el terror reinando en las calles, que ya llevaba tres mil secuestrados - desaparecidos (incluso muchos militantes de su partido), esta expresión de apoyo explícito a la Junta Militar, sería suficiente motivo para que hoy se los incorpore en los recordatorios del 24 de marzo como “el golpe cívico - militar - eclesial y comunista”. Y digo así porque en mis notas anteriores reproduje los documentos de la Iglesia Católica, que leídos en paralelo con los del Partido Comunista, los de la Asamblea Episcopal parecen redactados por lideres revolucionarios.
Veamos el documento del Partido Comunista, cuya primer mitad del texto cuesta asimilar, porque es reproducción encomillada del discurso de Videla ante las tropas destacadas en Tucumán para combatir la guerrilla. Acto en el que ademas condecoró a militares por su actuación en combate.
Documento Nº 5: “Es la hora del diálogo abierto y fecundo”
“Cuando el interés general exige las atenciones de la sociedad, deben callar los intereses particulares, sean cual fuesen los perjuicios que experimentasen; este es un gran principio que sólo desconocen los egoístas, los esclavos y que no quieren admitir los enemigos de la patria…” (Manuel Belgrano. De un bando, Jujuy, 14 de Julio de 1812).
“El discurso del general Videla, con motivo del aniversario de la Batalla de Tucumán, y en ocasión de cumplirse el sexto mes, desde el 24 de marzo, cuando las FF. AA. se hicieron cargo del gobierno nacional, tiene indudable importancia.”
“Confirma enunciados programáticos y condiciones mínimas de convivencia hacia (N/R: cita textual de Videla) “la fundación de un orden justo para todos, sin excepciones: para gobernantes y gobernados; para la solución pacífica de las controversias sectoriales; (...) para quienes se arriesgan con su espíritu de empresa, y para quienes abonan con su trabajo el esfuerzo común; (...) y para que los que trabajan reciban prestaciones dignas y no dependan de caprichos demagógicos; para que se pueda criticar y aplaudir sin temores”.
“El proceso no está dirigido contra ningún sector” -reitera el general Videla, en momentos en que esta afirmación es atacada por los voceros del oscurantismo y la desunión de los argentinos- agregando que la “reorganización nacional en que las FF. AA. están comprometidas tiene por finalidad instaurar, en su momento, una democracia republicana, representativa y federal, adecuada a la realidad y exigencias de evolución y progreso del pueblo argentino”.
El general Videla insistió en la necesidad de “revitalizar con imaginación y realismo el sistema institucional que el país requiere, a fin de concluir de una vez por todas con el tradicional ciclo pendular de gobiernos constitucionales y gobiernos militares”; (...)
“Por ello, el general Videla aconseja que los hombres que tienen en las actuales circunstancias y en las distintas funciones la responsabilidad de llevar a cabo esta empresa, no deben aislarse, por el contrario (…) deben mantener un diálogo fluido y permanente con los diversos sectores de la comunidad”.
N/R desde aquí el documento deja las citas de Videla y se anima a formular algunas criticas o reclamos.
“Pues bien: de eso se trata. Y no hay tiempo que perder: para acortar caminos hacia la urgente pacificación democrática del país, que necesitamos alcanzar cerrando paso a la conspiración pinochetista; para avanzar en el diálogo abierto y fecundo; para encarar los problemas de hoy y para avanzar hacia el futuro”.
“El gobierno debe escuchar -y proceder en consecuencia- los angustiosos requerimientos del pueblo y las altas voces que se han alzado contra el crimen terrorista. Antes que nada, hay que poner fin al baño de sangre que está sufriendo el país y que apunta también al deterioro del gobierno y a la inestabilidad política”.
“Esa es la tarea primordial del momento que vivimos, y que toda la ciudadanía patriótica reclama, dispuesta a brindar su decidido apoyo para poner fin a este flagelo nacional. (Sin hablar ya de las miles de víctimas de la represión y del terrorismo, de uno y de otro signo; tan solo los comunistas tienen en este momento, más de 200 presos injustamente detenidos, antes y después del 24 de marzo, cantidad de asesinados y torturados, y decenas de secuestrados que no aparecen desde hace meses, y por cuyas vidas hay serios temores)” (...)
“Urge escuchar la voz del pueblo, asegurando el pleno ejercicio de las libertades democráticas. (...) y comenzar a corregir otros males de los que pueden nutrirse el terrorismo político y la inestabilidad . Entre ellos: el desconocimiento de un salario justo y de los derechos sindicales de los obreros, cuyas luchas nada tienen de subversivo; la postergación de la normalidad democrática de la Universidad y ciertos planes educacionales retrógrados; la acentuación amenazante de la crisis económica y de la carestía de la vida, que no cederán si no se descartan, decididamente, las recetas e imposiciones del Fondo Monetario Internacional que sostiene Martínez de Hoz, y que nos lleva a la entrega del patrimonio nacional, con el falso pretexto de que no hay otra salida” (...)
La opinión democrática de la inmensa mayoría del país, que rechaza el pinochetismo, apoyará decididamente aquellos enunciados programáticos formulados por el presidente Videla en Tucumán, y que por su carácter democrático y progresista pueden contribuir a la construcción, entre todos, de la Argentina que queremos
Firman el documento por el Comite Central del PC: Gerónimo Arnedo Alvarez, Rodolfo Ghioldi, Rubens Iscaro, Pedro Tadioli, Fernando Nadra y Oscar Arévalo.
Leer te da sorpresas. Alguna reflexión para terminar
Cuando escribo este tipo de notas suelo recibir comentarios de viejos compañeros militantes que me dicen “yo nunca había leído esto”, “no tenía idea…” . Y casi siempre respondo lo mismo : “yo tampoco lo había leído, y como me resultó novedoso, me parece interesante darlo a conocer”.
Vivimos en la época de la inmediatez de la imagen, donde todos los mensajes deben resumirse en no mas de 140 caracteres. Esta nota tiene 17 mil caracteres. Y se que son bien pocos los que la van leer completa. Pero, contra la opinión mayoritaria, sigo creyendo que un ciudadano tiene la obligación de leer para formarse. Y si además se pretende ser militante, dirigente, funcionario u opinólogo de televisión, no se puede reemplazar la lectura con videitos de Tik Tok.
Volviendo a la nota, reitero algo ya dicho. La historia no es binaria, blanco y negro, buenos y malos. La historia se mueve en un amplio marco de grises. Y cada caso hay que estudiarlo en su contexto. ¿Podemos acusar al Partido Comunista de cómplice de violación a los DDHH durante la dictadura? Yo al menos no levanto el dedo acusador. Si, durante años, quienes pertenecemos al peronismo que no aplaudió el golpe contra nuestro gobierno, tuvimos que soportar del dedo acusador de los sectores de izquierda “impoluta” denostando a Perón, a Isabel, al peronismo, a la dirigencia sindical peronista (que estaban presos cuando el PC escribía esto).
La vieja militancia del PC y su ya veterana juventud de la “Fede”, muchísimos que hoy son militantes y dirigentes importantes del Frente de Todos, sufren de cierta amnesia que los protege.
Comparto un grupo de Whatsapp con el hijo de uno de los firmantes, y militante él de la “gloriosa” Fede, que se enoja mucho, me trata de facho (clisé cancelatorio preferido) y me acusa de dividir al campo popular. Cierto, sacar trapos sucios viejos jode. Pero durante años sacaron y siguen sacando a relucir los errores nuestros. Y como decía Don Arturo Jauretche, “emparejemos y larguemos” . Igual tranquilos, nos llevan varias vueltas de ventaja, y millones de caracteres escritos, para que los podamos emparejar.
(*) Autor de Salvados por Francisco y La Lealtad-Los montoneros que se quedaron con Perón.