Por Josefina Medrano
Llegó la primavera y los amaneceres se vuelven extremadamente perturbadores por su belleza. Los días de sol aumentan, las flores hacen sus apariciones y el aroma a jazmín nos invade por las tardes. En San Lorenzo, pequeño paraíso donde tengo el privilegio de vivir, los ceibos se tapizan de color rojo y no se libran de ser azotados por los loros chillones que se deleitan con su flor.
Alguna lluvia tenue apareció en estos días y así también la preocupación en muchos de nosotros por el aumento de los voladores de patas negras con blancas que retoman de manera amenazante su aparición en nuestras vidas. ¡Si! El, que no le hace falta mucha presentación, nuestro viejo y conocido amigo, el Aedes Aegypti. Pequeño salvaje que se asocia directamente a esta enfermedad febril aguda que te hace sentir como si te hubieran roto los huesos del cuerpo. El dengue.
Según la OPS (Organización Panamericana de la Salud) en las Américas, el 2023, fue el año con el mayor reporte histórico de casos de dengue en la región, con más de 4,1 millones de nuevos contagios. Estas cifras superan las del año 2019, en el que se registraron más de 3,1 millones de casos, incluidos 28.203 casos graves y 1.823 muertes. La Argentina atravesó también la epidemia de dengue mas importante de su historia, con más de 583 mil casos confirmados. Salta, provincia endémica por definición, no se quedó afuera de esta realidad.
Permitámonos hablar de la vacuna para el dengue luego de tener un panorama actual y general de su situación. Uds. creen que es necesario y oportuno vacunarse contra el dengue? ¿Estamos de acuerdo con la política de vacunación que se está implementando tanto a nivel nacional como provincial? ¿Podríamos decir que es una política equitativa? ¿El fabricante podrá estar a la altura de la demanda?
Si es buen saber, que la vacuna es una herramienta adicional para controlar la trasmisión del virus y que ofrece protección contra los 4 serotipos del dengue. No por eso debemos desatender la vigilancia epidemiológica, el diagnóstico precoz, el tratamiento oportuno y la capacitación a los equipos. Y todas las acciones responsables y necesarias para eliminar los criaderos.
Podría decirles que no hay duda alguna del uso de este medio para disminuir la propagación como así también disminuir los casos graves y las internaciones por esta enfermedad. Recuerden Uds. como el uso de esta herramienta logró erradicar la viruela de la faz de la tierra, aunque acá resulta más complejo, por la presencia del vector diseminado por el mundo y aumentando día a día.
Hay que reconocer lo oportuno y ejemplar del Gobierno provincial en la compra de vacunas y en la búsqueda de mejorar la salud de la población como política de estado. Si disiento en algunas declaraciones de funcionarios, dejando entrever que esto ayudaría al manejo del brote que estaba ya asomando para ese entonces, ya que la vacunación no es una herramienta para el manejo de los mismos. Que dentro de la distribución estuviera Cafayate y que se utilizaran dosis para realizar estudios que quedaron a mitad del camino, olvidando la necesidad de las zonas más afectada teniendo en cuenta que de cualquier manera, las dosis adquiridas no serían suficientes.
El ministerio de Salud de la Nación por estos días se encuentra enviando unas 6000 dosis de vacunas que efectivamente protegerán a ese número de personas pero que dista mucho de ser una política equitativa. Pensemos que los que no tengan acceso por esta vía y quieran vacunarse porque ya tuvieron dengue y están preocupados por su próxima infección o comprendieron la importancia de la inmunización, deberán pagar casi 90000 pesos por la primera dosis o tal vez un poco menos si tienen la fortuna de tener una cobertura que les reconozca un porcentaje.
Un interrogante que quedará por responder con el paso de los meses, es si el laboratorio que tiene la vacuna autorizada para su aplicación en la Argentina estará en condiciones de dar respuesta a la demanda. Demanda que se verá sin dudas aumentada no solo en nuestro país sino en los países vecinos, sobre todo en Brasil, que sufrió uno de los brotes de dengue más importante de su historia y cuya población es bastante numerosa.
El Aedes Aegypti se ha ganado fama internacional y es dable de merecido respeto, ya que sin importarle edad, sexo, condición social puede ponernos en una situación difícil de salud. Estas características hacen que las políticas a implementar con la vacuna requieran ser amplias, inclusivas y equitativas para dar un real acceso a la batalla contra el dengue.
A modo de ejemplo podríamos pensar en su inclusión en el calendario nacional para la zona endémica o establecer programas de subsidios para hacer la vacuna mas asequible. El qué y el cómo de estas políticas requerirá de toda la honestidad intelectual de aquellos que tenga la responsabilidad de trabajar en el tema.
Josefina Medrano fue ministra de Salud de Salta.