02 15 cornejo223Se fue Hernán Hipólito Cornejo. Las necrológicas de los diarios dirán que fue un excelente profesional, un destacado dirigente del peronismo salteño; que fue ministro de Economía en los turbulentos años en que se nos escapaba la democracia; que llegó a ser elegido gobernador en 1987 con más del 51% de los votos de los salteños, que promovió reformas estructurales que contribuyeron a hacer de Salta una provincia más justa, transparente, con mejores instituciones, moderna y productiva.

Por Antonio Marocco

Se recordará también que fue secretario de Empleo de la Nación y embajador de nuestro país en Ecuador. Que tenía una visión estadista sobre la integración y el desarrollo regional. Que promovió el Zicosur representando a Salta, experiencia que luego se valoró en las urnas cuando recibió nuevamente el acompañamiento de la mayoría de los salteños para ser legislador del Parlasur, responsabilidad que ocupó ad honorem entre 2015 y 2019.

Hace poco me envió su libro: A vuelo de pájaro. Allí repasa muchas de las experiencias que marcaron su vida y que se entrelazan con gran parte de la historia de Salta, el país y la región. Valioso y recomendado para quienes mantienen el gusto por la lectura, por el entendimiento del pasado y la aspiración de mejores futuros. Así vivió Hernán.

Tanto las notas de los diarios y los portales, como las reseñas en Wikipedia y en los calendarios de efemérides, hablarán de un gran profesional del sector privado, de un comprometido y honesto dirigente político, de un gran ex gobernador.

Quedará entonces —para su familia, sus amigos y sus compañeros— el honor y el imperativo de recordar su costado más humano, sus valores profundos; sus compromisos y desvelos, sus afectos y preocupaciones, su perseverancia, su predisposición y generosidad: Recordar que ese gran gobernador fue sobre todo un buen hombre de familia, un tenaz compañero y un amigo entrañable que desde hoy lamentablemente empezaremos a extrañar.