07 15 hessPor Natalia Aguiar

Desde hoy rige el nuevo impulso del Gobierno “emisión cero” con la que se cerrarán todas las bocas expendedoras de pesos, lo que impulsará una profundización del régimen monetario que no implicará modificaciones en el tipo de cambio oficial.

El presidente Javier Milei debió dar un giro de 180 grados en la política monetaria ante el miedo a una corrida; sospechas de conspiraciones en medio de gestos para afianzar la gobernabilidad.

La semana pasada Milei refundó el pacto con la gente y los gobernadores que lo acompañaron desde Tucumán, lideró el desfile militar por el 9 de Julio y luego desde la cumbre de empresarios, y ante la corrida del dólar, tomó una medida extrema. El invierno para Milei está siendo muy duro, al igual que para los argentinos, y si bien quiere mostrarse triunfante ante la “casta política”, la situación económica se enloda cada vez más.

Desde la Casa Rosada y con la convicción de que ya se transitó la primera fase de su administración con el déficit cero, el presidente Javier Milei avanza en otra etapa en la que el peso será escaso, adelantó también que el miércoles terminará con el problema de los puts, un instituto que les permite a los bancos vender bonos del Ministerio de Economía al Banco Central en cualquier momento y hacerse de los pesos.

Aclaró Milei que, pese a la medida, el Gobierno dispondrá que la cantidad de pesos circulantes queden constantes, lo que permitirá que no se altere la base monetaria, lo que acelerará, según la perspectiva oficial, el proceso de desinflación y la salida del cepo, que se concretará cuando tenga la macroeconomía en orden, decisión a la que de nuevo no le puso fecha.

“Por las regulaciones del mercado cambiario, estamos obligados a comprar dólares en el MULC (mercado único de cambios). Cuando me traen dólares, estoy obligado a comprarlos. Cuando compro esos dólares, ¿con qué los compro? Con pesos. Entonces, estoy inyectando pesos en el mercado, en la economía. Y como yo en realidad tengo control de capitales, yo no sé si verdaderamente eso es un aumento de demanda de dinero o es que me los están entregando porque están obligados”, dijo Milei en una entrevista a LN, en medio de una semana donde el blue superó los $1500.

“Como estamos viendo que los dólares paralelos subieron, puede ser que nosotros estemos emitiendo sin la contraparte de demanda de dinero. Entonces, lo que necesitamos hacer es sacar esos pesos de la calle. Y cómo lo vamos a hacer: entregando dólares”, detalló el presidente.

Esos dólares se entregarán en el mercado del contado con liquidación (CCL), por lo que el Banco Central tomará pesos otra vez y así absorberá los que introdujo a la economía antes por la compra de dólares. De esa forma quedará “esterilizada” la base monetaria, en los términos de la Casa Rosada.

“Que suban el dólar y los precios tiene que ver con que pierda poder adquisitivo el dinero. Si freno los grifos de emisión, se acabó el problema. Vamos a hacer que el peso sea recontra escaso, habrá que bancarse fluctuaciones seguramente. Esto es de manual”, sentenció el Presidente.

 

El que avisa no traiciona

Milei advirtió que lo que queda de este mes y el próximo van a ser “difíciles” en materia cambiaria y se mostró despreocupado por un traslado a precios tras el incremento de los paralelos, ya que dijo que los especuladores deberán adaptarse a una economía donde la cantidad de dinero no crecerá.

Por su parte, Luis “Toto” Caputo, describió esta nueva etapa en la economía libertaria. “A partir del lunes no se van a imprimir más pesos en Argentina”, sentenció el funcionario en una entrevista y luego lo explicó en redes. El ministro de Economía explicó las nuevas medidas, dijo que el dólar blue a $1.500 no le quita el sueño y que el FMI nunca le pidió una devaluación, pero podría aportar fondos frescos en un próximo acuerdo. “A la inflación le estábamos ganando por puntos y esta es una mano de nocaut”, dijo el ministro de Economía. “Del cepo no hay que salir rápido, sino que hay que salir bien. Vamos a hacerlo en la medida que los resultados vayan convalidando las medidas que estamos tomando. Por ahora está siendo más rápido de lo que se esperaba”, señaló, afirmando que al momento de asumir el actual gobierno había riesgo de hiperinflación y hoy ya hay líneas de crédito hipotecario a 30 años de plazo.

Caputo consideró muy positivos los datos de inflación minorista de junio, que en el índice general dieron 4,6 por ciento. “En una competencia de monedas, todo el mundo dice que van a buscar el dólar. Pero los mercados buscan el bien escaso, que va a ser el peso, porque los impuestos se tienen que pagar en pesos. Esto va a fortalecer al peso y a contribuir a que la inflación baje más y más rápido”, dijo el ministro luego de que el viernes pasado el INDEC registrara en junio una cifra de 4,6%, 0,4% más que el mes anterior y la primera vez que aumenta en la era Milei. “Si el Banco Central comprara dólares en el MULC, la emisión de pesos equivalente será esterilizada con la venta de dólares equivalentes en el mercado de contado con liquidación”, destacó el ministro y agregó: “En seis meses terminamos con el déficit fiscal, el déficit cuasi fiscal y la emisión monetaria. Consecuencia: vamos a exterminar la inflación para siempre en la Argentina”.

 

El Gobierno intervendría en el mercado financiero

Sería una segunda fuente de intervención teniendo en cuenta que el CCL cuenta con oferta a través del dólar diferencial que el equipo económico creó para el campo (se liquidan 80% en el MULC y 20% en el CCL). Admiten en el mercado que acumulará menos reservas de las que podría, como ocurre con el blend. El mecanismo que usará para eliminar ese motor de emisión de pesos será el de intervenir en la brecha cambiaría ofreciendo dólares, en forma de bonos, de manera discrecional. El impacto se verá en el valor de las cotizaciones financieras, que vienen subiendo en las últimas semanas, y además ralentizará el objetivo de acumulación de reservas en el BCRA.

Se estima una posible suba de tasas de interés con la idea de fortalecer el peso incentivando su demanda. Es además, una medida solicitada por el Fondo Monetario Internacional: tasas reales positivas. La fuerte baja de tasas fue una de las causas fundamentales que, según la opinión del mercado, comenzó a desestabilizar el mercado cambiario. La suba del dólar y de la brecha, más allá de la recesión, podría terminar impactando en el proceso de desinflación.

Desde el gobierno explican cómo se comprarán dólares sin emitir más pesos. “Si hoy el BCRA compra US$100 y emite $90.000 en esa compra, podría recomprar esos $90.000 al paralelo y se gasta US$50. Le permitiría acumular US$50 y no se aumenta la oferta de pesos”.

“Tanto lo que queda de este mes, como agosto, van a ser meses difíciles en el mercado de cambio, es cuando se nos van más dólares por la energía. Vamos a restringir totalmente la cantidad de pesos. Es como darle un revólver a alguien pero sin las balas, no vas a poder hacer nada”, concluyó Milei confiado.

 

“La verdad de la milanesa”

“¿Se acuerda presidente cuando el 10 de diciembre en el acto de asunción le dije que usted tenía demasiados prejuicios y que cuando se sentara en el sillón de Rivadavia se le iban a ir uno por uno? Bueno… bienvenido a la Argentina”, inició su relato Cristina Kirchner el sábado pasado decidida a arremeter contra Milei y Caputo.

“Deje de volver locos a sus seguidores… y dígales la verdad de la milanesa, que va a utilizar reservas del Banco Central para intervenir en el mercado de dólares financieros, porque la brecha con el dólar oficial se le está yendo a la… usted ya sabe. Y esto finalmente le impacta en los precios”. Cristina volvió sobre el superávit fiscal, al que ella llama “dibujado” por el ajuste fiscal que realizó en el Estado y en los fondos hacia las provincias, y le dijo cuál es el “problema central” que tiene el país. “Se da cuenta ahora que por más superávit fiscal que tenga -aunque sea trucho e insostenible- el problema central de la Argentina y su economía bimonetaria, con hiper endeudamiento en moneda dura, es la escasez de dólares”, aseguró. “No pierda más tiempo organizando actos de Billiken (…), piense (…) que tiene la oportunidad de convocar a las distintas fuerzas políticas y sectores sociales a discutir en serio el destino de nuestro país. Aunque no le den el premio Nobel, vale la pena intentarlo… y la historia seguro se lo reconocerá”.

Así se tiran flores entre uno y otro. Lo cierto es que todavía, y a estas alturas, ninguno de los presidentes dio en la tecla para dar vuelta de página en la historia económica de Argentina.

Se olvida Cristina Kirchner del despilfarro de dinero que significaron los gobiernos suyos y los de su marido Néstor. Hasta bolsos se tiraban por las medianeras y se enterraban miles y miles en tierra que los fiscales debieron sacar con excavadoras. La realidad argentina superó ampliamente a la ficción.

Los políticos y ex presidentes argentinos tienen la memoria frágil y la cara de piedra. Sólo los argentinos saben de las penurias que atraviesa, y si alguien debiera ganar el premio Nobel a la estoica resistencia, es el pueblo argentino.