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Lo que ocurre en la política argentina no es algo fuera de lo común, también ocurre en otros lugares del mundo. Es decir que cuando se suele elegir entre sólo dos fuerzas políticas, y ambas decepcionaron a la mayoría del electorado, surgen nuevas figuras outsiders como Javier Milei.

Por Natalia Aguiar

Este nuevo personaje político cuenta con el entusiasmo de los jóvenes, segmento importantísimo de la ciudadanía para los años electorales. Franja de votantes de muy difícil seducción para los más experimentados políticos.

Un gran capitalizador de estos fenómenos fue el ex presidente Carlos Menem que incorporó a la vida política al entonces deportista Daniel Scioli -exembajador en Brasil, hoy ministro de la Producción en reemplazo de Matías Kulfas-, pero fue vicepresidente, gobernador de la provincia de Buenos Aires y quedó a sólo tres puntos de ser presidente. Por su parte, el cantante Palito Ortega que fue gobernador de Tucumán entre 1991 y 1995, senador, convencional constituyente y candidato a vicepresidente en 1999, en la fórmula que encabezaba Eduardo Duhalde.

Otro caso fue el del ex automovilista Carlos Reutemann, que se convirtió en gobernador de su provincia Santa Fe por el peronismo.

Lidia Satragno, más conocida como Pinky, en 1999 estuvo muy cerca de ser intendenta de La Matanza luego de postularse con la Alianza. Ocho años después sería elegida diputada provincial.

No sólo ocurrió en Argentina, sino también en el resto del mundo. Tal es el caso del actor Arnold Schwarzenegger, que en noviembre de 2003 fue investido gobernador del estado de California, reelecto en 2006, completó su mandato en 2011. Luego, el actor retomó su carrera cinematográfica.

Otro caso que hoy es muy importante, es el de Volodymyr Zelensky, que de estrella de televisión se convirtió en presidente de Ucrania. Hoy un líder internacional, convertido en símbolo de la resistencia ante Rusia tras la invasión a sus tierra el 24 de febrero.

 

El reflejo de la imagen

Ahora bien, que lleva a que los partidos políticos se aferren a estas figuras para dar un salto en los resultados electorales. Para muchos estudiosos podría ser el reconocimiento del nombre a nivel masivo, ya consolidado. En otro sentido, el respeto, el prestigio de estas personas que son de otras actividades mucho más respetadas que la política.

También es cierto -según analistas- que los famosos que se trasladan a la política pierden credibilidad y muchas veces su imagen se desvanece. Tal podría ser el caso de Marcelo Tinelli.

Pero no debemos dejar de lado a Mauricio Macri, que conocido como empresario y luego de la fama obtenida por ser presidente de Boca, pasó a ser Jefe de Gobierno porteño en 2003 y luego en 2015 presidente de los argentinos.

Para algunos estudiosos estamos ante una radicalización de las derechas a nivel mundial, global, regional y Argentina no queda fuera de ese fenómeno. La antipolítica, los discursos violentos, el odio, racismo, las luchas por igualdades y fake news, son moneda corriente en redes sociales, medios de comunicación y la actualidad política.

Puede ser que en este contexto, los conceptos de libertad, libertarios y república han sido banalizados, tergiversados y deteriorados. El límite es muy fino.

Pero mientras las dos fuerzas más populares, Frente de Todos y Juntos por el Cambio, se agobian con sus propias internas, la ciudadanía reclama igualdad, seguridad, frenar la inflación, y poder comprar carne, frutas y verduras en el supermercado. En ese escenario, Javier Milei atesora votantes y simpatizantes.

Los sondeos de opinión sobre Milei, pusieron en alerta al oficialismo y oposición. De hecho los estudios de opinión demuestran el crecimiento que ha tenido el dirigente libertario luego de su arribo a la política y su desempeño como diputado nacional de Libertad Avanza. En poco tiempo se convirtió en la tercera fuerza en las elecciones legislativas de la ciudad de Buenos Aires en 2021.

La consultora Julio Aurelio - Aresco, en un último estudio y monitoreo de varios candidatos, reveló que Milei sería el principal favorito para los comicios presidenciales de 2023.

Además, detalla el análisis que en un escenario de Primarias, si las elecciones fueran hoy, la mayoría votaría por el economista libertario.  Según lo analizado, un 20,7% elegiría a Javier Milei, por encima de Cristina Kirchner (19,9%), quien sería la segunda candidata mas votada. Horacio Rodríguez Larreta se posicionaría en tercer lugar con 16,5%. Además, al jefe de Gobierno porteño se lo estudió y midió contra Patricia Bullrich (12,3%) y Facundo Manes (5,8%), en una potencial interna de Juntos por el Cambio.

Si se analizan los números de los tres candidatos, Juntos por el Cambio se convertiría en la fuerza más votada por la mayoría (34,6%), por encima del Frente de Todos (31,8%).

Frente de Todos quedaría con 19,9% de votantes si se considera que se inclinarían por Cristina Fernández. Hay un 11,9% que elegiría a Alberto Fernández. De esta manera perdería contra la vicepresidente y contra Juntos por el Cambio.

En el sondeo de Aresco se arrojó que el 20,3% “seguramente votaría” a Larreta; el 45,5% dijo que “podría llegar a votarlo” y el 31,9% “nunca lo votaría”. En la comparativa, el 20,2% respondió que seguro votaría a Cristina Kirchner, sin embargo, la vicepresidente se enfrenta a un amplio 64% que jamás la votaría, y solo un 15,6% que quizás la elegiría.

Se analizó además la intención de voto entre Patricia Bullrich y Alberto Fernández. Un 15,2% votaría por ella, mientras el 47,9% no lo haría bajo ningún concepto y un 33,8 % ante la duda, podría llegar a votarla. Por su parte, Alberto Fernández, no atraviesa su mejor momento, el 17,3% de los encuestados lo votaría, un 24% podría elegirlo y el 58,2% nunca lo haría.

Los resultados estudiados reflejan la imagen de los candidatos: Larreta cuenta con un 40% de imagen positiva frente a un 28,3% de negatividad. Luego Bullrich con 35,3% de imagen positiva y un 28,3% de rechazo. Facundo Manes, ocupa el tercer lugar que cuenta con un 28,4% de positividad y un 8% de negativa imagen.

Cristina y Alberto tienen la adversidad por delante. De hecho, la renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán, es un hecho catastrófico para la situación financiera y política del país que no encuentra el rumbo. La moneda argentina no vale nada en comparación con los países limítrofes y el resto de América Latina. La vicepresidente acumula un rechazo del 51,7% y una positiva de 27,3%. Mientras que el Primer Mandatario tiene una imagen negativa del 42,9% y a su favor un 24,3%.

Así los datos, Javier Milei suma puntos, ya sueña con la presidencia de la Nación, que sus perros ocupen el sillón de Rivadavia y armó equipos de trabajo que lo acompañarían en la gestión. Un outsider de la política con grandes posibilidades, siempre que se aferre a la coherencia, empatía y no forme alianzas con los referentes desgastados y repetidos de la política nacional.