Por Francisco Laiseca

Docente universitario, de fuerte compromiso político y social, fue despedido por miles de salteños que lo destacaron como un hombre sensible, afectuoso y de gran estatura intelectual.

Se fue uno de los grandes. Diez días antes de cumplir 91 años, Néstor Salvador Quintana partió al lugar donde van las almas después de la muerte. Su figura quedará grabada en el panteón de los periodistas y de los hombres que escribieron la historia moderna de Salta.

Desde muy temprano las redes sociales se hicieron eco de la noticia que —aunque sospechada de previsible en su entorno más íntimo— no dejó de generar una profunda tristeza y congoja entre los miles de salteños que lo conocieron. Ex compañeros de trabajo, de la docencia y la militancia, como así también alumnos que pasaron pos sus clases, lo despidieron con mucha estima y afecto. Las reflexiones coincidían: Se fue una buena persona, un hombre de familia, de gran altura intelectual, de irrenunciable compromiso político y entregado con pasión a la docencia universitaria y la investigación.

Desde muy joven, Néstor Quintana abrazó el oficio más lindo del mundo, siguiendo la caracterización que hizo el Nobel García Márquez sobre el periodismo. Trabajó en los principales medios de Salta y la región. Escribió con su pluma locuaz y rigurosa también para los medios nacionales. Es autor de varios libros históricos como autor y colaborador principal. Fue director de Radio Nacional y autoridad honorífica en la Universidad Católica de Salta. También fue docente en la UNSa, donde recibió en 2021 un reconocimiento por sus 50 años de aporte al periodismo y al desarrollo de la cultura.

En el plano político, su corazón siempre estuvo con el radicalismo, partido al que representó (entre otros cargos) como diputado provincial cuando se recuperó la democracia.

Durante la despedida, que se realizó en la sala velatoria de La Piedad, sus correligionarios recordaron que hasta el último momento, visiblemente triste por la interna feroz en la UCR, “Néstor seguía empeñado en promover la reconciliación de los radicales”. El reconocimiento a su compromiso político fue avlado también por la dirigencia peronista, que lo recordó como un adversario tenaz, pero siempre leal y respetuoso.

Entre sus últimas apariciones públicas fue orador en el acto central por los 40 años de Democracia. Valoró en la oportunidad las figuras de Raúl Alfonsín y Roberto Romero en la transición que terminó con la Dictadura. Fiel a su estilo conciliador y crítico de la grieta argentina, ponderó la necesidad de recuperar los valores del humanismo y la unidad nacional más allá de las diferencias partidarias.

Se fue uno de los grandes. Sin dudas lo extrañaremos. Abrazo a su familia, a sus amigos y una oración por su merecida paz y descanso.

Marocco recordó a Néstor Quintana

El vice gobernador Antonio Marocco se expresó en redes sociales con gran emotividad sobre el fallecimiento de Néstor Salvador Quintana: “Se nos fue el gran Néstor Salvador Quintana. Un amigo y un maestro. Con su partida, nos deja también un pedazo fundamental de la historia de Salta. Néstor no solo fue un destacado profesional, sino también una persona entrañable, amigo de muchos y, sobre todo, una buena persona. A finales de agosto del año pasado, celebró sus 90 años, un testimonio de su longevidad y de la profundidad de su vida y carrera. Fue mi maestro, sin que yo lo supiera en esos años en los que, iluso, me creía su colega. Compartimos redacciones y trincheras en el periodismo salteño, y cada visita a su cálido estudio en su hogar fue una oportunidad para recibir su sabiduría y aprender de su experiencia. Su estudio estaba lleno de títulos, diplomas, libros, fotos familiares, escudos radicales y retratos de figuras como Yrigoyen, Alfonsín y Arturo Illia, reflejando su pasión y compromiso con sus ideales. Cada encuentro con él dejaba una reflexión profunda y valiosa, un verdadero regalo que llevaré siempre conmigo. Lo extrañaremos enormemente. Pido por la paz y el descanso que se merece, y envío un fuerte abrazo a sus hijos, sus nietos y toda su familia, desde el afecto sincero de amigo y desde la gratitud honesta de quien intentó ser un buen alumno”.