Por César Álvarez

Los trenes en Salta han tenido una historia interesante, pero en los últimos años han experimentado altibajos. Sin embargo, circulan y han circulado, por ejemplo, el Tren a las Nubes, que es uno de los principales atractivos turísticos de la región y el cochemotor que va a Güemes .

En un principio, los ferrocarriles eran ingleses y tenían una traza vial tendientes a propiciar el comercio del interior hacia el puerto más que para buscar un desarrollo integral del país, digo esto pensando en la importancia del tren y los desarrollos territoriales.

Perón los compra, el negociador fue el ministro Miguel Miranda, según dice la historia fue muy favorable para la Argentina, lo que le valió el mote de “rey de la hojalata”. Perón los bautiza con los nombres de quienes el entendía que eran los creadores de la patria, así les puso San Martín al que iba al litoral, Belgrano para el norte, Urquiza para el sur, Mitre hasta Tucumán, y el Sarmiento que se internaba en la Pampa Húmeda de Buenos Aires.

El Belgrano dio lugar a la creación de infinidades de pueblos. Era una trocha angosta y cumplía los objetivos que se había trazado Perón en su momento: civilizar, desarrollar, comercializar y servir de transporte humano.

Ahora me centraré en el ferrocarril de Salta que era un paso obligado a Chile. Su objetivo estratégico era llegar al Pacífico y por Jujuy llegar hasta el corazón de Bolivia.

El Huaytiquina, esa obra maravillosa de ingeniería, donde se desplaza el famoso “Tren a las nubes”, sigue siendo de asombro científico y de valor turístico importante.

Esta obra comenzó con el Presidente Yrigoyen y se terminó con la presidencia de Perón.

El gobernador Roberto Romero, gran impulsor del Norte Grande, pone en valor comercial y turístico con el auxilio de inversores privados el Tren a las Nubes, que termina en La Polvorilla, no nos olvidemos de Jorge Vidal Casas, que en este tema fue un gran vanguardista.

En la trama urbana el tren tenía varias paradas del este hasta el oeste, llegando hasta el municipio de Cerrillos, muchas ya desaparecidas por el abandono, displicencia y el robo de sus inmuebles o de sus materiales.

La estación central está ubicada frente a la plaza Antofagasta, en el cruce de las calles Balcarce y Ameghino, donde se encuentran las oficinas administrativas y de logística de la empresa que cambió de nombres en el paso del tiempo. Sus galpones muestran la importancia del comercio de la zona, que fue privilegiada en su momento, cuando la actividad del tren era muy dinámica. Luego llego el abandono.

En algún momento hemos intentado incorporar el corredor ferroviario a la trama urbana, que siempre fue como una llaga de basurales en el ejido de la Ciudad de Salta. Como ejemplo, en la administración del Dr.Tanoni se estudió un programa que buscaba darle valor a este corredor, llamado “Paseo del tren”. El trayecto era de la estación Mojotoro, hasta la estación Alvarado, dándole valor deportivo, cultural o social.

Es mi deseo que alguien recoja esta experiencia y la haga realidad, para que la vía del tren no sea la frontera de distinciones sociales entre el norte y el sur.

Nota: la calle Adolfo Güemes, pasando la vía, era un predio del ferrocarril, me recuerdo que se encontraban estibados cientos de rieles que desaparecieron. El Municipio, Provincia, Nación, Policía, la Justicia, los dueños de lo ajeno, bien gracias. Se quedaron con parte de un patrimonio de los argentinos.

Gracias AS