09 17 aguiarPor Natalia Aguiar

Quizás Javier Milei en estos meses que lleva su gestión, tomó consciencia de que sin política no hay economía y que pese a que reniega de la “casta” debió acercarse a ella para negociar resultados y garantizar gobernabilidad, que era lo que le estaba faltando.

Tras la puesta en escena del lanzamiento de esta nueva etapa, como si se tratara de un acto político, Milei activó sus planes y estrategias parlamentarias para que el Congreso le apruebe el Presupuesto 2025.

El presidente fijó reuniones para ayer, para mañana y pasado mañana. Ayer recibió a un grupo de legisladores del Pro, La Libertad Avanza y el MID. Hoy agasajará en Olivos a los “87 héroes”, como denominó a los diputados que apoyaron el Gobierno en Diputados para bloquear el veto a la Ley de nueva fórmula jubilatoria. Así, Milei trabaja en cerrar acuerdos en el Congreso para poder aprobar el Presupuesto 2025.

El domingo fue la presentación oficial de la “Ley de Leyes”, con las pautas, datos y números que ejecutará el año próximo. Aprovechó además de hacerse autobombo, de enfrentar al kirchnerismo y cuestionarle la política económica que -según él-, nos llevó a la situación actual.

Milei ahora sabe del poder de la política y es consciente de que el oficialismo sólo cuenta con un tercio de los legisladores nacionales, por lo que sin consenso, no llegará a nada. Necesita de los políticos, de la “casta”, de los arreglos, los acuerdos y demás. Es que está muy lejos del quórum, mucho más lejos de la mayoría simple para sancionar cualquier ley. Razón más que suficiente para poner el marcha el operativo “acción y diálogo”.

 

La mesa chica

Milei convoca a sus referentes para la toma de decisiones de ahora en más. Objetivos preliminares: articular las políticas legislativas en el Congreso. Aceitar vínculos y lograr resultados. El otro objetivo, ganar las legislativas 2025 para posicionarse para las presidenciales futuras.

No puede faltar Karina Milei, secretaria General de la Presidencia; Santiago Caputo, estratega y asesor temido por todos; Guillermo Francos, jefe de Gabinete; Patricia Bullrich, ministra de Seguridad; y Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados. Otros nombres desfilan por lo bajo y bajo las alas de los ministros que integran la mesa de decisiones: Lisandro Catalán, vicejefe de Gabinete de Interior; José “Cochi” Rolando, vicejefe de Gabinete Ejecutivo, y María Irazabal Murphy, secretaria de Planeamiento Estratégico, vinculada a Santiago Caputo.

Son estos los hombres y mujeres del equipo “Milei” para el objetivo de lograr las mayorías que se necesitan para aprobar los proyectos que surjan del Ejecutivo y dar pasos certeros.

Así que ahora hasta el mismísimo Milei se reúne con los diputados aliados para avanzar en sus proyectos. Organiza encuentros y cenas para agasajarlos y entablar diálogo directo.

Desde finales de agosto que el presidente adoptó esta nueva estrategia porque se convenció de que debía arremangarse y salir al ruedo de la política. El domingo, tras la presentación del presupuesto, cenó en la Quinta de Olivos junto a su pareja Yuyito González, el diputado José Luis Espert y su esposa. Y ayer mismo ya recibió a un grupo de diputados del PRO y de La Libertad Avanza. Estuvieron presentes Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, y Martín Menem. Milei tiene muy buen vínculo con Cristian Ritondo, jefe de la bancada Pro, Silvana Giudicci y Silvia Lospennato. Entre los libertarios convocados estuvieron Gabriel Bornoroni, presidente del bloque, y Oscar Zago, como representante del MID.

Si bien el foco está puesto en aprobar el Presupuetso 2025, existen otros proyectos que devienen en especial de Sturzenegger, que el Gobierno quiere impulsar. Por lo tanto, resulta indispensable promover lazos con los legisladores y avanzar juntos a los aliados. Será una tarea compleja, ardua, que incluye un diálogo directo con los gobernadores y los jefes de bancadas aliados. A los gobernadores les exigió que bajen los gastos, es decir, un ajuste fiscal de U$S 60.000 millones. “La Nación ya hizo su parte” y que “ahora le toca a los sub estados”, destacó el presidente. Quien además anhela un crecimiento de 5% para 2025 y una inflación de 18,3% interanual a fin de año.

 

“Cepo al Estado”

El Gobierno impone reglas fiscales para sostener el déficit cero en 2025. ¿Cómo lo logrará?

Milei explicó que en el marco del Presupuesto 2025 espera lograr un equilibrio fiscal que buscará perseguir con un “cepo al Estado”. Es decir que “blinda el equilibrio fiscal sin importar cuál sea el escenario económico”, explicó el mandatario. “Este blindaje abre una nueva página hasta ahora desconocida. Desde ahora Argentina será solvente, bajará el riesgo país, tasa de interés, con mayor inversión, productividad, salario real, caída de pobreza y de indigencia”, aseguró Milei ante diputados y senadores.

El Ministerio de Economía deberá arribar a un superávit primario de 1,5% para cubrir los intereses de deuda y llegar al equilibrio fiscal el año próximo. ¿Qué pasará si hay más recaudación de lo esperado?

El Gobierno se planteó un objetivo de ajuste en las cuentas públicas el año próximo equivalente a 1,5% del PBI de superávit primario para poder sostener, al finalizar el 2025, el equilibrio financiero. La cuenta bajaría a 1,3% restando la deuda intra sector público-para terminar con excedente fiscal total.

Razón por la cual, el proyecto de Presupuesto que el Poder Ejecutivo envió al Congreso, incluirá una regla fiscal que recortará un grupo de partidas de gasto ante ciertas contingencias, y dejará un solo renglón del gasto por fuera de la discrecionalidad, que serán las jubilaciones, que continuarán con una fórmula mensual que sigue a la inflación.

Respecto a las jubilaciones que tendrán un gasto equivalente a 6,3% del PBI y otro 2,6% del Producto para asistencia social, el Gobierno determinó qué sucederá en caso de que las variables macroeconómicas se muevan por fuera de lo proyectado en el presupuesto. En tanto el escenario macroeconómico se desvíe de la proyección presentada, se ajustará el gasto discrecional para garantizar el equilibrio financiero o se incrementará el ahorro fiscal. Por otro lado, se se refieren a los derechos de exportación y al impuesto al cheque como los dos principales apuntados. Además, en diciembre de este año, vencerá la vigencia del impuesto PAIS.

El Gobierno se resguarda en que el presupuesto debe contar con equilibrio fiscal como única forma de sostener la estabilidad económica. “El déficit fiscal sólo puede financiarse por dos vías: endeudamiento y/o emisión monetaria. Con un historial crediticio marcado por sucesivos defaults, la emisión monetaria se convirtió en la principal fuente de financiamiento de las necesidades del Tesoro, lo que derivó en un excedente monetario que se transformó en el principal foco de fragilidad macroeconómica”, es lo que esbozaron los técnicos de Economía en el proyecto de ley. “Durante 2025, se plantea garantizar nuevamente el equilibrio fiscal para corregir los desajustes y sostener las condiciones de estabilidad macroeconómica que permitan, junto con las reformas aprobadas por el Congreso en la Ley Bases y el DNU 70/2023, el despegue definitivo de las potencialidades productivas del país, incremento de inversión privada, una mejora de la productividad, y el crecimiento de la actividad, del empleo y los ingresos”, consideró el Gobierno. Se estableció una suerte de “regla fiscal” para que las distintas partidas presupuestarias puedan ser reajustadas ante distintas circunstancias.

Las ventas en los supermercados y autoservicios se derrumbaron 17,2% respecto del mismo mes del año pasado. Destacaron que en agosto de 2023 tuvo efectos el “plan platita” del ex ministro de Economía, Sergio Massa, y la demanda era alta y había pesos de sobra. Los consumidores se anticipaban a comprar por la inflación y porque estaba claro que tras el cambio de gobierno llegaría la devaluación, y los precios serían aún mayores. La base de comparación incide en este número tan negativo, y se estipula que los meses que restan hasta fin de año mantengan esta tendencia, excepto que las ventas empiecen a mostrar una recuperación más contundente.

Si se contrasta con los números del año pasado, se percibe una contracción muy fuerte. La gente no aguanta más. Ha llegado el momento de soluciones concretas. Los hechos, el comportamiento ciudadano lo demuestra y la gente no consume como antes, porque no puede. Esto afecta a gran parte de la sociedad y sobre todo a los asalariados. A festejar que Milei reaccionó a la política, ahora debe velar por los argentinos.