El Papa aterrizó en Budapest, ciudad capital de Hungría, para cumplir una visita de tres días en el corazón de Europa Centro Oriental. Es su 41º Viaje Apostólico Internacional, que en esta ocasión lleva el lema "Cristo es nuestro futuro".
El avión que llevó a Francisco a Hungría aterrizó en el aeropuerto de Budapest, donde el Santo Padre bajó caminando por la parte trasera de la nave, lo que provocó los aplausos de quienes lo esperaban. Fue recibido por el vice primer ministro y otras autoridades civiles y religiosas de Hungría.
Como gesto de bienvenida dos niños en trajes típicos le entregaron un pan realizado en la sede de la Conferencia Episcopal húngara, "símbolo de vida, bendición y buena suerte", que el Santo Padre inmediatamente probó. En Europa Central es costumbre dar la bienvenida al Sucesor de Pedro con este regalo: también ocurrió en 2021 en Bratislava durante la visita del Papa Francisco a Eslovaquia.
Es la segunda vez que Francisco visita Hungría: la primera vez lo hizo en el 2021, en ocasión del Congreso Eucarístico Internacional.