abelcornejoPor Abel Cornejo

Con una parafernalia propia de las primeras décadas del Siglo XX y una estética aggiornada especialmente para las redes, irrumpieron en escena los autopercibidos defensores a ultranza del presidente Javier Milei, afirmando ser el brazo armado de la Libertad Avanza, definición que de por sí remonta inmediatamente a un luctuoso pasado argentino aún no resuelto.

Con banderas colgadas en forma rectangular de gran porte, coloradas con flecos y adornadas con un símbolo esotérico ideado por Benjamín Solari Parravicini, un artista argentino quien creía tener poderes adivinatorios, a raíz de lo cual se lo conoce como el “Nostradamus argentino”.

Parravicini es admirado por el asesor Santiago Caputo, quien tiene tatuado en su cuerpo una cruz que precisamente apareció en el acto celebrado en la localidad bonaerense de San Miguel, ante el estupor de muchos argentinos que se preguntan qué tienen que ver estas “fuerzas especiales celestiales” con los fundamentos mismos de las instituciones de la democracia.

Las explicaciones abundaron. Desde que no debían ser tomados literalmente, hasta que no tenían la intención de ocupar cargo alguno, sino ser una suerte de defensores de la pureza del dogma. Es decir, fascismo, más inquisición, más eslóganes medievales. Todas consignas y emblemas propios de las juventudes falangistas en España, mussolinianas en Italia y hitlerianas en Alemania. Sin duda, semejante derroche de maldad insolente al decir de ese gran poeta que fue Enrique Santos Discépolo, preocupa y como tal debe ser puesto a la consideración pública, sin titubear.

Quien comandaría esa nueva milicia celestial justiciera sería Daniel Parisini, mejor conocido como el Gordo Dan. Principal líder de la patrulla virtual que utiliza los insultos y frases amedrentadoras como forma de hacer política para el presidente Milei. Parisini, sin metáforas, pronunció el objetivo que persigue la nueva organización. "Queremos ser el brazo armado de Javier Milei", dijo sin ponerse colorado. Los otros oradores (el evento tuvo 18 jóvenes arriba del escenario) repitieron -palabras más, palabras menos- el mismo mensaje del líder Gordo Dan que persigue a todo aquel que le haga oposición a Milei en Twitter. Para las Fuerzas del Cielo, los "fierros" son caracteres. Por ahora.

Otro de los que se embelesó con el micrófono fue el inefable Agustín Laje, una suerte de profeta criollo de las fuerzas celestiales, quien adscribe ideológicamente a la más conservadora de la Iglesia y es el paladín de la agenda anti woke. En ciertos aspectos puede considerarse la ideología Woke como una nueva ola del movimiento de la corrección política, que desde los años 80 pretende descolonizar la universidad estadounidense y sus conocimientos acabando con la figura del Dead White Male [Hombre Blanco Muerto].

Había que prescindir de Homero, Platón, Aristóteles, Shakespeare y muchos otros porque su abrumadora presencia marginaba los conocimientos y las perspectivas minoritarias, con las cuales sería posible llevar a cabo una revolución epistemológica y política contra la civilización occidental. Había que imponer una nueva relación con el mundo.

El término resurgió en la última década con el movimiento Black Lives Matter, que nació en rechazo a la brutalidad policial hacia personas afrodescendientes. Pero esta vez su uso se difundió más allá de la comunidad negra y empezó a ser utilizado para significar algo más amplio. En 2017, el diccionario Oxford agregó esta nueva acepción de "woke", definiéndolo como "estar consciente de temas sociales y políticos, en especial el racismo".

Está claro que, para los centuriones libertarios, la ideología anti “woke” que en nuestro país la avizoran como la satanización de las políticas de género, antidiscriminación y lucha contra el medio ambiente, es la adaptación de la realidad norteamericana a la Argentina. Nuevos modelos de la antipatria colonialista en un país soberano y pretendidamente libre.

¿Qué tendrá que ver todo eso con la baja de la inflación y el déficit 0? Absolutamente nada. Lo que está claro es que para la ideología liberal libertaria, el centro político no es apto para combatir a la izquierda. A la izquierda se la combate con la derecha, dijo en el acto de San Miguel Agustín Laje. Probablemente muchos adherentes a la Sociedad Italiana de San Miguel, en la provincia de Buenos Aires, se hayan preocupado por la utilización de su sede para un acto de semejantes características. Porque está claro de que ni Giorgia Meloni adscribe a este tipo de ideas cavernarias.