Por Natalia Aguiar
Javier Milei y su hermana Karina, deberían usar menos la guillotina y desempeñarse en ámbitos de diálogo y consenso, pero no, parece que disfrutan de las reacciones límites, y la obediencia debida que le exigen a los funcionarios, y a las familias de ellos. Sumado a la persecución existente a empleados de la administración pública en todos los ámbitos.
La semana pasada fueron dos los libertarios que pasaron por la guillotina, primero Mariano de los Heros, que estaba trabajando en una reforma jubilatoria pero lo contó, y al no estar autorizado, le costó el puesto. La segunda, fue Sonia Cavallo, que fue desvinculada por los dichos de su padre en un blog. A Javier Milei no le gustó la supuesta crítica y la hija de Domingo salió por la ventana eyectada sin miramientos.
Luego la promoción que hiciera el presidente de la criptomoneda, que sube su valor de manera desmedida y más tarde cae abruptamente. Esto coloca a Milei en una situación complicada, incómoda. Un torpe tropezón que afecta de manera directa su credibilidad, algo que le preocupa sobremanera al mandatario.
Ahora la oposición aprovecha este yerro, o no, para investigar y señalar al presidente, guillotina mediante también. Ya se pone dura la cuestión cuando Milei le da rienda suelta a su abogado, Francisco Oneto, para intervenir en su defensa.
Bajo la lupa
Luego del episodio, Milei decidió abrir una investigación en la Oficina Anticorrupción por la fallida cripto $LIBRA. Anunció la creación de la Unidad de Tareas de Investigación (UTI), que estará conformada por especialistas en cripto, actividades financieras y lavado de activos. “Toda la información recabada en la investigación será entregada a la Justicia para que determine si alguna de las empresas o personas vinculadas con el proyecto de KIP Protocol cometieron un delito”, señalaron respecto de la participación que tuvieron otras personas y empresas en la creación de $LIBRA. De esta manera, el comunicado remarcó que “el presidente Milei, que ha demostrado con hechos su vocación por la verdad, está comprometido con el debido esclarecimiento de este hecho hasta las últimas consecuencias”, tras haber reconocido que existió una reunión previa con los representantes de KIP Protocol el 19 de octubre de 2024.
En el sitio oficial de “Viva la Libertad Project” se estableció que la propuesta tiene como misión “impulsar la economía Argentina financiando pequeños proyectos y empresas locales”, argumentando que, a pesar del gran talento y potencial emprendedor del país, los recursos para llevar adelante estos proyectos suelen ser limitados. Según la web, el mensaje estaba destinado a incentivar la inversión en pequeñas empresas argentinas a través de la criptomoneda $LIBRA. A pesar de la promoción inicial por parte de Milei, el presidente aclaró que la publicación no debía interpretarse como un apoyo formal a la iniciativa, y que su intención era únicamente visibilizar proyectos emprendedores en el país.
Tensa tensión
El ambiente en el Gobierno era tenso, se vivieron momentos intensos porque además de todo lo ocurrido, y pese a la baja de la inflación, los operadores del mercado muestran inquietudes e incertidumbres que hasta ahora no habían aparecido. No hay precisiones sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y las reservas del Banco Central parecen recuperarse a paso lento y cada vez más lento.
Esta situación afecta de lleno a las elecciones legislativas y los posibles resultados. En el mundo de las finanzas empieza a despertar esa sensación de incertidumbre sobre el futuro, pese al ajuste fiscal, la baja de inflación y la reestructuración que impulsa Milei en la macroeconomía.
Lo que preocupa al Gobierno es que no puedan conseguirse grandes cambios económicos antes de las elecciones. Para los especialistas debería concretarse el acuerdo con el FMI, o lograr antes la salida del cepo cambiario, que mejore la situación de las reservas del Banco Central, y hasta plantean una posible devaluación. Lo cierto es que el Gobierno es consciente de todo este panorama y se saben observados con cierta desconfianza por los mercados.
Otro punto de crisis es el que enfrentan las industrias y sectores de producción que deben decidir salir a competir al mercado con estas reglas y ante la apertura de importaciones. Logran competitividad y aumenta el consumo, o por el contrario se contraen y apuestan a despidos y suspensiones. Será una carrera contra el tiempo, con las elecciones por delante.
Marginalidad y pobreza
Tras analizar el contexto de macroeconomía y desarrollo del país, la situación en los barrios pobres y no tanto del país, es cada vez más precaria. El aumento de los servicios públicos, la suba en los alimentos, la imposibilidad de cubrir la canasta básica de una familia, la falta de oportunidades para jóvenes y personas de mediana edad, provoca mayor pobreza, necesidades, aislamiento social y delincuencia.
Sin embargo, desde el Gobierno no advierten esta situación y resaltan que lograron bajar la pobreza en el último tramo del año pasado, según datos oficiales, del 52% al 38%, una disminución que no registra antecedente por su vertiginosidad. En estos números repercuten la reducción de la inflación del 25% a poco más del 2% y la decisión política de la ministra Sandra Petovello, apoyada por Milei, de aumentar los planes de base con mayor alcance, como la AUH, que subió 351% y la tarjeta Alimentar, que lo hizo en 137 %. Quizás estas decisiones evitaron un desborde social en medio del fuerte ajuste que impuso el Presidente y lograron acotar al máximo el efecto de la pobreza estadística, es decir aquella que por nivel de ingresos había cruzado la línea mínima.
Para los que caminan los barrios del conurbano bonaerense y otros marginales del resto del país, la descomposición social es evidente. Creció la delincuencia, la venta de drogas, la vida marginal. No hay orden, ni ley en esos barrios, como si el Estado no existiera. En muchos barrios, la instalación de los narcos es normal y cotidiano. Una especie de tierra de nadie.
Una familia de cuatro miembros necesitó $ 1.033.716 para no ser pobre en enero de 2025, según indicó el jueves pasado el INDEC. Este dato se conoció en simultáneo con el índice de inflación del primer mes del año, que fue de 2,2%, el más bajo desde julio de 2020.
La Canasta Básica Total (CBT), que se usa para estimar la pobreza y releva solamente lo necesario para comer y establece la línea de indigencia, registró un aumento del 0,9% con respecto al valor de diciembre. Es la variación mensual más baja en ocho años: la anterior se remonta a diciembre de 2016, cuando fue de 0,2%. "La variación de 0,9% m/m en la Canasta Básica Total en enero fue la más baja en más de 8 años (dic-16). No hay política más eficaz para reducir la pobreza y la indigencia que el orden macroeconómico", publicó en su cuenta de la red social X (ex Twitter) Martín Vauthier, integrante del equipo económico de Luis Caputo.
Según el informe, la variación interanual de la CBT llega a 73,2%. Por otro lado, una familia precisó $ 453.384 para no ser indigente. En tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) mostró una suba de 0,9% con respecto diciembre y un salto interanual de 58,8%. La clave de la reducción de la pobreza, según la mirada oficial, fue que los alimentos vienen subiendo por debajo del índice oficial. A esto se agrega que la motosierra que recortó el gasto público se detuvo ante la Asignación universal por Hijo (AUH), que el año pasado aumentó 105% en términos reales, es decir descontando el efecto de la inflación.
¿Cómo llega una familia a $453.000 pesos sin empleo? ¿Cubren gastos mínimos con ese monto? ¿Se analizan los trabajos informales? ¿Cómo se trabaja la delincuencia en los suburbios de todo el país? ¿Existen economías paralelas del paco, la droga, la merca? Hay varias lagunas en el discurso oficialista.
Aunque el Gobierno se muestre optimista, deberá analizar como aunar los esfuerzos macroeconómicos para poder coordinar el desarrollo de los barrios y pueblos marginados por la pobreza, la falta de oportunidades y el delito. Hoy, un abismo divide ambas economías.