El martes de esta semana, el gremio ATILRA, dispuso un cese de actividades en seis plantas de Sancor y bloqueos en los centros de distribución del país. Desde el gremio denuncian demoras en la constitución de un fideicomiso de salvataje y sueldos que no estarían acordes a la actividad.

La empresa advirtió del riesgo de tener que tirar al menos tres millones de litros de leche, no solo la materia prima que aún no fue recolectada en los tambos, sino también la leche almacenada en camiones que no pudo ser descargada.

Ayer jueves se realizó una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación para acercar a las partes. Según consta en el acta que se firmó en la reunión, el sindicato negó nuevamente que “se encuentren realizando medidas de acción sindical, aclarando que solo se trata de una retención parcial de débito laboral por falta de pago de haberes”.

Desde la empresa informaron que hasta la mañana de hoy viernes, el sindicato mantenía un bloqueo en el centro de distribución en Don Torcuato, en la provincia de Buenos Aires.

“Es terrible, doloroso y espantoso ver cómo las cisternas desechan miles y miles de litros de materia prima porque impidieron que se la procese. Lo peor es que hay cientos de miles de litros de leche comprometidos y en riesgo de tener el mismo destino”, dijeron desde SanCor.

Indicaron que en la planta de San Guillermo, Santa Fe, había quedó un remanente y por la “intempestiva medida de fuerza de Atilra” quedó sin procesarse. Explicaron que “la leche se puede conservar solo por un tiempo, en condiciones determinadas para mantener la calidad de la materia prima. Pero superado un tiempo prudencial, van cambiando sus condiciones y hay que descartarla porque se acidifica. Eso fue lo que sucedió en la planta de San Guillermo”.