María Herminia Grande
La sumatoria de individuos no genera una unidad identitaria. La sociedad está en notoria apatía y reticencia a toda participación ciudadana
Argentina es una nación. Toda nación tiene como columna vertebral a un nosotros. Pero el presidente Milei plantea gobernar a millones de individuos que se desarrollen de acuerdo a sus posibilidades y potencialidades, sin un Estado que, como agente de bien común, articule un nosotros.
La sumatoria de individuos no genera un nosotros –imprescindible para toda nación-. Por lo tanto, es necesario preguntarse: ¿Argentina, como nación, está en riesgo?
Si bien la sociedad está en notoria apatía y reticencia a toda participación ciudadana –integrar el consorcio de un edificio, una junta vecinal, la cooperadora escolar o la de los bomberos, incluso no ir a votar-, ante hechos importantes se sigue movilizando. Tal vez el ejemplo más concreto fue la ayuda a Bahía Blanca, cuyos U$S 200 millones aprobados por el Congreso no serán enviados por orden presidencial.
Por otro lado, Argentina está en modo protesta, con la fortaleza de la historia que avala cada uno de esos reclamos. ¿Quién pude dudar en apoyar al Garrahan cuando con su excelencia ha salvado infinidad de vidas? ¿Quién puede negarse a avalar con su firma la petición de llegar a un millón, para elevarlas al Congreso Nacional solicitando que se trate la ley de Financiamiento Universitario? ¿Quién puede dudar en apoyar a nuestros científicos cuando Argentina es dadora de premios Nobel y tiene la posibilidad de incorporar a ese medallero algunos más? ¿Quién puede dudar en apoyar al INTA cuando vivimos de lo que el campo y su industria producen? ¿Quién duda en apoyar la derogación del Decreto 340, que elimina la Marina Mercante Argentina?
La lista es larga, pero se trata de dos concepciones políticas diametralmente opuestas: la manifestada por el presidente Milei y la que hasta aquí –con matices y diferencias- expresaban el radicalismo, el peronismo, el socialismo, el PRO.
También es necesario preguntar quién o quiénes pueden reflejar políticamente el desafío de consolidar un programa político cuyo eje sea el nosotros.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Marcelo Colombo, viene “barriendo” en sentido inverso a como acostumbra hacer la política. Su escoba barre de abajo de la alfombra para afuera, mientras que la política y gran parte de la sociedad lo hace al revés.
En este 26 de junio, Día Internacional de Lucha contra la Droga, el documento del Episcopado titulado “Si el Estado se corre, entra el narcotráfico” advierte sobre la presencia de un Estado paralelo, en el que los narcos les ofrecen a los jóvenes una vida corta, pero aparentemente mejor. Pide los recursos necesarios para trabajar en la recuperación de los jóvenes más rotos, más vulnerables.
Sobre esta realidad, el padre Fabián Belay, titular de la Pastoral Social de Drogadependencia del Arzobispado de Rosario e impulsor de la marcha anual “Ni un pibe menos por la droga”, le dijo a Infobae: “Hay personas de hasta 50 años que manifiestan haber empezado a consumir a los 10. Lo afirma el 90% de quienes llegan a un tratamiento”.
Agrega a lo expresado por la CEA la necesidad del compromiso de la sociedad, ya que sin este no hay chances: “No hay inversión del Estado que alcance si como sociedad civil no nos involucramos. La ciudadanía abandonó los espacios de participación: ONG, clubes, vecinales, centros de jubilados. Si no modificamos esta actitud ciudadana, no hay chances de cambio”.
Y remata: “Sería cruel sacarle la ‘anestesia’ a una persona en su vida para dejarla en el contexto de sufrimiento que la llevó a tener esa anestesia (droga). Por eso nosotros acompañamos a la persona a que tenga una vida digna, que es mucho más complejo que dejar de consumir droga”.
En una semana de gran movilización del sector universitario, Infobae consultó al rector de la UNR, Lic. Franco Bartolacci: “Argentina tiene muchos problemas, pero algo extraordinario: un sistema universitario único en el mundo que permite a todo joven que lo desea formarse y obtener su título sin restricciones”.
Tal vez lo más duro para esa formación de excelencia tiene que ver con las bajas que manifiesta el Rector que viene teniendo la UNR: “Hay un promedio del 4/5% del personal docente que renunció al sistema universitario. En la UNR tuvimos 100 renuncias en el 2024 y ya llevamos otras 100 en este primer semestre 2025”. Agrega: “Lo alentador es que este año la UNR tuvo récord de inscriptos -creció un 50% la matrícula- y un récord de graduados”.
El titular del gremio docente de la UNR, Federico Gayoso, le expuso a Infobae: “Hemos perdido un tercio de nuestro salario durante el gobierno del presidente Milei. Es el peor salario desde 1983. Los compañeros renuncian, y se llama a concurso para su reemplazo y nadie se presenta".
Infobae conversó con el titular de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario y con el representante legal de la UOM Rosario, Pablo Cerra. Este último, manifestó: “Los salarios en dólares no son bajos en Argentina, pero a pesar de esto sus trabajadores están bajo la línea de pobreza”.
Agrega el Dr. Cerra: “Lo inédito en Argentina es que quien trabaja es pobre”.
Indudablemente, la economía crece, pero con bases frágiles. Solo con la inflación a la baja no se reactiva la demanda.
Columna publicada en INFOBAE