Entrevistado por Punto Uno, Sebastián Aguirre Astigueta, abogado constitucionalista, fue contundente al afirmar “no somos una república” a la luz de los últimos acontecimientos, pero reconoció que el Senado Nacional dio “un soplo de esperanza” con el rechazo de los pliegos de los jueces designados por decreto.
El abogado se refirió a la decisión del Senado de la Nación de rechazar los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla designados en comisión para ocupar las vacantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por un decreto del presidente Javier Milei.
En ese sentido recordó que hubo presidentes que “viendo que un pliego iba a tener un rechazo, lo retiraba, que era lo que se le pidió a Milei, pero no lo quiso hacer y generó esta situación inédita”.
Reconoció que “no sabemos qué va a pasar con el juez comisionado o el comisionado que hace las veces de juez, que es García Mansilla y que está hoy en la Corte trabajando. Lo que le suma un poquito más de condimento a lo inédito, es hecho de que un juez federal ha dado una cautelar para que se abstenga de trabajar en la Corte”, haciendo referencia a la resolución del juez Alejo Ramos Padilla. “Todos estamos expectantes a ver qué hace García Mansilla. Las alternativas son varias, pero digamos que el condimento judicial es que si no cumple, puede incurrir en desobediencia y también posiblemente la Corte a través de la Superintendencia que ejerce, así como la Corte le tomó el juramento por ahí la Corte, inventa algo y le pide que se vaya” dijo el abogado.
En ese sentido aclaró que “la Corte es un tribunal que tiene mucha actuación no reglada y está en un serio problema porque ella le tomó juramento a García Mansilla sin siquiera cumplir requisitos. Hizo un acta de asunción el día que fue notificado el decreto de Milei con García Mansilla solo, sin la familia. Esto generó ciertos problemas, porque por ejemplo García Mansilla no renunció a la matrícula de abogado y no se puede ser juez y ser abogado en ejercicio. Son todos condimentos de lo inédito y de lo trágico para la para la República, para la Corte, para el Presidente y para el Congreso que nos lleva a esta situación de incertidumbre”.
Aguirre Astigueta indicó “la Constitución afirma que expirará la comisión al final de la legislatura, es decir el 30 de noviembre. Poniendo en términos claros se daría la situación inédita de alguien que, siendo un empleado del Poder Ejecutivo Nacional, es decir del Presidente, creería que tiene derecho a tener su trabajo, su empleo como dice la Constitución, hasta el 30 de noviembre. Yo creo que es una interpretación alocada porque no podría alguien estar en la Corte siendo empleado del Presidente, no siendo juez, no solamente no es juez porque el Presidente lo nombró en comisión, sino además porque el Senado le dijo que no quiere que sea juez de la Corte, y el Senado es la autoridad constitucional que da el acuerdo, entonces sería un empleado sin estabilidad, sin independencia, precario, a tiro de decreto, es decir mañana Milei se raya y puede dictar un decreto diciéndole "Dejo sin efecto la comisión”. Todo lo contrario a lo que no solamente un constitucionalista, sino cualquier ciudadano pensaría de lo que tiene que ser un juez o una persona sentada en el sillón de ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.
Consultado por las intenciones de García Mansilla de permanecer en el cargo, las calificó de “ridiculez” por el hecho de que existe la posibilidad de que se le venza la comisión el 30 de noviembre y al día siguiente Milei vuelva a dictar un decreto “diciéndole como está en receso el Congreso yo puedo llenar la vacante, lo nombro y está un año más”. Pero además aclaró que “la interpretación constitucional histórica del final de la legislatura es solamente el fin del periodo de sesiones ordinarias, por eso es que siempre se dijo, y la cláusula tenía sentido, para llenar empleos que se produzcan durante la interrupción de las sesiones ordinarias de la de la Cámara de Senadores”, advirtiendo que “cuando el Senado trabaja del primero de marzo al 30 de noviembre y que inclusive como en este año que pasó trabajó todo diciembre, trabajó todo enero y trabajó hasta el 26 de febrero, la verdad es que es una cosa sin sentido que el presidente diga porque tres días no se reunía el Congreso que fue del 26 de febrero al primero de marzo ingresó los pliegos de Lijo y García Mansilla. Me parece que no hay que hacer ridículas interpretaciones de la Constitución”.
“La Corte con solo tres miembros sí está en condiciones porque ya pasó y de hecho pasó el año pasado y en el 2016 también, acuérdense el tiempo en que Macri había designado también dos jueces por decreto. La Corte tiene un mecanismo al estar formada por cinco miembros. Tiene que tomar decisiones por mayoría simple, que son tres miembros. Si no hay unanimidad no hay problema, funciona con tres, es decir un asunto de cinco lo resuelven tres de común acuerdo y así la Corte funciona. El problema es cuando hay una disidencia, para eso hay un mecanismo previsto por acordada que llamará conjueces, así se logra el 3 a dos o el 4 a 1, pero no hay problema con el funcionamiento de la Corte o sea. No es lo ideal pero sí puede funcionar con tres miembros” explicó el constitucionalista.
A modo de síntesis del reportaje con Punto Uno, el abogado remarcó que “la imagen que damos ante el mundo no solo por esto, es que no somos una república, somos un sueño frustrado. Diseñamos en la Constitución una especie de república presidencialista representativa federal, y la verdad que este no es un país federal, tiene problemas nuestra democracia representativa y claramente no es una república si el presidente de la nación actual, pero también algún otro presidente en el pasado gobierna mediante decretos. Decretos de necesidad y urgencia, decretos simples, decretos delegados y lo que pasó en el Congreso, donde un poder prevé que otro poder puede funcionar mal y toma decisiones. Ayer dimos Fue apenas un pasito hacia adelante luego de tantos retrocesos. No somos una república en los hechos, somos una república en el papel de la Constitución pero no la cumplimos en la realidad y creo que hubo un soplo de esperanza. Pero si esto no se arregla, la Corte entra en un en un periodo de funcionamiento con García Mansilla, y claramente demostraremos ante el mundo que no somos una república”. La Corte Suprema de Justicia de la Nación es nada más y nada menos que la cabeza de uno de los poderes más importantes del Estado. Yo diría el poder más importante porque cuando el presidente atropella o el Congreso no funciona, la única que le queda al ciudadano es ir al juez. Si no podemos ni siquiera ir al juez está todo perdido”.