07 20 tastilEn diálogo con Punto Uno, Bernardo Cornejo Maltz, coordinador del Proyecto Arte Rupestre Tastil y becario doctoral del CONICET, comentó que la investigación comenzó en 2021. “Tenemos más de 3700 bloques grabados hallados, sobre un total estimado de 8000. Hay rocas que, además de sus grabados, pueden haber sido usadas como instrumentos musicales”, indicó.

El proceso de trabajo del equipo incluyó registros fotográficos, geolocalización de los bloques, excavaciones y experimentación con los grabados. "El trabajo es largo y exige paciencia. Cada bloque requiere un enfoque detallado", contó.

El viernes pasado en Espacio Café 25, hubo intervenciones destacadas de los habitantes de Tastil. Manolo Copa, vecino de la localidad recordó cómo comenzó el relevamiento de revalorización cultural que involucra a toda la comunidad. "Tastil no solo es un sitio arqueológico, es una universidad a cielo abierto, un centro de encuentro que nos conecta con otras comunidades", expresó Copa.

"La revalorización del arte rupestre ha permitido que los vecinos se sientan parte de la historia", añadió Marcelina Zalazar. La charla también incluyó una intervención de la docente Julieta Barboza quien compartió cómo el evento "Tastil Resuena" -una iniciativa educativa realizada anualmente en agosto- ha tenido un impacto positivo, convocando a más de 40 escuelas de la región y proponiendo actividades que vinculan la ciencia, la cultura y el arte. "Logramos que los chicos se involucren de manera directa con el patrimonio, algo que es vital para su preservación", destacó.

 

La mirada académica

El arqueólogo Christian Vitry explicó que Tastil fue un sitio central no solo por su ubicación geográfica, sino también por la relación entre la geología local y el arte rupestre. "El poblamiento de la localidad, también tuvieron un rol importante la presencia de vegas que posibilitaban el cultivo y pastoreo, la extracción y uso de minerales de cobre, y su ubicación estratégica entre la Puna, el Valle de Lerma, la Quebrada de Humahuaca y los Valles Calchaquíes. Consideró que Tastil funcionó como un faro o punto de referencia por aspectos tanto visuales como sonoros, que remiten tanto a su geológica como al comportamiento cultural”, dijo.

Con décadas de experiencia en la zona, a su entender el despoblamiento de Tastil, no fue un colapso ecológico, sino que estuvo relacionado con la intervención de los Incas en la reorganización de los territorios.

Por su parte, Sara Matta compartió experiencias educativas en Tastil durante los años 1985 y 1986, cuando ya se debatía sobre las causas del despoblamiento del sitio. Recordó la abundancia de material arqueológico en superficie y preguntó por la posibilidad de distinguir fases de poblamiento a través del arte rupestre.