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Luego de un juicio iniciado el jueves pasado, la Justicia Federal argentina resolvió conceder la extradición a Chile del líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), Facundo Jones Huala, condenado en el país vecino por distintos delitos, para que complete su sentencia.

Ahora el líder mapuche tiene la posibilidad de apelar ante la Corte Suprema, pero la última palabra
en este tipo de procesos la tiene el Poder Ejecutivo Nacional. Los abogados confirmaron que apelarán la medida, asegurando que llegaron al juicio sin poder presentar pruebas, violando el derecho de defensa en
juicio".

El juicio de Facundo Jones Huala comenzó el jueves por la mañana en la sede del casino de suboficiales Escuadrón 36 de Gendarmería Nacional, en la ciudad de Esquel, provincia de Chubut y, antes de comenzar la audiencia, el imputado manifestó: "¡Que viva la RAM! Para todos los que dicen que la RAM no existe, la RAM existe y resiste". Lo acompañaban unas 20 personas, en su mayoría integrantes del pueblo mapuche del Pu Lof en Resistencia Cushamen.

Huala fue condenado en Chile a nueve años de prisión por “ataques incendiarios y portación de armas de fuego” en reivindicación del reclamo mapuche, además es acusado de promover “violencia política”. Estos cargos que se le imputan surgieron por el incendio ocurrido en el latifundio Pisu Pisué, en la región de Los Ríos, en 2013, donde él dijo que nunca estuvo.

Pero una vez que la Justicia chilena resolvió sobre este caso, Jones Huala ya se encontraba en Argentina, entonces Chile realizó el pedido de extradición, la Justicia federal argentina hizo lugar al pedido, la Cancillería intervino
y fue extraditado.

Desde 2018, estuvo preso en la cárcel de Temuco hasta el 21 de enero de 2022, cuando se le otorgó la libertad condicional tras un recurso de amparo presentado por su defensa, al cumplir los dos tercios de la sentencia. Jones Huala pidió cumplir el resto de la pena, un año y cuatro meses, en Argentina. Sin embargo, en febrero de 2022 fue revocado el beneficio de la libertad condicional, y Jones Huala debió volver a prisión. Para ese momento, el activista ya había regresado a Argentina, donde permaneció en El Bolsón durante meses hasta su detención, lo que inició un nuevo proceso de extradición. El 30 de enero, Jones Huala fue detenido por la policía de Río Negro, tras haber estado un año prófugo.