Por Raúl Rojas
“ … Hermano / sin nadie esta madrugada / escribo dentro mio / cómo eres y lo que siento / cuando no estás conmigo “
Con estos versos tuyos, Hugo, comienzo esta larga despedida porque me va a costar mucho acostumbrarme a tu ausencia.
Qué imponente eras, alto, flaco, facha, sin temor a nada ni a nadie y con esa característica te destacaste jugando al fútbol, al basquet y hasta, según dicen, dulce para las piñas (y me sonrio con esto); pero también y sobretodo un poeta con mayúsculas.
Un poeta, como vos me dijiste, con un lugar en el mundo. Ese lugar, tu ciudad, tu barrio, tus amigos, tus hijos, tus nietas; ese lugar para escribir, para tejer utopías.
Las noches y sus largas sobremesas fueron tu destino, allí alumbraste cosas importantes para Salta, porque fuiste el autor intelectual de la Ley de Reconocimiento al Mérito Artístico que dio forma ese entrañable Mario Cruz Ibañez y que en la Cámara de Diputados de la provincia diera vida el cabezón, perdón, el diputado Emilio Benites, me acuerdo de esas discusiones y la comisión de notables que te acompañaban. Ley pionera en el país y que varias provincias hermanas copiaron para beneficio de sus creadores y de la que, paradojicamente nunca fuiste beneficiario. Eso habla también y mucho de vos Huguito.
Director de Prensa en la gobernación durante la gestión de ese grande que fue don Roberto Romero. Incuestionable gestor cultural, tanto que a tu incansable iniciativa te debemos el monumento al poeta Manuel j. Castilla, obra del escultor Armando Tatá Portal y que se inauguró con la presencia del escritor, entre otros, Ernesto Sabato; también los Encuentros de Escritores “Literatura Viva I y II”, que reunieron en Salta las voces más representativas de la literatura nacional e internacional (hito inédito en el país) como Enrique Molina, Edgar Bailey, Francisco Madariaga, Olga Orozco, María Ester de Miguel, Jorge Asís, Santiago Kovadlof, Silvia Iparraguirre, Ana Emilia Laithe, María Ester Vazquez, Horacio Armani, Dalmiro Saenz, y otros muchos que ya mi memoria no retiene, pero sí me acuerdo que a ellos se sumaron Elvio Romero, Augusto Roa Bastos, Nicanor Parra, Yolanda Bedregal, referentes indiscutibles de la países hermanos.
Infatigable tarea Hugo, que desde la función pública nos diste los monumentos a Eduardo Falú, Ariel Petrocelli, Juan Bslderrama, Mariano Mores, Los Chalchaleros, Antonio Nella Castro, José Juan Botelli y otros muchos que destacan hechos históricos o trascendentes para la memoria de Salta.
Sí, me acuerdo de todo esto y mucho más, es mi obligación conocer por mi tarea de periodista y ahora de funcionario y más por la entrañable amistad que nos hizo compartir ideas e ideología.
Ahora, releo este último libro tuyo “Tarde”, y veo una conmovedora síntesis de tu vida y allí estamos todos, con nuestros dolores, oficios, amores, con todo lo que la vida significa y te abrazo, te pido, encarecidamente un abrazo a todos los queridos que ya partieron y que, como corresponde, brindaras en el cielo.
Hasta siempre hermano.