01 19 nismanPor Natalia Aguiar

Diez años se cumplen del caso que marcó un antes y un después en la historia judicial argentina: la muerte del fiscal Alberto Nisman. Todos recordamos lo que estábamos haciendo ese 19 de enero en el que nos despertamos con la noticia que estremecía la piel, porque si mataron a un fiscal federal encargado de la Unidad Fiscal Especial para el atentado de la mutual judía AMIA, podrían matar a cualquier ciudadano de a pie.

Fue increíble y lo sigue siendo, movilizó a todo el país en un grito de Justicia y se dio un hecho inédito: salieron a la calle los fiscales de todo el país en lo que se llamó “La marcha del silencio”.

Lo que sucedió después de la muerte del fiscal Nisman, empeoró la situación. Nada más valioso que la vida por cierto, pero fueron los funcionarios judiciales y políticos, los que embarraron la escena, pisotearon pruebas, tocaron todo lo que había en el departamento, no tuvieron los recaudos legales, ni siguieron los protocolos técnicos y científicos para preservar pruebas. Todo muy oscuro, muy empantanado, muy turbio. ¿A propósito? ¿Ineficacia? ¿Abusos?

Luego, si la causa era propia del fuero federal o del ordinario, y allí otro punto de cruces y encuentros desatinados ante una investigación que encierra los más oscuros misterios del poder político, económico y judicial.

El tema es que, si la Justicia no responde ante la muerte de un fiscal federal, imaginemos ante un don Pérez, que nadie conoce. Lo más gravoso, después de la pérdida de la vida de Nisman, fue cómo se manipuló la causa para que no se supiera la verdad, para distraer, para borrar evidencias. Se desató una interna de operadores de todo tipo, pero se destacaron los del espionaje profesional. Fue una masacre tras masacre el caso Nisman y lo sigue siendo.

Antonio “Jaime” Stiuso es un rock star de los servicios de inteligencia, una vez que su rostro fuera revelado por Gustavo Béliz, en televisión en 2004. Aquello fue escandaloso. Fernando Pocino, ex agente de inteligencia vive en las playas de Pinamar y opina en redes. El otro agente, de los visibles, es César Milani, con problemas judiciales porque no puede justificar su patrimonio. Ellos tres eran jefes en el espionaje cuando sucedió la muerte de Nisman. Eduardo Taiano, el fiscal a cargo de la investigación, detalla en su informe la pelea de poder que se libraba en esa época en el submundo del espionaje, por poder y recursos.

Como fiscal a cargo de la causa AMIA, Nisman trabajaba mano a mano con Stiuso, con alto rango en la Secretaría de Inteligencia (SIDE). Los informes elaborados por él constituían el pilar de los dictámenes del fiscal. Esa influencia de Stiuso sobre Nisman y esa estrecha vinculación, ratificada en su informe por Taiano, marcaron el enfrentamiento al gobierno de Cristina Kirchner.

Previo a la denuncia contra Cristina Kirchner que presentara Nisman había versiones de que el profesional sería desplazado de su cargo de fiscal de la UFI-AMIA. El espionaje se utilizaba para atacar, amenazar y para extorsionar. Las internas entre sectores de la SIDE que respondían a Stiuso y otras que respondían a Pocino, sumado al desembarco de Milani al mando de la inteligencia militar, crearon enfrentamientos sangrientos y operaciones encubiertas.

Cuando Cristina Kirchner empieza a sentirse amenazada por la SIDE de Stiuso, empieza a destinar más fondos a Milani, la inteligencia del Ejército. De recibir $661,24 millones en 2008, lo que significaba más del 60%, redujo la Side a un 40 % y la inteligencia del Ejército sumó a sus partidas un 25% más.

Se detectó la presencia de agentes de inteligencia kirchneristas en las horas previas y posteriores a la muerte de Nisman, eje de sospechas de la fiscalía, dando por sentado que a Nisman lo mataron, pero aún no se pudo detallar quiénes fueron los supuestos autores del hecho.

Hubo intentos de hackeos al celular de Nisman y la Justicia tiene los nombres de dos personas de entre Ríos que habrían enviado un malware desde una dirección IP que, seguía además, los movimientos migratorios de Stiuso.

A la fecha, Diego Lagomarsino, es el único procesado como partícipe necesario de la muerte de Nisman por haber aportado el arma de la que salió el disparo. Para la fiscalía, pese a las pruebas e informes analizados, se niega que Lagomarsino fuera un agente formal, era un agente en las sombras. Además su padre había sido un reconocido “topo” de la SIDE.

 

Muchos casos conectados

El de Ariel Zanchetta, un expolicía acusado de haber sido un agente inorgánico de inteligencia que espió a jueces y fiscales, demuestra que Nisman era espiado. Entre los documentos del agente inorgánico de la AFI había información sobre la muerte del fiscal. Por su parte, el sector del espionaje ligado a Pocino había seguido a Viviana Fein, la primera fiscal del caso, de acuerdo con la causa. Otro caso ·raro·, fue la muerte de “Lauchón”, ocurrida 2013 durante un operativo policial. Además, en 2016, Stiuso declaró en la Justicia que la muerte de Nisman había sido un nuevo capítulo de una cadena de actos de violencia contra él y su entorno. Nombró como antecedentes la muerte de Viale y el atentado a tiros contra el auditor de la Nación, Javier Fernández, un hombre muy influyente en la justicia federal.

 

La voz de los colegas investigadores

A diez años de la muerte del fiscal Alberto Nisman, la Asociación de Fiscales y Funcionarios del Ministerio Público Fiscal de la Nación (AFFUN) emitió un comunicado en el que reafirma su solidaridad con la familia del fiscal, especialmente con sus hijas, y califica el hecho como un “crimen aberrante”. El mensaje destaca la importancia de esclarecer el caso para garantizar la legitimidad de las instituciones de la República. AFFUN subrayó que tras la muerte de Nisman, sus allegados enfrentaron numerosos ataques que buscaron desacreditar su figura y contaminar las investigaciones judiciales relacionadas con su trabajo. “Aún después de su fallecimiento, la persona del fiscal sufrió crueles ataques, muchas veces promovidos por la oficialidad, con la intención de desacreditar su trabajo y alterar el análisis de las pruebas recolectadas”, señala el comunicado.

El reciente informe del fiscal federal Eduardo Taiano, encargado de la causa que investiga la muerte de Nisman, fue un eje central en la declaración de la AFFUN. Según este documento, la muerte del fiscal fue consecuencia directa de su labor en la investigación del atentado a la mutual judía AMIA, ocurrido en 1994. En aquel ataque, 85 personas perdieron la vida y más de 300 resultaron heridas, dejando una de las mayores heridas en la historia del terrorismo en Argentina.

Taiano ratificó que Nisman murió cumpliendo con su mandato legal y destacó su compromiso con la búsqueda de justicia, incluso enfrentando riesgos que desafiaron intereses de alto nivel tanto dentro como fuera del país. La AFFUN considera que este nuevo informe es una pieza clave para comprender las circunstancias de la muerte del fiscal y su relación con la causa AMIA.

 

Las hijas

Tras una década de impunidad, Iara de 25 años y Kala, de 18, hablaron por primera vez de la muerte de su padre y de lo que la Cámara Federal considera, un homicidio, derivada en múltiples expendientes “satélites” que plantean una serie de incongruencias, irregularidades e hipótesis contrapuestas acerca de lo que ocurrió aquella madrugada del 18 de enero de 2015.

“Nunca nadie de nuestra familia dudó que haya sido otra cosa que un asesinato”, señaló la menor de las dos jóvenes en una entrevista de streaming.

“Yo sabía de las amenazas. Me acuerdo el primer día que fui consciente, un verano en 2013 que estábamos en Brasil con mi papá y Kala. Yo empezaba a tener redes sociales y hablábamos de Twitter y mi papá me dijo: “No busques mi nombre”, y fui y lo hice. Vi una nota que decía: `Amenazan de muerte a las hijas de Nisman’”, admitió Iara, en diálogo con Luzu Tv, sobre la vida que rodeaba al fiscal que llevaba adelante la investigación por el atentado de la AMIA.

 

Actualmente...

El Gobierno de Javier Milei recordó la muerte del fiscal Nisman: “Un asesinato en manos de lo más oscuro del poder”. A través de un comunicado, el Poder Ejecutivo le pidió a la Justicia que continúe la investigación sobre el hecho para que “no quede impune”. También resaltó el proyecto de Juicio en Ausencia para los acusados del atentado a la AMIA y reafirmó su compromiso de procurar que haya justicia para las víctimas.

También lo hizo Cristina Kirchner, acusada por Nisman de encubrir el atentado a la AMIA y a que el fallecimiento se produjo durante su segundo mandato. Criticó a los medios y a la Justicia. No se refirió a la línea de investigación que sigue la fiscalía que analiza el intercambio de mensajes entre espías del kirchnerismo que dependían orgánicamente de Oscar Parrilli, jefe de la Side en 2015 cuando Nisman no había muerto, y en el entorpecimiento de los procedimientos en el departamento del fiscal, adonde ingresaron decenas de personas. Por este motivo están en la mira figuras como Sergio Berni, César Milani y otros exfuncionarios.

“No fallan: son de manual. Todos los años, días antes del 18 de enero, ante un nuevo aniversario del lamentable suicidio del fiscal Nisman, Clarín y LA NACION comienzan a bombardear con notas sobre ‘SU ASESINATO’ INVENTADO -y es literal– primero mediáticamente y después judicialmente por el juez mutante Julián Ercolini“, escribió Parrilli en X, texto que después avaló Cristina Kirchner.

“Ya se sabe que en Comodoro Py es Ercolini el que tiene a su cargo exclusivo el fuero de las causas inexistentes e imposibles de probar, pero rápidas de inventar con el inestimable apoyo mediático“, insistió Parrilli contra el juez a cargo.

Aún existen diferencias en las hipótesis respecto de la hora exacta de la muerte de Nisman, la trayectoria de la bala y la presencia o no de terceros en el departamento. Todavía la Justicia no dio pruebas concluyentes sobre los presuntos autores materiales ni intelectuales de lo que fiscalía, primera y segunda instancia judicial, consideran que fue un homicidio.

La cuestión gravosa es cuando la Justicia no da respuestas a los ciudadanos y se muestra víctima de los poderes ocultos que existen detrás de la supuesta institucionalidad.

Es cierto también que Alberto Natalio Nisman no era muy querido por la comunidad judicial y mucho menos por la comunidad judía, así que, para muchos, el fiscal era parte del sistema putrefacto que hizo que todo eyectara por los aires. Pero si así hubiera sido, no tenían derecho a quitarle la vida.

Lo cierto es que el sistema judicial y político tiene un basto sector putrefacto, y si Javier Milei pretende limpiarlo o eliminarlo con Ariel Lijo, en la Corte, se equivoca, está transando con ese sector que está vinculados a servicios y que responden al poder de turno y a los poderes internos.

¿Usted sabía que se abonan los resultados judiciales? ¿Usted sabía que hay jueces y fiscales corruptos? ¿Usted sabía que hay jueces y fiscales honorables, que cuando pretenden hacer bien su trabajo se enfrentan a obstáculos que el poder putrefacto les impone? ¿Sabía que hay ciudadanos de primera, segunda y tercera? ¿Sabía usted que la Justicia está influenciada por los poderes ocultos? ¿Sabía usted que existen jueces capaces de frenar a libres pensadores? ¿Sabía usted que circulan bolsos por la justicia y el poder de turno?

Esa corruptela judicial y política está incrustada en los ladrillos del poder y llevará mucho tiempo y valentía exponerla y eliminarla, pero nada es imposible si existe seriedad en el accionar de los dirigentes. Sin justicia, no hay seguridad jurídica y las inversiones dependerán de ello también, además del factor económico y financiero que represente Argentina a los empresarios. Sin una justicia independiente, no hay garantías, no hay derechos.