Arranca la segunda semana de diciembre y la temporada de fiestas y brindis. Como cada año, una preocupación que sigue siendo un desafío: el cumplimiento de la prohibición de cohetes.
Aunque algunos aún insisten en usar pirotecnia como parte de la tradición, la realidad es que la Ley Provincial 8340, vigente desde hace varios años, deja claro que está terminantemente prohibida la venta y el uso de artefactos pirotécnicos que generen ruidos fuertes o explosiones potentes.
La normativa tiene un propósito muy claro: garantizar la paz durante las celebraciones y evitar el sufrimiento de quienes se ven afectados por el ruido.
La pirotecnia sonora no solo molesta, sino que pone en riesgo la salud y el bienestar de muchas personas y animales. Las víctimas más vulnerables de estos estruendos son las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), los adultos mayores, los enfermos, los bebés y las mascotas, quienes suelen ser las más afectadas por el fuerte ruido.
Este daño no es abstracto. Existen estudios que muestran cómo el sonido de los fuegos artificiales puede causar estrés, ansiedad y hasta trastornos físicos en estos grupos. Por eso, la ley no solo busca limitar la pirotecnia por una cuestión estética o de tradición, sino porque se ha comprobado que la exposición constante a estos ruidos puede tener efectos negativos serios en la salud.
El contrabando
El control de la pirotecnia ilegal sigue siendo uno de los mayores desafíos para las autoridades. Aunque la Policía y los municipios realizan operativos en comercios autorizados, revisan depósitos y verifican mercadería, la venta de productos ilegales es una realidad que no se puede ignorar.
Se espera que ingresen al país grandes cantidades de pirotecnia desde Bolivia, sin ningún tipo de control de seguridad ni cumplimiento de las normativas locales.
Esta pirotecnia no solo es más peligrosa, sino que generalmente se comercializa "en negro", sin registro y en la calle de manera ambulante.
. De esta manera, el contrabando se convierte en un obstáculo real para garantizar que la ley se cumpla y evitar que estos productos lleguen a manos de personas que, sin saberlo, los utilizan en sus celebraciones.
El llamado a la empatía
El gobernador Gustavo Sáenz el año pasado fue claro al recordar que la pirotecnia sonora está prohibida en Salta y apeló a la empatía de la sociedad. "Lo que a algunos les divierte, a muchos les hace daño", expresó.
La pirotecnia visual sigue siendo permitida y ofrece un espectáculo igual de impresionante, pero sin generar estruendos. Por eso, la invitación es clara: celebrar sí, pero sin poner en riesgo la tranquilidad de los demás.
Denunciar para hacer cumplir la ley
Las autoridades instan a los ciudadanos a colaborar con la vigilancia de la normativa. Si se detecta la venta de pirotecnia ilegal, se recomienda realizar una denuncia, que puede hacerse fácilmente a través del Sistema de Emergencias 911 o la plataforma denunciasweb.gob.ar.
Según informaron fuentes oficiales no se trata de salir a "cazar" vendedores clandestinos, pero sí de ayudar a que las autoridades puedan actuar ante situaciones irregulares.
