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A pocas semanas del carnaval en el Viaducto del Toro, las 13 familias feriantes que sostienen el paseo artesanal y gastronómico reclaman soluciones urgentes: agua potable y baños para recibir a turistas y vecinos con dignidad.

Con esfuerzo comunitario y bonos de contribución, buscan mejorar la infraestructura de un espacio que ya es referencia cultural y turística en Campo Quijano.

El carnaval es una de las celebraciones más esperadas en Campo Quijano y, como cada año, el Viaducto del Toro se prepara para recibir a cientos de visitantes que llegan atraídos por la música, la tradición y la gastronomía de la Quebrada. En los primeros días de febrero, este emblemático sitio sobre la Ruta Nacional 51 será escenario del tradicional desentierro del carnaval, la bajada del Diablo de la Quebrada y la ancestral chayada del mojón, ritual que marca el inicio de la fiesta en la región.

En diálogo con Punto Uno, Norma Flores, presidenta de la comisión de feriantes del paseo Viaducto del Toro, compartió cómo se organizan las familias que sostienen la feria artesanal y gastronómica, y cuáles son las necesidades que aún esperan ser atendidas para mejorar la experiencia de los visitantes. “Sí, nos estamos preparando ya. Bueno, es un trabajo arduo, largo, que se viene trabajando todo el año. Principalmente para solventar los gastos económicos que esto implica. Así que venimos trabajando con bonos de contribución”, explicó Flores.

La dirigente detalló que hacia fin de año lanzarán un nuevo bono para recaudar fondos y continuar con las mejoras en el predio. La feria, que nació de manera espontánea, hoy es un espacio consolidado gracias al esfuerzo de las familias que la integran.

“Somos un grupo de 13 familias, comprendidas entre el paraje Río Blanco. De hecho hay una ordenanza municipal que nos avala en ese tema. La mayoría vive acá permanentemente, y los fines de semana vienen a vender sus productos: verduras, quesos de cabra, carne de cabrito, esas cosas”, relató.

Flores recordó cómo comenzó la iniciativa: “Esto es un poco loco. Nosotros con Caro, que es mi tía, empezamos a vender un día tortillas. Después vino la idea de hacer una feria y convocar a más vecinos. Y ahí armamos todo esto. Cuando lo iniciamos era así, como está ahora, en un playón que dejó la empresa que trabajaba en la ruta”.

Con el tiempo, los feriantes realizaron consultas con Vialidad y el Concejo Deliberante para formalizar su presencia en el lugar. Hoy, el paseo se ha convertido en un punto de referencia para quienes visitan el Viaducto del Toro y buscan productos locales.

 

Necesidades básicas

Uno de los principales reclamos de los feriantes es la falta de infraestructura. “El sueño nuestro, y que lo venimos trabajando, es tener agua. Ahora ya tenemos unos tanques, tenemos que instalarlo nada más. Nos faltaría conseguir la manguera para el agua y construir los baños”, señaló Flores.

La presidenta de la comisión enfatizó que la construcción de baños es una necesidad urgente: “Eso ya nos solventaría los problemas básicos. La idea no es generar contaminación, sino hacer algo con tratamiento específico. Pero tienen un alto costo: lo que averiguamos ronda los 3.500.000 pesos, casi, los dos tanques. Un gasto que no podemos solventar”.

Por ello, los feriantes apelan a la colaboración de organismos públicos y privados para concretar estas obras, fundamentales para garantizar la higiene y comodidad de los visitantes.

 

Seguridad y turismo

El Viaducto del Toro es uno de los atractivos turísticos más fotografiados de la zona. Sin embargo, su entorno plantea desafíos en materia de seguridad. “El atractivo mayor es el puente. Después, a media hora por la vía, está la cascada del Chorro Azul. La mayoría de la gente que para acá sube al puente y cruza para llegar a la cascada. Si bien es la única forma de llegar por este lado, se recomienda siempre precaución. Pusimos cartelería, porque no se puede cerrar: el tren funciona todavía. Es más, ayer anduvo el tren”, relató Flores.

La dirigente reconoció que, por ahora, la seguridad depende de la señalización y la responsabilidad de los visitantes: “La única seguridad que podemos poner son barandas, pero eso ya es privado, es ferrocarril y no depende de nosotros. Nosotros cumplimos con la cartelería para que la gente tenga precaución”.