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Por Natalia Aguiar

Javier Milei, mantiene serios inconvenientes o malos modos cuando de mujeres se trata. El último destrato lo hizo contra la ex canciller Diana Mondino, una señora que desconocía lo que planeaba Milei y se sorprendió sobremanera cuando la anoticiaron de que el presidente le pedía la renuncia.

Parece que la razón fue el voto pro Cuba en la Asamblea de la ONU. La ex canciller no siguió la línea ideológica de la gestión libertaria al apoyar un pedido de levantamiento del embargo de Estados Unidos a la dictadura que conduce Miguel Díaz-Canel. Pero esto fue sólo una excusa porque ya tenía la salida garantizada aunque ella no lo sabía. Desconocía la decisión que había tomado Milei. La tomó por sorpresa. De hecho se despidió de su gente con lágrimas en los ojos.

“Se hace lo que dice el presidente Milei o estamos invitados a retirarnos del Gobierno”: la explicación del vocero Manuel Adorni sobre el despido de Diana Mondino. Que quede claro que no estamos ante una dictadura. ¿Verdad? Nadie puede discentir.

Una actitud grotesca la del presidente. “La República Argentina defenderá los mencionados principios en todos los foros internacionales en los que participa y el Poder Ejecutivo iniciará una auditoría del personal de carrera de la Cancillería, con el objetivo de identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad”, se lee en el documento difundido tras el escándalo. Sobre este tema, el vocero dijo que todavía no están definidos los alcances y los pormenores del procedimiento.

En las últimas semanas, Mondino tuvo dos bajas importantes: el vicecanciller Leopoldo Sahores, y el embajador en la ONU, Ricardo Lagorio, dos pesos pesados de la diplomacia, de extensas trayectorias, renunciaron. El primero venía resistiendo como secretario de Relaciones Exteriores pese a ser uno de los apuntados por la alta dirigencia libertaria, en su lucha por imprimirle un sello propio a la política internacional del Gobierno. Lo reemplazó Eduardo Bustamante, quien hasta ahora era cónsul en Montevideo. El segundo protagonizó un fuerte cortocircuito con la Casa Rosada en la última Asamblea General de Naciones Unidas. En su cargo asumió Francisco Tropepi, otro diplomático de prestigio, quien secundaba en Washington al embajador argentino Werthein.

Cancilería estuvo en el foco de atención hace unos días cuando apareció en un comunicado oficial el nombre “Falklands” para referirse a las Islas Malvinas. Mondino se había reunido con Gilles Carbonier, vicepresidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para tratar la reanudación de las negociaciones del Tercer Plan del Proyecto Humanitario, orientado a la identificación de los combatientes argentinos caídos en la Guerra de Malvinas.

Hubo otra confusión desde cancillería cuando Mondino viajó a Nueva Delhi, India: primero destacó que el gobierno libertario podría rever su postura y “estudiar” un eventual ingreso a los BRICS, el foro político y económico de países, entre los que se encuentran Irán y Rusia, si el bloque logra un sistema financiero propio como alternativa a la plataforma internacional de pagos Swift. Pero más tarde, debió realizar una rectificación a través de las redes sociales: “En el viaje por India, ratificamos que Argentina no ingresará a los BRICS. Dicho esto, nuestra relación comercial con cada uno de sus miembros a nivel individual nunca ha sido mejor. La política exterior del gobierno ha sido y seguirá siendo sumamente clara”, planteó la funcionaria.

Sea como fuere, Diana Mondino, muy preparada en Economía, avaló al presidente en los momentos en que no tenía gente para armar el Gabinete. Además, cancillería es una institución que cuenta con especialistas de carrera en cada área. Y ya la habían cercado a Mondino desde el área de Santiago Caputo que le nombraron a dos funcionarios que respondían sólo y exclusivamente a él y a Karina Milei.

Desde Casa de Gobierno sostienen todo lo contrario, que intentaron ayudarla con una intervención del ministerio, a través de una asesora de Karina Milei, Úrsula Basset. Y, luego, con el nombramiento como Secretario de Nahuel Sotelo, muy cercano a Santiago Caputo, para darle “respaldo político”. Pero no dio resultado y los desacuerdos de la Casa Rosada con sus medidas en política exterior siguieron, hasta que el Presidente decidió soltarle la mano, y desplazarla del cargo.

Elisa Carrió denunció "destrato" contra Diana Mondino y habló de "macartismo" en la Cancillería. "Esto es vulgaridad plena e ignorancia supina", disparó la líder de la Coalición Cívica contra el Gobierno por la salida de la economista del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.

Estamos ante un presidente vulgar. Lo propio hizo con su ex pareja, Fátima Flores, la que se enteró por whatsApps de que dejaba de ser la novia del presidente y por ende la primera dama. Parece que Milei ya estaba en tratativas con Amalia “Yuyito” González. Otro destrato. Habrá que esperar, pochoclos en mano, para ver cómo trata Milei a su actual compañera, devenida en primera dama y novia del presidente. Nunca una científica, economista, abogada o comerciante. Al presidente le gusta la farándula.

“Solo las dictaduras sostienen que las formas no son importantes", dijo Carriò en sus redes. Acorde a su histórica posición, la Argentina rechazó, una vez más, el embargo que EEUU mantiene sobre Cuba, en una sesión donde 187 países votaron a favor, mientras que solo EEUU e Israel lo hicieron en contra y Moldavia se abstuvo. La postura, más allá de los deseos de la canciller, tiene que ver con una línea histórica de conducta que el país sigue a nivel internacional.

Desde la oficina del Presidente explicaron que la canciller "renunció" y plantearon "identificar los impulsores de agendas enemigas de la libertad". "La Argentina atraviesa un periodo de cambios profundos, y esta nueva etapa exige que nuestro cuerpo diplomático refleje en cada decisión los valores de la libertad, soberanía y derechos individuales que caracterizan a las democracias occidentales", asegura el comunicado oficial del Gobierno.

 

Un kirchnerista encontrado en Cancillería

Ahora bien, en esa etapa de cambios radicales nombran como canciller a un empresario kirchnerista, Gerardo Werthein, quien ya se desempeñaba como Embajador en Estados Unidos. Un adulador serial de Cristina Kirchner y ahora de Javier Milei. Parece tener una brújula del poder de turno.

Werthein pasa a ser el funcionario más rico del Gabinete, desplazando a Mariano Cúneo Libarona. Tiene 68 años, es veterinario e integrante de una de las familias más adineradas del país. Es bisnieto de León Werthein, un inmigrante que arribó desde Besarabia a la Argentina en 1904 junto a su mujer Ana. Se dedicaron a la venta de ganado, frutas, semillas, agroquímicos y combustibles, pero las distintas generaciones que los sucedieron fueron expandiendo los negocios. Hoy, con casi cien años de historia, el Grupo Werthein es uno de los holdings más grandes del país, y es propietario de empresas de distintas actividades, tanto en la Argentina, como en el Reino Unido y Estados Unidos. Aunque Gerardo Werthein hace cuatro años dejó formar parte del grupo, es un empresario del rubro y otras actividades. Tiene acciones en empresas radicadas en el país que se dedican a la cría de ganado, cultivo de cereales y a la producción agrícola y ganadera.

Werthein fue presidente del Comité Olímpico Argentino entre 2009 y 2021 antes de sumarse al armado de Milei. Bajo su gestión, Buenos Aires fue sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018. También integró el Comité Olímpico Internacional. Supo mezclar política y negocios.

En su declaración jurada manifestó un solo inmueble en el país, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Un departamento con cochera de 419 metros cuadrados con una valuación fiscal de 1221 millones de pesos, pero el valor de mercado sería mayor. En el exterior posee cinco propiedades: Cuatro de esas propiedades son en Uruguay, tres lotes en Maldonado y un departamento en Punta del Este, y una en Madrid, un departamento de 345 metros cuadrados. Además, declaró tener tres autos importados: un BMW-750 modelo 2008, un Mercedes Benz-GLE 450 y una Ferrari 550 Maranello modelo 1997.

Werthein también declaró que tiene depósitos en dólares en el exterior. Una caja de ahorro con $136.177.660, un plazo fijo por $17.519.630 y una caja de ahorros en euros, con 690.113.726 pesos. En el país, informó dinero en efectivo: 1151 millones de pesos. También tiene créditos en fideicomisos y fondos de inversión relacionados a operaciones inmobiliarias.

Asume la cancillería en el día de hoy y las expectativas giran alrededor de su nombre. La importancia de contar con una política exterior seria, que muestre al mundo una Argentina en crecimiento y pujante, resulta vital. Que así sea. Que Milei no se encapsule, acepte las discrepancias, y pueda ver un poquito más allá, sin destratos ni vulgaridades. Actitudes propias de este presidente que nos tocó.