
Natalia Aguiar
Así como en la vida de los soberbios, el que tiene dinero existe, y quien no, está fuera del sistema; en la política, el que tiene votos existe y el que no, no. Entonces, en el Senado y en Diputados, la cuestión está que arde, ya que Javier Milei intenta construir un núcleo duro con los propios, los del PRO y los peronistas antikirchneristas.
La Libertad Avanza, después de las elecciones de octubre, obtuvo la certeza de que tendría desde el 10 de diciembre un bloque de 80 legisladores, mientras que Fuerza Patria sumaba 99. Fue allí que el Presidente apostó a la crisis que enfrenta el peronismo, potenciada por la derrota electoral del 26 de octubre: a cambios de fondos, garantizarán votos en las cámaras. Eso sí, reclaman flexibilidad, es decir, dejar de votar todo en contra para posibilitar una negociación en los bloques parlamentarios.
Tensiones peronistas
Existen serias dificultades para lograr una foto en la que todos los jefes provinciales estén presentes en la sede de la calle Matheu. Las diferencias entre el kirchnerismo y Axel Kicilllof, por un lado, más temáticas sin solucionar en las sedes de los PJ provinciales y la falta de una postura en común, confluyen para que se mantengan más separados que nunca.
La semana pasada, Santiago del Estero fue la sede de una reunión del Norte Grande. Gerardo Zamora, el anfitrión, mostró predisposición al diálogo ya que aseguró que asistirá a Balcarce 50 tras recibir una invitación, pero no garantiza aún un total acompañamiento al oficialismo en el Congreso, por ejemplo, respecto del Presupuesto 2026. Lograron acordar reclamos conjuntos como la compensación a La Rioja por el punto de coparticipación quitado en 1988, las deudas con las cajas previsionales no transferidas a la Nación y la devolución de recursos por ATN, Impuesto a los Combustibles y régimen de la ARCA.
Ya hubo diputados peronistas que colaboraron con el Gobierno. Raúl Jalil tendría a los cuatro catamarqueños con un pie afuera de Unión por la Patria. Por su parte, el riojano Ricardo Quintela y el formoseño Gildo Insfrán no promoverían desprendimientos en caso de que se cumplan esas condiciones. Lo mismo en los casos del pampeano Sergio Ziliotto y el fueguino Gustavo Melella. Zamora, en cambio, dejó trascender que él y la senadora santiagueña Elia Moreno, formarán un bloque del Frente Cívico por Santiago.
Uno de los reclamos de los cuatro senadores nucleados en Convicción Federal gira en torno a un cargo de Auditor General de la Nación. El puntano Fernando Salino, el catamarqueño Guillermo Andrada, la jujeña Carolina Moises y el riojano Fernando Rejal pujan por un lugar en el organismo para el exsenador Ricardo Guerra.
En la última reunión del Consejo Nacional del PJ conducido por el vice José Mayans, asistieron la mayoría de dirigentes alineados con la expresidente. Kicillof no envió delegados. El gobernador bonaerense parece no querer integrarse y marcar distancia de Cristina. La realidad es que prima el enojo y por el momento no será factible un encuentro en la casa peronista de Matheu. Quintela visitó a Cristina Kirchner hace unos días, y su gente ya plantea diferencias, ya que consideran que primero deberían resolverse cuestiones como las intervenciones a los PJ provinciales.
Tampoco se sumaron los intendentes que suelen participar de las reuniones del PJ como Mayra Mendoza, Federico Otermín y Leonardo Nardini. Como Kicillof, jefes comunales que integran el MDF no se sumaron. Fernando Espinoza, Jorge Ferraresi y Julio Alak se concentraron en pedir la reducción del IVA a los municipios.
Misión "postkirchnerismo"
Javier Milei le delegó a Diego Santilli, Martín Menem y Sebastián Pareja , las negociaciones con los gobernadores peronistas no alineados con Cristina. Esos tres negociadores elegidos por el presidente son de origen peronista. El slogan de Milei sería: "fondos a cambio de votos en el Congreso y paz social en las provincias".
El primer gran éxito de Milei se logró en la Cámara de Diputados, al acercarse a la primera minoría, que le permitirá dominar las comisiones y controlar el ritmo de la actividad parlamentaria. El magnetismo de Milei fue un éxito. En un mes sumó otros 13 diputados provenientes en su mayoría del PRO. En paralelo convenció al gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, de retirar a sus cuatro representantes de la bancada dominada por el kirchnerismo. Ya habían partido dos representantes de Alberto Rodríguez Saá. Es un empate en 93, pero que en breve cambiará a favor de los libertarios.
Al santiagueño y radical kirchnerista Gerardo Zamora, le gusta la autonomía que le propone Milei. Maneja 7 diputados y 3 senadores, a los que unirá en un bloque aparte.
Por su parte, Jalil acordó formar un frente propio con Osvaldo Jaldo, de Tucumán, que en la campaña alentaba a cortarle la melena al león, pero se quedó en promesas. Se sumaría a ellos Gustavo Sáenz. Suele ser un buen mediador y mantiene diálogo con Santilli y Santiago Caputo, aunque no deja de recordarles que los acuerdos se hacen cumpliendo los compromisos. “El poncho no aparece”, es su frase de cabecera para reclamar fondos al Gobierno. De hecho, se fue un día a cantar zambas frente a la Casa Rosada en reclamo y salieron a atenderlo de inmediato. El misionero Hugo Passalacqua, podría sumarse a ellos logrando veinte de diputados y seis senadores.
En el otro grupo de gobernadores, alineados en Provincias Unidas, existen diferencias de criterios. Martín Llaryora, peronista de Córdoba, los radicales Maximiliano Pullaro de Santa Fe, Gustavo Valdés de Corrientes y Carlos Sadir de Jujuy, más el santacruceño Claudio Vidal, un sindicalista independiente, y el chubutense Ignacio Torres, de PRO, se unieron en respuesta al ajuste que propone Milei, pero ahora podrán diferenciarse y jugar separados, cada uno por su lado.
Santilli, Manuel Adorni y los hermanos Menem pasaron buenas vibras a la Rosada y se ilusionan con conseguir los votos necesarios en el Congreso. Consideran que por primera vez se encuentran debatiendo y discutiendo intereses y proyectos. Para otros, no hay diálogo, hay negociación y al peronismo de las provincias lo seducen con volcar el ajuste sobre las espaldas del peronismo de Buenos Aires.
Por su parte Patricia Bullrich, que ya se enfrentó con Victoria Villarroel en la misma jura, conducirá un bloque de 20 senadores al que anhela sumar alguno más. Si todo le sale bien, el kirchnerismo podría pasar de tener 28 senadores a mantener 23. El objetivo de Bullrich es manejar la Cámara como si la presidiera, y de hecho ya plantó bandera en la sesión preparatoria del viernes pasado. No deja de lado sus modos poco moderados.
¿Cuál es la trama? ¿Que les ofrece Milei?
La respuesta es: fondos y ser parte del proyecto de reformas que incluye la laboral, privatizaciones y reducción drástica del Estado y sus empleados, el pacto comercial que da un acceso privilegiado a Estados Unidos al mercado argentinos, alinearse al gobierno de Donald Trump, una supuesta apertura económica acelerada y un modelo de crecimiento basado en la inversión a gran escala en minería e hidrocarburos. Esto es lo que ofrecen desde el oficialismo.
Hoy, el peronismo está de rodillas ante Milei. Un peronismo totalmente desdibujado, desunido, sin un alma que los aglutine. Perdiendo energías en buscar culpables, en vez de arremangarse y salir al ruedo con todo el poder del pueblo. Que exista competencia es esencial en la democracia, sino se irá en las próximas presidenciales a convalidar el poder de una sóla fuerza con la capacidad de dirigir los hilos de la Argentina: Javier Milei.
Que este sea un grito a favor de la diversidad de ideas y de construir un país entre todos. Si una sola fuerza maneja las riendas, no habrá un futuro certero.
Que la trama sea para solidificar el futuro de los argentinos. Por la dignidad de los argentinos. Por un país de pie. Por un país para los argentinos.

Mario Casalla
Franco Hessling Herrera
Antonio Marocco