10 17 gaza

Israel y Hamas continúan con dificultades la implementación del plan de alto el fuego impulsado por Estados Unidos.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reafirmó su compromiso de lograr el retorno de todos los rehenes fallecidos en manos del movimiento islamista, que todavía tiene pendiente la entrega de 19 de los cuerpos de los cautivos fallecidos en su poder, una demora por la que Israel amenazó volver a la ofensiva.

Netanyahu reiteró su compromiso de repatriar todos los cuerpos, afirmando que "la lucha no ha terminado” y que quienes ataquen a Israel “sabrán que pagarán un alto precio”. La declaración se produjo durante una ceremonia en el cementerio militar del monte Herzl, en Jerusalén, difundida en un mensaje en sus redes.

El pacto de alto el fuego, en vigor desde el pasado viernes, estipulaba la entrega de los rehenes vivos y fallecidos en un plazo de 72 horas. Si bien Hamas liberó a tiempo a los últimos 20 cautivos vivos, la entrega de los cuerpos, que el movimiento palestino aclaró no tener en su poder previo a la rubricación del tratado, amenaza con desbarrancar el plan de paz del presidente estadounidense, Donald Trump.

 

La deuda de los restos

Mientras que el primer ministro israelí aseguró que la lucha en el enclave no finalizó, su ministro de Defensa, Israel Katz, advirtió que Israel reanudará los combates en Gaza “en coordinación con Estados Unidos” si Hamas no respeta el acuerdo. Hasta el momento, Israel ha entregado 120 cadáveres de palestinos, incluidos 30 este jueves, según el Ministerio de Salud del enclave, encargado de su recepción.

Por su parte, el Foro de las Familias de Rehenes y Desaparecidos exigió al gobierno israelí suspender cualquier etapa adicional del acuerdo mientras Hamas "continúe con su incumplimiento" de sus compromisos. Por su parte, desde Gaza aseguran que los restos de los rehenes que aún no han sido entregados están retenidos por estar enterrados bajo los escombros que dejó la ofensiva israelí en el enclave.

En medio de esta situación, Turquía anunció el envío de especialistas para colaborar en la búsqueda de los cuerpos restantes, incluyendo equipos especializados en rescate en terrenos complejos. Según las autoridades turcas, unos 80 rescatistas ya se encuentran en el enclave.

El ministro israelí de exteriores, Gideon Saar, insistió que Hamas retrasa deliberadamente la entrega de los cuerpos de los rehenes y acusó al grupo de usar a los muertos como “moneda de cambio”. Además, denunció ejecuciones extrajudiciales en Gaza de milicianos rivales y responsabilizó a la Autoridad Nacional Palestina de financiar a terroristas y "envenenar a nuevas generaciones".

 

Urgencia humanitaria

El plan de paz estadounidense contempla varias fases. La primera, en curso, incluye el retorno de los rehenes, la entrada de ayuda humanitaria al enclave y la retirada parcial de las tropas israelíes de ciertas zonas de Gaza, marcadas por la "línea amarilla". La segunda fase abordará cuestiones más complejas, como el desarme de Hamas, la continuidad de la retirada israelí y la reconstrucción económica y política de la Franja.

Israel controla todos los pasos de acceso a Gaza, bloqueando el acceso de la ayuda humanitaria, ya lista para ser entregada, al enclave. El canciller, Gideon Saar, indicó que el cruce de Rafah, que conecta con Egipto, probablemente se abrirá el domingo para permitir la entrada de ayuda humanitaria. Mientras tanto, la ONU y otros organismos humanitarios han pedido a Israel cumplir con la entrega masiva de asistencia de forma "inmediata".

La ofensiva israelí dejó más de 67.967 muertos en Gaza, según cifras del Ministerio de Salud, y una parte significativa de los mismos se deben a la falta de alimento y suministros médicos en el enclave. La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC) declaró en agosto que existía hambruna en el territorio, mientras que la Organización Mundial de la Salud advirtió sobre epidemias fuera de control.

Mustafa Mahram, desplazado que retornó a Ciudad de Gaza, señaló la extrema precariedad del enclave: “No hay agua limpia, ni comida, ni bebida. Una ciudad entera fue destruida”.